EL CONSEJO DE ADMINISTRACION DE REPSOL APROBO EL PREACUERDO POR YPF. ANTES DE FIN DE AÑO, EL ACUERDO DEFINITIVO
La conducción de Repsol aprobó por unanimidad el preacuerdo firmado el lunes en Buenos Aires. Falta negociar detalles de la compensación, que sería pagada por Argentina en bonos. Buscan alcanzar el acuerdo definitivo antes de fin de año.
Por Tomás Lukin.- El gobierno argentino y Repsol alcanzarán antes de que finalice 2013 un acuerdo definitivo para concluir el proceso de expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de YPF. El Consejo de Administración de la petrolera española habilitó ayer por unanimidad a terminar de negociar las condiciones de la compensación que propuso el país. En los próximos días llegarán a Buenos Aires directivos de Repsol que se reunirán con el ministro de Economía, Axel Kicillof, para saldar definitivamente la disputa legal y económica entre las partes. Una vez que se cierre el acuerdo, el Congreso deberá ratificarlo y la petrolera tendrá que levantar su demanda en el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial.
“El Consejo de Administración ha analizado y valora positivamente el principio de acuerdo anunciado por el gobierno argentino acerca de la compensación por la expropiación del 51 por ciento de la participación accionaria de Repsol en YPF. Con el objeto de desarrollar este principio de acuerdo, Repsol ha decidido iniciar en breve conversaciones entre sus equipos y los del gobierno argentino, a fin de buscar una solución justa, eficaz y pronta a la controversia”, afirma el comunicado enviado ayer a la Bolsa de Madrid por Repsol. De esa forma, la empresa accedió a sentarse a negociar los pormenores de la propuesta con el Gobierno, una posición que políticamente les permite concluir la disputa como protagonistas. “Es un día muy bueno. Estamos muy confiados. La negociación tiene su complejidad, por condiciones financieras, y también porque se tiene que decidir por acciones legales y eso requiere trabajo técnico”, explicó Kicillof anoche en declaraciones radiales.
No hay plazos, pero el objetivo del Gobierno es alcanzar una resolución “lo más rápido posible” para enviarla al Congreso y lograr el cierre de la expropiación. La visión es compartida con Petroleos Mexicanos –Pemex– y las autoridades mexicanas que jugaron un rol determinante para acercar posiciones y solucionar el conflicto que también los afectaba como propietarios del 9,3 por ciento de Repsol. “Pemex, accionista fundador y socio estratégico e industrial de Repsol, ve como una buena señal la voluntad expresada esta tarde por el Consejo de Administración de la petrolera española de alcanzar un acuerdo para poner fin al conflicto relativo a YPF”, afirma el comunicado de la petrolera mexicana. “Pemex confía en una actuación responsable de la actual administración de Repsol para formalizar a la brevedad dicho acuerdo, lo que redundaría en beneficio de la compañía y de todos sus accionistas, evitando a la empresa un largo y complejo proceso de resultado incierto”, concluye el contundente comunicado.
“El proceso deberá atender a las exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante y responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia”, explicó Repsol. Por eso, la firma indicó que contratará “un banco de inversión de prestigio internacional para apoyar al equipo de Repsol y facilitar una conducción profesional del proceso”. Medios españoles especulaban que se trataría del Deutsche Bank. Argentina no aceptará la participación de ningún intermediario en la negociación del acuerdo, aunque en el equipo económico reconocen que Repsol podría incorporar alguna institución como asesora externa para la operación financiera.
La decisión no sólo permitió sellar la disputa con Argentina, sino aplacar las internas en la compañía. El presidente de La Caixa y CaixaBank, Isidro Fainé, que participó de la reunión del lunes en el edificio de YPF en Puerto Madero, delegó su voto en el titular de la petrolera, Antonio Brufau, con quien mantiene una relación tirante. Con el acuerdo encaminado, la conducción de Repsol buscó fortalecer la figura de Brufau, que la semana pasada había sido criticado con dureza en el Congreso mexicano por el director general de Pemex, Emilio Lozoya. Por eso, además de autorizar el pago de dividendos, los directivos acordaron manifestar “el pleno apoyo a la estrategia de la compañía y a la gestión que viene desarrollando el equipo de dirección, conforme a las mejores prácticas de gobierno corporativo”.
Página/12
Con los pies en el mundo
Por Raúl Dellatorre .- Hubo quienes sostuvieron –y todavía sostienen– que la decisión del gobierno argentino de expropiar las acciones de control de YPF a Repsol en abril de 2012 exponía a la Argentina a “caerse del mundo”. Que semejante ofensa contra “el capital extranjero” se pagaría carísimo. Y no se trata de una simple expresión desafortunada de un político mal informado, sino que refleja la lógica de quienes interpretan la gestión de gobierno como un gerenciamiento de un poder ya constituido, en manos de corporaciones intocables. El desenlace del conflicto de Argentina con Repsol –que no arrancó en la expropiación– demuestra que la política puede ofrecer otras soluciones, plantear otros objetivos más ambiciosos, que cambian la perspectiva de las propias corporaciones y las obliga a realinearse. En un mundo en crisis, tratándose de Europa en particular, y más particularmente de España, las alternativas se abren como en abanico.
Los alcances de la decisión política argentina de recuperar YPF todavía están por verse, pero hasta aquí es todo ganancia. Se recuperó la inversión, empiezan a llegar inversiones que estando la petrolera en manos extranjeras no llegaban y la producción detuvo su derrumbe. Hasta ahí, lo palpable. El principio de acuerdo de compensación con Repsol abre otras perspectivas, que se pueden leer en la misma trama de la negociación.
Un factor clave en el futuro de este acuerdo se llama Pemex. Emilio Lozoya, su titular, fue quien impulsó el acuerdo, elaboró la propuesta de compensación que finalmente se acordó y hasta amenazó con romper con Repsol cuando esta misma propuesta fue rechazada por el Consejo de Dirección de la compañía, en junio de este año, a instancias de Brufau.
Lozoya descalificó públicamente a Antonio Brufau (titular de Repsol, nominado por La Caixa en 2004), lo trató de ineficaz en el manejo de la relación con Argentina y lo acusó de una gestión deficiente al frente de la compañía. Por si fuera poco, consideró excesiva su retribución de ocho millones de dólares anuales. Este último lunes, fue Lozoya quien cerró el acuerdo en Buenos Aires con el gobierno argentino, junto a Isidro Fainé, titular de La Caixa, y un ministro del gobierno español. Brufau no fue convidado a esa mesa. Ayer, en Madrid, Lozoya votó en contra de la aprobación de la gestión de Brufau. La relación entre ambos está quebrada. En cambio, mantiene estrechos lazos con Fainé, el mandante de Brufau.
Pemex no oculta su intención de asociarse con YPF para desarrollar un área importante en Vaca Muerta. Lozoya conoce a Miguel Galuccio desde hace tiempo, cuando éste dirigía la filial mexicana de Schlumberger. Ese vínculo habría sido clave para el actual desenlace. Y para lo que podría venir.
Página/12