¿YPF logró revertir la caída de la producción?

El gobierno anunció que en 2012 se frenó la declinación de la producción petrolera. Pero los especialistas afirman que el gobierno compara la producción con el 2011, que fue el peor año por las huelgas. En el 2010 fue superior. Además, sostienen que con los números actuales no se logrará el autoabastecimiento.

¿YPF logró revertir la caída de la producción?

 
El pasado miércoles, la presidenta Cristina Kirchner anunció que durante 2012 YPF había lorgado revertir la caída de producción, esgrimida en su momento por su gestión para justificar la nacionalización compulsiva de la compañía.
“Hemos revertido la declinación que tenía tanto la producción de gas como de petróleo, y ni que hablar de la producción de combustibles”, afirmó la Presidenta. Dijo que ese proceso se consiguió en apenas ocho meses, desde que se anunció la nacionalización de la compañía que estaba en manos de Repsol. Según anunció el CEO de la petrolera, Miguel Galuccio, el crecimiento en 2012 fue de 2,5%. Además, sostuvo que para 2013 se espera un alza de entre el 3 y 4 por ciento.
Según información de la Secretaría de Energía, la producción de 2012 fue de 11.508.654 metros cúbicos contra 11.251.141 del año anterior. No obstante, la tendencia sigue siendo preocupante si se la compara con 2010, cuando Repsol estaba a cargo y se produjeron 12.544.256 metros cúbicos.
El Instituto General Mosconi comparte que hubo una suba en la producción pero pone reparos. Un informe publicado en los últimos días recuerda que en 2011 “hubo aproximadamente 100 días de huelga en la provincia de Santa Cruz (…) con una disminución del orden del 30% en la producción mensual de petróleo”.
Es decir que la comparación esgrimida por el Gobierno tiene trampa: compara un año de casi normal funcionamiento con uno en el que hubo más de tres meses de parálisis productiva por conflictos laborales.
El trabajo del Instituto Mosconi advierte sobre otro dato preocupante. En diciembre de 2012, la producción de crudo de la empresa estatizada cayó 2,89%, en sintonía con una baja que se venía vislumbrado en los últimos cuatro meses.
El sueño del autoabastecimiento
Jorge Lapeña, presidente del Instituto General Mosconi y ex secretario de Energía de la Nación, dijo a LPO que “la producción no deja de bajar”, mientras la demanda sigue creciendo. “Lo único que crecen son las importaciones de energía”, agregó Lapeña.
Sobre la posibilidad de lograr el autoabastecimiento en los cinco o seis próximos años, algo que el gobierno ha venido promocionando, el especialista advirtió que para lograrlo es necesario que la producción crezca al menos de un 5% anual respecto a los números de 2009 o 2010, algo que ni siquiera figura en los pronósticos oficiales más alentadores.
Por su parte, Daniel Montamat, ex subsecretario de Energía y ex presidente de YPF, coincidió con ese análisis y subrayó que el crecimiento porcentual de 2012 tiene que ver con la huelga de 2011 en Santa Cruz, que marcó una base muy baja. “No hay que establecer tanto optimismo sobre los números de YPF. Hay un dato muy preocupante: la producción cayó bastante en el último trimestre”, indicó a LPO.
Montamat no fue terminante respecto al desempeño actual de la petrolera. “YPF hace lo posible por mejorar la situación, pero tiene varias restricciones. Una es que no ha resuelto los términos de la estatización, lo que la limita para buscar socios extranjeros”, señaló y agregó que la principal restricción que padece la firma “es la política energética” del gobierno nacional.
Para el especialista, esa la principal razón de la crisis en el sector energético y opinó que es necesario cambiar radicalmente esa política para conseguir “revertir la declinación natural” de la producción y aspirar a otras metas como el autoabastecimiento. Según Montamat, el plan de Galuccio para dejar de depender de las importaciones es prudente siempre y cuando consiga socios extranjeros y pueda acceder al financiamiento internacional. “Si eso no se logra, el plazo será más largo”, concluyó.
Mientras que el líder de los trabajadores petroleros y diputado nacional Alberto Roberti aportó otro punto de vista en diálogo con LPO. Roberti, que en lo político es opositor, defendió el crecimiento de la producción de 2012. “Se trabaja bien porque la empresa no está politizada. La presidenta dio la orden de no meter cuestiones políticas dentro de la firma y eso se está cumpliendo. Hay buena gestión, todo lo que se recauda se invierte en producción”, afirmó.
Gustavo Calleja, vicepresidente del Grupo Moreno y ex subsecretario de combustibles, reconoció que desde la estatización la inversión ha crecido, pero indicó que el dato sobre la producción “no es la panacea, ni para festejar”. “Tampoco es un aumento significativo”, acotó.
Para Calleja, el gobierno debe otorgar el 100% de la producción de petróleo y gas a YPF, que actualmente sólo tiene el 30%. No obstante, advirtió que los yacimientos fueron sobreexplotados y “es difícil sacarle más jugo”.
“Acá se autorizaron exportaciones, pero nunca tuvimos reservas suficientes. Esto viene desde hace muchos años, con varios de los ex secretarios gatopardistas que ahora se desentienden”, lanzó en diálogo con este medio.
Vaca Muerta y el financiamiento

