El próximo lunes, el gobierno nacional y los gobernadores que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) cerrarán el proyecto final de la nueva Ley de Hidrocarburos.
Según informaron a Tiempo Argentino fuentes de ambas partes, hubo acercamiento de posiciones que confluirán en una normativa adecuada a los intereses de cada uno. Uno de los gestores del diálogo fue el gobernador de Chubut y jefe de los estados petroleros, Martín Buzzi. De diálogo con fluido con el titular de YPF, Miguel Galuccio, Buzzi habló telefónicamente con sus pares bajándole la tensión a la discusión. “Tenemos que dar algo a cambio, y ganamos todos”, explicó a este diario un asesor del funcionario provincial.
En principio, esas concesiones tienen que ver dos puntos: en primer lugar, Nación aceptaría que no se toquen los contratos petroleros vigentes, es decir, que no haya retroactividad en la norma, al menos en ese aspecto. Es que muchas de las empresas provinciales de energía renovaron las concesiones el año pasado, y no quieren perder terreno justo en el momento en que la actividad del no convencional empezó a mostrar resultados numéricos en los pozos. De hecho, el que con más ahínco batalló por este punto fue el gobernador neuquino, Jorge Sapag: la empresa Gas y Petróleo del Neuquén (GyP) es la que mayor cantidad de contratos tiene rubricados.
En el borrador que inicialmente elaboró la Nación con la injerencia directa de Galuccio, la revisión de contratos iba hacia adelante y atrás en el tiempo.
El otro punto que está en disputa es la participación de las compañías provinciales en la licitación de nuevas áreas. Nación pretende que esas empresas compitan de igual a igual con YPF y las firmas privadas, tanto nacionales como internacionales. El texto normativo que analiza Planificación estipula que se adjudicarán áreas sin privilegios “a la empresa que proponga la mayor inversión o actividad exploratoria”. Aquí sigue la polémica porque en el oficialismo consideran que esta igualdad en la competencia para el acceso a áreas es clave para la atracción de inversiones. Y se da justo en un escenario en el que, sobre todo para YPF, es de suma relevancia el ingreso de dólares frescos para empezar a extraer hidrocarburos no convencionales.