La política del Gobierno es ampliar la frontera petrolera y conseguir más reservas de crudo para mejorar la producción, que alcanzará el punto máximo entre este año y el próximo.
De acuerdo con las proyecciones económicas manejadas por el Banco Central y el Ministerio de Recursos No Renovables, Ecuador alcanzará su máxima producción de petróleo con 204 millones de barriles exportados (11% más que el año pasado), para luego bajar a 201 millones en el 2014 y descender a 191 millones en el 2015.
Lo anterior ocurrirá siempre y cuando no se incorporen más reservas y campos en producción.
Por eso, el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor, presentó a finales de noviembre del año pasado a la XI Ronda Petrolera, con el fin de licitar 16 bloques del suroriente ecuatoriano.
En aquel momento, Pástor determinó el plan a seguir. Las empresas deberán presentar sus ofertas para los bloques hasta mayo de este año a fin de concretar la firma de los contratos hasta septiembre.
Estos plazos coinciden además con una nueva fecha para decidir el futuro de la Iniciativa Yasuní-ITT, la cual busca dejar 840 millones de barriles de petróleo bajo tierra, a cambio de que la comunidad internacional entregue donaciones al Ecuador por alrededor de USD 3 600 millones.
En una entrevista con la agencia DPA desde Berlín, Alemania, el presidente Rafael Correa dijo que en junio se evaluará la Iniciativa Yasuní-ITT y su futuro. “Lo vamos a evaluar en el mes de junio y tendremos que tomar decisiones al respecto. Pero no se recaudó lo que se esperaba recaudar”, dijo el Presidente. Ante la pregunta de si puede haber llegado la hora final para el proyecto, el Mandatario admitió que existe esa posibilidad: “Depende de la evaluación. Depende de lo recaudado. Tenemos una planificación. Dependerá de todo aquello”.
Pese a los esfuerzos del Gobierno ecuatoriano por atraer fondos para la iniciativa creada en el 2007, la recaudación está muy lejos de acercarse a al objetivo inicial de USD 3 600 millones.
De acuerdo con datos difundidos por el Gobierno en febrero pasado, los compromisos apenas alcanzan los USD 330 millones. El presidente Correa atribuyó las dificultades de Yasuní a un “problema político” y acusó a los países más ricos de falta de voluntad en contribuir a la reducción de emisiones. “A Ecuador siempre le convino mucho más explotar ese petróleo. De hecho, si yo tomo la decisión en junio de explotar ese petróleo, no será para mi gobierno. Porque el primer dólar lo veremos en cuatro o cinco años cuando deje de ser presidente”, añadió.
Para el ex secretario de la OPEP, René Ortiz, lo más probable es que se explote el ITT debido a los cambios en el contexto económico mundial, que han limitado las donaciones y la caída natural de la producción petrolera, por la falta de nuevas reservas.
El Comercio