Rusia traslada a los 30 activistas de Greenpeace a una prisión de San Petersburgo

Moscú — Los 30 activistas de Greenpeace -entre ellos dos argentinos y un brasileño- detenidos en Rusia  por llevar a cabo una acción en una plataforma petrolera del Ártico están siendo transferidos de Murmansk (noroeste) a una prisión de San Petersburgo, anunció este viernes la ONG.

“Greenpeace Internacional sabe por fuentes diplomáticas que los treinta hombres y mujeres detenidos en Rusia tras una acción pacífica contra una plataforma petrolera en el Ártico son transferidos de un centro de detención de Murmansk a una prisión de San Petersburgo”, indicó la organización en un comunicado.
La ONG dijo que no conocía las razones de este traslado.
“Varios diplomáticos nos han confirmado esta información”, precisó a la AFP un portavoz de Greenpeace, Danielle Taaffe.
“Será más fácil para las familias y para los responsables consulares visitar a los treinta. Pero no hay ninguna garantía de que las condiciones en el nuevo centro de detención sean mejores que en Murmansk”, declaró el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, citado en el comunicado.
Por otra parte, Greenpeace indicó el viernes que Rusia no ha retirado los cargos por “piratería” de los 30 activistas, a pesar de haber anunciado que cambiaría las acusaciones a “vandalismo”.
“El poderoso Comité investigador anunció la semana pasada que los cargos por piratería (…) serían remplazados por cargos por vandalismo”, recuerda Greenpeace en un comunicado.
“Pero cuando los treinta detenidos comparecieron ante el Comité esta semana, los cargos por piratería no fueron retirados. En lugar de eso, se pronunciaron nuevas inculpaciones contra cada uno de ellos”, añadió.
El Comité investigador anunció el 23 de octubre que había decidido revisar las acusaciones de las 30 personas, entre las que hay cuatro rusos y 26 extranjeros, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi y la brasileña Ana Paula Maciel.
La portavoz de Greenpeace Maria Favorskaia explicó a la AFP que solamente la acusación de piratería permite detener y poner en prisión a personas interpeladas en aguas internacionales.
El barco de Greenpeace “Arctic Sunrise” fue asaltado por un comando ruso el 19 de septiembre después de que los activistas que transportaba intentaran escalar una plataforma petrolera del gigante Gazprom para denunciar los riesgos ecológicos de la planta.

El Universal