La petrolera española reconoció ayer que el monto de la compensación por la expropiación de sus acciones en YPF asciende a 5000 millones de dólares. La Argentina pagará con títulos públicos y la empresa española levantará las demandas.
Las negociaciones entre Repsol y el gobierno argentino están en la recta final. La petrolera española reconoció ayer que el monto de la compensación por la expropiación de sus acciones en YPF asciende a 5000 millones de dólares. A través de un breve comunicado a la Bolsa de Madrid, la compañía informó que “atendiendo al principio de acuerdo anunciado en el mes de noviembre” revaluó su participación en la empresa local. Los activos por 7500 millones de dólares anotados en sus balances desde la expropiación fueron reducidos hasta 5000 millones de dólares, la cifra que ofreció la Argentina. Los directivos de Repsol indicaron a sus accionistas que los cambios redundarán en “un saneamiento de 1279 millones de euros después de impuestos”, un eufemismo para la pérdida que asumirán en relación con el guarismo registrado en su contabilidad. La Argentina pagará con títulos públicos y la empresa española levantará todas las demandas presentadas contra el país, fundamentalmente el reclamo de un resarcimiento por 10 mil millones de dólares en el tribunal del Banco Mundial.
Los técnicos del Ministerio de Economía y la petrolera ibérica mantuvieron esta semana encuentros en Buenos Aires para terminar de cerrar los aspectos legales. El próximo martes, el directorio y la Asamblea de Accionistas de Repsol deberán aprobar el Balance 2013 y dar el visto bueno para concretar el acuerdo con la Argentina. La comunicación enviada ayer a la Bolsa de Madrid representa un indicio muy fuerte sobre la finalización del conflicto que ya lleva dos años. Aunque expectantes advierten que es necesario esperar el anuncio formal de la petrolera. Las reuniones se extenderán hasta el miércoles, por eso la resolución de la disputa económica y política podría informarse ese mismo día.
Desde el equipo económico confirmaron a Página/12 que el pago se realizará a través de un mix de varios títulos públicos ya existentes (se deben ampliar sus emisiones) y la entrega de un nuevo bono a diez años con una tasa de interés cercana al 8,75 por ciento. Todavía se desconoce el monto que será entregado de cada instrumento. Los bonos que ya están en el mercado le permitirían a la petrolera española venderlos rápidamente y hacerse de efectivo. Así se cumpliría una de las exigencias del acuerdo: la liquidez de los activos entregados. En total, los papeles que obtendrá Repsol contabilizarán 5000 millones de dólares, pero es probable que la Secretaría de Finanzas emita títulos por una cifra nominal superior para garantizar que a “valor de mercado” se alcance ese monto. La instrumentación del acuerdo requerirá una ley o DNU, ya que las emisiones no estaban contempladas en el Presupuesto 2014. Según informaron distintos medios españoles, resta definir los avales que entregará la Argentina como garantía del cumplimiento del acuerdo.
En el Ciadi, el tribunal del Banco Mundial, la petrolera española demandó al país por 10 mil millones de dólares y el presidente de la empresa, Antonio Brufau, incluso deslizó la posibilidad de reclamar una cifra mayor. En paralelo, Repsol anotaba en sus balances que sus acciones de YPF valían 7500 millones de dólares. “No le vamos a pagar lo que ellos dicen”, afirmó el ministro de Economía, Axel Kicillof, después de la expropiación en referencia a la cifra reclamada por Brufau. “Pagaremos una compensación porque es lo que dicta la ley. Estamos muy decididos a aplicar la ley del Congreso, compensar de manera justa y razonable a aquellos que perdieron el control de la compañía y del paquete accionario”, explicó a fines del año pasado el titular de Economía.
La Ley de Soberanía Hidrocarburífera que permitió la recuperación del control de YPF estipulaba una compensación por la expropiación del 51 por ciento de las acciones. El procedimiento legal indica que el Tribunal de Tasaciones determina el precio de los bienes, que en un plazo de dos años el pago se hace en efectivo y, si el expropiado no está conforme, puede reclamar en la Justicia. Ese organismo fijó un precio por Aerolíneas Argentinas. La evaluación del comportamiento predatorio de la administración española sobre los activos de YPF hacía prever que el Gobierno exhibiría una durísima posición contra la petrolera ibérica.
A finales de noviembre se alcanzó un principio de acuerdo, con la determinante intervención de la petrolera estatal de México –Pemex, que posee el 9,34 por ciento de Repsol– y el gobierno de España. Diciembre y enero permitieron terminar de acercar las posiciones sobre la forma de pago y la terminación de las abundantes demandas cruzadas. Ayer los directivos de Repsol dieron un indicio muy fuerte sobre la definición del conflicto al informar que la nueva valuación de la empresa en el balance coincide con el monto ofrecido por la Argentina. Entre martes y miércoles, los accionistas deben aprobar el acuerdo. El último paso será la emisión de los bonos por parte de la Argentina.
Página/12