El pozo Margarita 6, que opera la petrolera española Repsol, ya está considerado como el mayor productor de gas en toda la historia de Bolivia y de la cuenca subandina, tras confirmarse un caudal de producción de seis millones de metros cúbicos por día. La información oficial, entregada este viernes por Repsol en su sede central de Santa Cruz, es resultado de las pruebas sobre el caudal de producción de gas del pozo, cuya vida útil se plantea de 20 años.
La perforación del Margarita 6, que alcanzó los 5.180 metros tras una operación de 18 meses desde abril de 2012, tuvo un costo de 74,5 millones de dólares. Con el fin de los trabajos en el pozo, el área de Consorcio de Caipipendi (al sur de Bolivia) a cargo de Repsol -asociada a British Gas y Panamerican Energy de Argentina- “está en condiciones de entregar quince millones de metros cúbicos diarios de gas, lo que supera las cifras comprometidas en el plan de desarrollo aprobado porYacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de 14 millones de metros cúbicos de gas por día para Octubre de 2014”, menciona la comunicación de la empresa española.
El gerente de Comunicación y Relaciones Externas de Repsol, Mauricio Mariaca, ha dado a conocer el programa de exploración de gas para el bienio 2014-2016 con una inversión de unos 350 millones de dólares para el bloque Caipipendi – Huacaya, que se ha convertido en uno de los más importantes productores de gas natural en el país.
La planta de Margarita ha aumentado su producción de nueve a quince millones de metros cúbicos de gas desde septiembre pasado y los nuevos aportes del Margarita 6 darán un respiro a las autoridades bolivianas con este “regalo” de fin de año, ahora que el Gobierno había comenzado a dar señales de preocupación por el alicaído panorama boliviano de hidrocarburos, pilar de la economía boliviana.
Los pozos en actual producción dan evidentes muestras de agotamiento y a ello se suma la escasísima inversión en la exploración de nuevos campos de gas. Las tareas de exploración se han reducido al mínimo con 20 pozos perforados en siete años, según los expertos, en las áreas concedidas a las contratistas y a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), responsable de toda la cadena productiva hasta la comercialización.
Las autoridades bolivianas habían rechazado hasta ahora las advertencias de los expertos petroleros, que alertaban de un inminente déficit en la producción, pero en los últimos meses han dado énfasis a la firma de acuerdos de exploración de gas natural con varias empresas. Gazprom y la firma franco belga Total se han comprometido con el Gobierno a invertir en 2014 alrededor de 130 millones de dólares en la exploración en el Bloque Azero, que cuenta con un área de 786.000 hectáreas en los departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz.
El Gobierno también ha ampliado a un 22% del territorio boliviano el total de la superficie para exploración de nuevos campos de gas. Entre 2007 y 2012 ha pasado de 2,8 a 24 millones de hectáreas de tierras para concesiones petroleras, informa el Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB) de Cochabamba.
Las nuevas áreas incluyen territorios de diez de las 22 áreas protegidas y territorios indígenas, comprometidos en los convenios que el Gobierno ha suscrito con Petrobras, British Gas y YPFB Chaco. En las áreas protegidas y en territorios indígenas se requiere de un acuerdo previo entre los pobladores y las contratistas para cualquier operación, aunque parece no ser el caso en el bloque Azero, según ha declarado el experto Jorge Campanini al periódico digital PIEB.
El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, ha informado de que el 23% del monto de inversiones incluido en el Presupuesto General del Estado, equivalente a mil millones de dólares, se ha destinado al sector de hidrocarburos. El exministro de Hidrocarburos Mauricio Medinaceli considera, sin embargo, que este esfuerzo no resulta suficiente para aumentar significativamente las reservas de Bolivia (que podrían llegar, en la hipótesis de un uso total, a 60 trillones de pies cúbicos), ya que solo se prospectará el 20% de las áreas con potencial gasífero y las inversiones previstas son pequeñas.
La Fundación Milenio asegura que el elevado potencial hidrocarburífero en Bolivia demanda abrir mercados atractivos y destaca que los precios subsidiados en el mercado doméstico “no generan el incentivo necesario para la inversión en exploración y explotación”.