Galuccio desembarcó en YPF entusiasmado con el megayacimiento de shale de Vaca Muerta. Se trata de una de las reservas mas grandes del mundo, según estudios del Departamento de Energía de Estados Unidos. Pero su puesta en valor requiere astronómicas inversiones -se habla de unos 37 mil millones de dolares- y ofrece riesgos ambientales por la técnica del fracking que se usa para explotar este tipo de yacimientos.
Hasta ahora, Galuccio que realizó varias giras por el mundo vendiendo Vaca Muerta, sólo logró firmar un entendimiento preliminar con la noretamericana Chevrón -con gran experiencia en yacimientos de shale-, por u$s 1.000 millones. Pero esa inversión entró en zona de riesgo ante el embargo de todos sus activos en el país, por un juicio ambiental que tiene en Ecuador.
Calleja no comparte el entusiasmo de Galuccio por Vaca Muerta y advierte sobre los peligros de la explotación no convencional de hidrocarburos. Sostuvo además que YPF está ofreciendo negocios a empresas extranjeras sin haber realizado “estudios serios” sobre el impacto ambiental. Y respecto de la meta de autoabastecimiento fue claro: “No se de dónde van a sacar el petróleo”.

La financiación de las operaciones ha demostrado ser el gran talón de Aquiles de la gestión Galuccio. Todavía fuera de la mayoría de los mercados por los efectos no resueltos de la nacionalización compulsiva -Repsol amenaza con juicios a todos los potenciales inversores-, el Gobierno sólo logró el tibio anuncio de Chevrón y una vaga promesa del Grupo Bridas de invertir otros u$s 1.500 millones. Aún concretándose, eso representaría la mitad de lo que se había anunciado que saldría de manos privados y muy lejos de los más de US$ 37.000 millones que se necesitan para todo el proceso.

Sobre esto, uno de los principales problemas que surge es el embargo que pesa sobre Chevrón y que congeló los planes de asociación. Una fuente ligada a YPF le dijo a LPO que la preocupación es tan grande que hasta la propia Cristina Kirchner le prometió a los norteamericanos que intercedería ante Rafael Correa para tratar de desarticular en el origen el embargo que alcanzó los activos de la petrolera en Argentina.
En ese marco de restricciones, la empresa lanzará la semana que viene un nuevo bono para ahorristas minoristas que apunta a recaudar 300 millones de pesos al 19% anual. YPF espera así repetir el éxito de la primera emisión, de $ 150 millones. Además, el directorio aprobó la emisión y colocación de nuevos bonos por un monto de hasta $ 1.500 millones bajo el Programa Global de Obligaciones Negociables.
Finalmente, se supo que el gobierno podría usar lo que se ahorró por el no pago del cupón de crecimiento del PBI -3.500 millones de dólares- para destinarlos a inversiones de YPF. Con ese dinero, la empresa estatal cubriría la mitad de los planes de inversión para 2013.