Galuccio sostuvo que es “absolutamente perjudicial” para la Argentina.
Por primera vez un hombre del gobierno nacional rechazó en duros términos el embargo que dispuso la Justicia contra la filial local de la norteamericana Chevron por pedido de un conjunto de abogados ecuatorianos. El presidente de YPF, Miguel Galuccio, fue el encargado de tomar la defensa oficial y alertar sobre los efectos negativos del reclamo, que tiene en vilo la operación de una de las principales productoras de petróleo del país.
El ejecutivo envió ayer una carta a los litigantes con copia a Enrique Brouchou, su representante legal en el país. El texto, al que tuvo acceso LA NACION, describe de manera cruda los efectos que, a entender de Galuccio, conllevará la demanda para el país: “En nuestra opinión, las medidas promovidas por ustedes son absolutamente perjudiciales para la Argentina y podrían tener un efecto negativo en la inversión y el empleo en el país. Por eso rechazamos la afirmación que realizan en vuestra carta sobre que dichas medidas no afectan los planes de YPF. Y creemos que la única forma de evitar un enorme daño a nuestro país es el cese de tales medidas en la República Argentina”.
En noviembre pasado, la Justicia concedió un embargo contra Chevron por 19.000 millones de dólares sobre las cuentas y los activos de la empresa en el país, al reconocer una medida similar en Ecuador. En ese país, Texaco, una empresa que la firma norteamericana luego adquirió, fue acusada por daños ambientales. Según Chevron, las acusaciones son falsas y el fallo judicial fue producto del fraude y la corrupción.
La norteamericana es una de las mayores empresas del negocio a nivel internacional y la sexta productora de petróleo en la Argentina. Pero su importancia estratégica para el país va aun más lejos: Alí Moshiri, CEO de Chevron para América latina y África, fue el primero en comprometerse a avanzar en negociaciones exclusivas con YPF para definir inversiones conjuntas por U$S 1000 millones en el desarrollo de los recursos de la formación neuquina Vaca Muerta, toda una señal para inversores internacionales. Aunque Moshiri remarcó siempre que se lo preguntaron que el embargo contra la empresa y la inversión con la compañía nacional van por carriles distintos, resulta paradójico, desde la mirada de los petroleros, que una empresa esté dispuesta a colocar millones en el mismo país en el que sufre una fuerte retención sobre sus activos.
La réplica de Galuccio da por tierra con un acercamiento a YPF que intentaron los litigantes. El jueves pasado, los abogados demandantes le enviaron una carta al ejecutivo en la que sostenían que su demanda no influiría en los planes de la empresa. Y anteayer el propio Brouchou le envió un mail a Galuccio, según explicaron a LA NACION fuentes al tanto de las discusiones, para ponerse a disposición.
Galuccio citó entre sus argumentos que Chevron opera desde “hace muchos años uno de los yacimientos más importantes” de la Argentina.
“Vamos a pedir una audiencia con Galuccio. No tiene por qué conocer el alcance del embargo a Chevron, que no alcanza sus futuras inversiones en Vaca Muerta, que además se pueden blindar”, explicó Pablo Fajardo, uno de los demandantes.
La Nacion
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“El embargo perjudica a Argentina”
YPF RECLAMO QUE CESEN LAS DEMANDAS CONTRA CHEVRON.
El titular de YPF, Miguel Galuccio, respondió ayer con dureza a los demandantes ecuatorianos de la petrolera Chevron, señalándoles que “las medidas por ustedes promovidas son absolutamente perjudiciales para la Argentina y podrían tener un efecto negativo en la inversión en el país. Por eso rechazamos la afirmación que realizan de que dichas medidas no afectan los planes de YPF y creemos que la única forma de evitar un enorme daño a nuestro país es el cese de tales medidas en la República Argentina”. Los demandantes ecuatorianos sostienen que Texaco contaminó 50.000 hectáreas en la Amazonia y que luego esa compañía fue comprada por Chevron. Esta última afirma que el juicio fue fraudulento. Lo cierto es que un juez argentino trabó un embargo por 19.000 millones de dólares a los bienes de Chevron en la Argentina.
La carta de Galuccio está dirigida a Pablo Fajardo Mendoza, Humberto Piaguaje Lucitante y Ermel Chávez Parra que son los demandantes ecuatorianos, pero en verdad responde a un mail remitido por uno de los estudios de abogados más grandes de la Argentina proponiéndole una especie de negociación.
El Frente de Defensa de la Amazonia y la Unión de Afectados por Texaco habían manifestado que el embargo trabado por el juez argentino Adrián Elcuj Miranda y ratificado por la Cámara de Apelaciones en lo Civil no afecta la exploración en el yacimiento de Vaca Muerta, un emprendimiento en el que se asociaron Chevron e YPF. Los ecuatorianos señalaron que el embargo sólo abarca a bienes de Chevron que ya están en el país y no a las nuevas inversiones.
“La República Argentina se ha planteado el compromiso con la recuperación energética –señaló Galuccio ayer en su carta a los ecuatorianos–. En ese sentido la vuelta al autoabastecimiento de gas y petróleo es un objetivo primordial y el desarrollo de los recursos no convencionales de Vaca Muerta es una condición necesaria para dicha recuperación. El desarrollo de Vaca Muerta resultará en un importante aumento en la producción de gas y petróleo para sustituir importaciones y en el resurgimiento del empleo y las economías regionales. En ese marco se inscriben las tratativas con Chevron Argentina, empresa que ya está asociada a YPF y que opera hace muchos años uno de los yacimientos más importantes del país. Cualquier medida que afecte la inversión que YPF se ha comprometido a realizar, no afecta solamente el patrimonio de nuestros socios, sino que también afecta seriamente los intereses de YPF, el país y sus ciudadanos.”
Con esta carta, Galuccio se pone decididamente del lado de Chevron y rechaza las tratativas propuestas por el estudio de abogados que encabeza Enrique Bruchou. El titular de YPF pide, en concreto, que cesen con el pedido de embargo.
Los demandantes ecuatorianos sostienen –y consiguieron un fallo a su favor– que Texaco contaminó agua en su país entre los años 1970 y 1980. En un juicio realizado en Ecuador, Chevron, que compró Texaco, fue condenada y el embargo en la Argentina es consecuencia de ese proceso, ya que la compañía no tiene bienes ni actividad actual en Ecuador. Chevron sostiene que el fallo ecuatoriano es producto de un acto de corrupción y fraude.
La iniciativa de Fajardo, Piaguaje Lucitante y Ermel Chávez era abrir negociaciones con YPF. Galuccio, en cambio, reclama que los demandantes terminen con sus acciones contra la petrolera norteamericana en el país. Todo indica que el caso continuará en tres planos: en la Justicia, en el terreno empresarial y también en el nivel de los gobiernos de Argentina y Ecuador.
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