La empresa francesa Total, que tiene participación en varias de las concesiones otorgadas para la explotación de gas de esquisto en la provincia de Neuquén, en la Patagonia argentina, ha sido una de las nominadas a ganar los Premios Pinocho sobre Desarrollo Sustentable, que denuncian a las compañías que usan publicidad engañosa para venderse como “limpias”.
Total, principal productora de gas en Argentina, tiene permisos para extraer gas compacto (“tight gas”) y gas de esquisto (“shale gas”), incluso en una reserva protegida en la Patagonia. Radio Mundo Real entrevistó al activista Diego di Risio, del Observatorio Petrolero Sur, con sede en Buenos Aires, capital de Argentina, y que sigue muy de cerca lo que está pasando con Total en ese país.
Los Premios Pinocho son organizados por Amigos de la Tierra Francia, con el apoyo de Peuple Solidaires y el Centro de Investigación y de Informaciones para el Desarollo. Buscan ilustrar y denunciar los impactos negativos de diversas corporaciones que utilizan continuamente el discurso del desarrollo limpio.
Los Premios, que van en este 2013 por su séptima edición, tienen nominados también bajo tres categorías a Air France por su accionar en Madagascar, Areva en Francia, BNP Paribas en varias partes del mundo, Veolia en India, la Société Générale en Australia, Apple en Indonesia, Alstom en Brasil y Auchan en Bangladesh.
Entre los proyectos de Total en Neuquén, el más controversial es el de Pampa las Yeguas II, ubicado en la reserva provincial Auca Mahuida, sitio protegido por su fauna y flora, con más de 100 especies de animales, como el guanaco, el ñandú y el puma, por ejemplo.
Según consta en la web de los Premios Pinocho (http://www.prix-pinocchio.org, se puede votar ahí), en la sección dedicada a la nominación de Total, los trabajadores de la reserva Auca Mahuida se han pronunciado en contra de la atribución de la concesión a la empresa francesa y a la utilización de la fracturación hidráulica (“fracking”), tecnología que se usa para extraer el gas de esquisto. Los trabajadores subrayan la paradoja de que Total, de origen francés, use un método prohibido en su país por los daños que puede causar al medio ambiente y la salud humana. “Infraestructuras invasivas, contaminación del agua, fugas de metano, riesgos de cáncer, motivan la oposición de las poblaciones locales a este proyecto que amenaza sus actividades tradicionales de ganadería”, dice la web de los Premios. Los campesinos de la zona se dedican principalmente a la cría de chivas.
Diego di Risio contó a Radio Mundo Real que la fracturación hidráulica es una técnica experimental, con poco más de una década de uso a escala masiva solamente en Estados Unidos y Canadá. El representante del Observatorio Petrolero Sur dijo que esa tecnología es fuertemente cuestionada por los altísimos impactos ambientales, principalmente la contaminación de aire y agua, y al mismo tiempo por la ocupación territorial que genera. “Hay países que la han prohibido como Francia y Bulgaria, incluso en nuestro país hay más de 25 municipios que también la prohibieron”, señaló.
“La fractura básicamente consiste en la inyección de una sopa química, una gran cantidad de agua, arena y químicos, que van rompiendo y generando porosidad y permeabilidad en la roca”, explicó di Risio. “Parte del agua vuelve a la superficie y es de muy caro y muy difícil tratamiento, no solamente por los químicos inyectados que en buena medida son tóxicos, sino también por (la presencia de) los metales pesados e incluso en algunas ocasiones de elementos radioactivos”.
Total, principal productora de gas en Argentina, tiene permisos para extraer gas compacto (“tight gas”) y gas de esquisto (“shale gas”), incluso en una reserva protegida en la Patagonia. Radio Mundo Real entrevistó al activista Diego di Risio, del Observatorio Petrolero Sur, con sede en Buenos Aires, capital de Argentina, y que sigue muy de cerca lo que está pasando con Total en ese país.
Los Premios Pinocho son organizados por Amigos de la Tierra Francia, con el apoyo de Peuple Solidaires y el Centro de Investigación y de Informaciones para el Desarollo. Buscan ilustrar y denunciar los impactos negativos de diversas corporaciones que utilizan continuamente el discurso del desarrollo limpio.
Los Premios, que van en este 2013 por su séptima edición, tienen nominados también bajo tres categorías a Air France por su accionar en Madagascar, Areva en Francia, BNP Paribas en varias partes del mundo, Veolia en India, la Société Générale en Australia, Apple en Indonesia, Alstom en Brasil y Auchan en Bangladesh.
Entre los proyectos de Total en Neuquén, el más controversial es el de Pampa las Yeguas II, ubicado en la reserva provincial Auca Mahuida, sitio protegido por su fauna y flora, con más de 100 especies de animales, como el guanaco, el ñandú y el puma, por ejemplo.
Según consta en la web de los Premios Pinocho (http://www.prix-pinocchio.org, se puede votar ahí), en la sección dedicada a la nominación de Total, los trabajadores de la reserva Auca Mahuida se han pronunciado en contra de la atribución de la concesión a la empresa francesa y a la utilización de la fracturación hidráulica (“fracking”), tecnología que se usa para extraer el gas de esquisto. Los trabajadores subrayan la paradoja de que Total, de origen francés, use un método prohibido en su país por los daños que puede causar al medio ambiente y la salud humana. “Infraestructuras invasivas, contaminación del agua, fugas de metano, riesgos de cáncer, motivan la oposición de las poblaciones locales a este proyecto que amenaza sus actividades tradicionales de ganadería”, dice la web de los Premios. Los campesinos de la zona se dedican principalmente a la cría de chivas.
Diego di Risio contó a Radio Mundo Real que la fracturación hidráulica es una técnica experimental, con poco más de una década de uso a escala masiva solamente en Estados Unidos y Canadá. El representante del Observatorio Petrolero Sur dijo que esa tecnología es fuertemente cuestionada por los altísimos impactos ambientales, principalmente la contaminación de aire y agua, y al mismo tiempo por la ocupación territorial que genera. “Hay países que la han prohibido como Francia y Bulgaria, incluso en nuestro país hay más de 25 municipios que también la prohibieron”, señaló.
“La fractura básicamente consiste en la inyección de una sopa química, una gran cantidad de agua, arena y químicos, que van rompiendo y generando porosidad y permeabilidad en la roca”, explicó di Risio. “Parte del agua vuelve a la superficie y es de muy caro y muy difícil tratamiento, no solamente por los químicos inyectados que en buena medida son tóxicos, sino también por (la presencia de) los metales pesados e incluso en algunas ocasiones de elementos radioactivos”.