Galuccio no logró la recuperación prometida. La compañía vale un 38% menos y crecen las importaciones.
Por MARTÍN BIDEGARAY
El martes se cumplirá un año del día en que Cristina Kirchner mandó al Congreso el proyecto de ley para expropiar el 51% de YPF. En doce meses, la petrolera estatal aumentó 24% los precios de sus combustibles, su valor en la Bolsa bajó de US$ 8.633 millones a US$ 5.440 millones (un 38%) y no logró revertir la salida de dólares para importación de combustibles.
La valuación del 51% de la compañía, que era de la española Repsol y pasó al Estado y las provincias, aún no fue determinada.
La producción de petróleo y gas, que se prometió mejorar con la gestión estatal, no logra repuntar según cifras que manejan cinco de seis especialistas consultados.
Con respecto a los socios internacionales que iban a llegar para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta, aún no hay ni un dólar invertido (ver aparte).
La búsqueda de la “soberanía hidrocarburíferas” quedó como un deseo a futuro, ya que las importaciones de energía están en ascenso. La única discusión es si serán de US$ 12.000 millones o US$ 15.000 millones. En 2012, fueron US$ 9.266 millones. Y el incendio de una refinería por las inundaciones empeoró todo.
Además, la gestión de Miguel Galuccio, CEO de YPF, provoca algunos recelos en los otros funcionarios del área: el ministro de Planificación Julio De Vido, el viceministro de Economía Axel Kicillof y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
“Argentina no pagó ni un peso por la expropiación y, así, pateó el problema para adelante, generando un pasivo contingente”, advierte Nicolás Gadano, investigador del Cippec. “Esta situación le cierra las puertas a YPF de cualquier financiamiento internacional, que necesita para su desarrollo”, analiza Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Mosconi.
“Los indicadores empeoraron y cayeron las reservas. YPF tiene que decidir si quiere ser un instrumento de la política económica o una empresa moderna. Parece que tiene supremacía el criterio político”, marca Sebastián Scheimberg, de Fundación Pensar.
“YPF ni siquiera está cumpliendo el plan de los 100 días”, critica Rabinovich. “En agosto, Galuccio prometió una producción de petróleo para 2012 a la que no llegó”, dice. “El balance nos muestra una reducción del 12% en las utilidades en pesos corrientes. Esto no ayuda a cumplir el programa”, nota el ex secretario de Energía Alieto Guadagni. Galuccio anuncio un desembolso de U$S 37.200 millones entre 2013 y 2017. El 70% serían aportados por la compañía.
“En el downstream (refinación y venta), la utilidad del cuarto trimestre cae un 32% con respecto al mismo período de 2011. El resultado operativo no va bien. Es obvio que va a haber problemas de abastecimiento. El grupo gerencial es bueno y bien formado, pero el problema es el rumbo de la política energética”, afirma Gadano.
La mejora en la producción prometida por Kicillof en el Senado no se alcanzó en gas y hay dudas en petróleo. “YPF tuvo un alza de 2,3% en 2012, pero los valores de la producción de 2011 fueron anormalmente bajos a raíz de la huelga de 100 días en Santa Cruz en la primera mitad de ese año”, advierte el Instituto Mosconi. YPF redujo su producción de gas en 2,6% en 2012. “La evolución en los últimos meses es preocupante. En el cuarto trimestre, la producción cayó un 4,9% en petróleo y 2,7% en gas. La tendencia negativa siguió en enero-febrero, con caídas del 2,7% en gas y 4,2% en petróleo”, observa Guadagni. Para YPF, la producción de petróleo bajó un 0,3% y la de gas 1% en el bimestre.
Clarin