El pasado lunes 5 de noviembre, Miguel Galuccio recibió en su despacho a Fabiana Ríos, gobernadora de Tierra del Fuego. La mandataria llegó al piso 32 de la torre de Puerto Madero con un objetivo, a simple vista, menor: arrancarle al CEO de YPF el compromiso de pago de una deuda que reclama la provincia por la incorrecta liquidación de regalías. El encuentro, a priori sin demasiada trascendencia, puede ser leído, sin embargo, en una clave mucho más ambiciosa.
Según confirmaron a El Inversor Online fuentes internacionales y locales, YPF tiene interés en adquirir los activos de Apache -una petrolera norteamericana con sede en Houston- en territorio fueguino. La compañía es el quinto productor de gas de la Argentina, en buena medida a raíz de la oferta de los yacimientos que opera en la isla.
Desde Houston, casa matriz de la compañía norteamericana, allegados a Apache indicaron la existencia de negociaciones entre ambas partes. En la misma línea se pronunciaron fuentes cercanas a YPF, que evitaron detallar el estado de las tratativas. Sí dejaron entrever que, en caso de prosperar, la operación deberá sortear un obstáculo central: Apache deberá obtener la prórroga por 10 años de las concesiones que tiene en Tierra del Fuego (las áreas operadas en Neuquén fueron renegociadas en 2008).
Para YPF, la compra de Apache -que desembarcó en la Argentina en 2006 a partir de la compra de Pioneer, por US$ 675 millones- hace sentido por el potencial gasífero de Apache, que produce cerca de 4 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) del fluido, según datos de agosto del IAPG.
La recuperación de la oferta del hidrocarburo -el principal talón de Aquiles de la coyuntura energética- es, quizás, la principal razón de ser de la renacionalización de YPF. En esa dirección, el upgrade de los campos gasíferos de Tierra del Fuego -no así el de los neuquinos, más maduros y ya declinantes- podría ser una buena jugada.
Así, las fuentes consultadas advirtieron que los contactos entre las partes son incipientes. A favor de YPF juegan el crecimiento de su flujo de caja, sus ganancias y el respaldo del Gobierno desde que es controlada por el Estado. El cash flow de la petrolera llegó a los $ 9356 millones en el tercer trimestre del año. Al tipo de cambio oficial, araña los 1600 millones de dólares, lo que la habilitaría a jugarse un pleno para expandir sus operaciones desde la óptica de algunos directivos del sector.
Con todo, YPF no es la única que busca quedarse con los activos de Apache en el país. El mes pasado se conoció el interés de Eduardo Eurnekian, titular de Corporación América – holding que controla Aeropuertos Argentina 2000, que en abril pasado adquirió la empresa Compañía General de Combustibles (CGC), para aumentar su presencia en el negocio hidrocarburífero. En la nómina de jugadores interesados figuran, además, Pluspetrol, una compañía de origen nacional que ocupa el cuarto lugar entre las mayores petroleras del país. Y también Tecpetrol, la productora de Techint.