Argentina subirá el precio para la nueva producción de gas a U$S7,5 por millón de BTU.
El aumento del precio para el gas en boca de pozo anunciado por el Gobierno argentino podría detener la caída de la producción en 2013 y permitiría al país recuperar el autoabastecimiento energético en los próximos siete años.
La presidenta Cristina Fernández anunció el miércoles que subirá el precio para la nueva producción de gas a 7,5 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU), una medida largamente esperada por el sector petrolero.
Hoy, los productores reciben como máximo unos 5 dólares por millón de BTU por el gas no convencional, mientras que el promedio del precio que se paga en la Cuenca Neuquina, la principal área petrolera del país, es de 2,5 dólares.
Ante el agotamiento de los yacimientos convencionales, todas las miradas están puestas en los hidrocarburos atrapados en capas de arcilla y arena, conocidos como shale y tight respectivamente.
La gigantesca formación Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina, albergaría uno de los mayores recursos de hidrocarburos no convencionales del mundo, según estudios privados.
“Se podría llegar a revertir la caída (en el 2013). Pero, tight y shale no es el único lugar de donde se puede sacar más gas, hay muchas tecnologías que se pueden aplicar en yacimientos viejos”, dijo a Reuters el experto en hidrocarburos Eduardo Barreiro.
En principio, el Gobierno sólo firmó un acuerdo para el alza del precios con la recientemente nacionalizada YPF, pero Fernández señaló que sellaría el mismo arreglo con el resto de las petroleras que se comprometan a invertir en el desarrollo de nuevos campos en Argentina.
La producción de gas está en caída desde en el 2004 en Argentina, donde el sistema de precios regulados impuesto por el Gobierno aleja las inversiones en el sector. Las políticas heterodoxas de Fernández, cuyo pilar es un fuerte intervencionismo del Estado en la economía, también mantiene alejado del país a los grandes capitales.
El año pasado, la producción media diaria de gas fue de 124,724 millones de metros cúbicos, lo que representa una caída del 3,4 por ciento respecto del año previo.
“Vamos a ver en qué tiempos se firman los acuerdos con el resto de las empresas, si eso se hace más o menos rápido, ya se van a ver resultados importantes el año que viene”, dijo una fuente del sector bajo condición de anonimato.
Dudas en el horizonte
Además, en el sector coinciden en que, aunque el tema del precio era el punto más importante para atraer inversiones, aseguran que aún quedan temas pendientes para lograr un desarrollo masivo de hidrocarburos no convencionales, como el control a las importaciones y las restricciones al giro de dividendos al exterior.
La caída de la producción de hidrocarburos, sumado al fuerte crecimiento de la demanda por la bonanza económica, obligó al Gobierno a realizar millonarias importaciones que llevarán el déficit energético a unos 3.000 millones de dólares en el 2012.
Esto preocupa al Gobierno, en momentos en que tiene prácticamente vedado el acceso a los mercados desde la masiva cesación de pagos del 2001/2002, por lo que necesita mantener una balanza comercial superavitaria para financiar su economía.
Para satisfacer la creciente demanda local, el Gobierno importa gas de Bolivia por unos 11 dólares el millón de BTU y gas natural licuado (GNL) por unos 17 dólares, y luego lo vende en el mercado local a un precio inferior, subsidiando con recursos del Estado la diferencia.
Fernández dio a entender en el anuncio que el Estado continuaría haciéndose cargo de la brecha entre los valores.
Las petroleras habían reclamado por largo tiempo una mejora del precio del gas en boca de pozo, especialmente para el desarrollo de los hidrocarburos no convencionales, que según analistas permitiría a Argentina recuperar la autonomía energética que perdió hace ocho años.
“El precio es determinante. Hay proyectos que hoy no tienen viabilidad, pero con este precio se pueden poner en marcha. Hay euforia, pero hay una mirada expectante a ver en qué medida se va a cumplir la promesa del anuncio”, dijo una fuente de una petrolera que pidió no ser identificada.
Las empresas esperan precisiones sobre anuncio, como qué gas va a ser considerado “gas nuevo” y si se va a tener en cuenta la tasa de declinación normal de los yacimientos.
En Argentina, las principales productoras de gas son la firma Total Austral, filial de la francesa Total, YPF, Pan American Energy, dirigida por un grupo local, y la brasileña Petrobras.
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