“Las reformas en el marco del acuerdo Chevron-YPF ahora se transforman en Ley”

Entrevista a Hernán Scandizzo del Observatorio Petrolero Sur, sobre la reforma de la Ley de hidrocarburos
Por Enredando Mañanas
Un día después de que la Cámara alta diera media sanción a la nueva Ley de Hidrocarburos, Hernán Scandizzo, periodista e integrante  del Observatorio Petrolero Sur, dialogó sobre el proyecto en el marco de la emisión del Enredando las Mañanas del viernes 10 de octubre. Impulsada por el Ejecutivo, se trata de una normativa polémica que amplía y otorga nuevos plazos para las concesiones hidrocarburíferas.
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Enredando las mañanas:
Con este proyecto se difundió que la soberanía en materia energética estaba garantizada, ¿ustedes cómo leen a esta iniciativa a la cual le falta media sanción para convertirse en Ley?
Hernán Scandizzo: Nosotros entendemos que esta reforma de la Ley de Hidrocarburos tiene como destino promover la inversión externa, es la única finalidad porque es el único tema que toca. Lo que hace es generar mayores beneficios y oportunidades al capital trasnacional. Las reformas en el marco del acuerdo Chevron-YPF, por ejemplo, tanto en los Decretos 927 y 929 como en el acuerdo con la provincia de Neuquén para hacer la explotación de Vaca Muerta, en Loma Campana, ahora se transforman en Ley.
El año pasado, con el Decreto 929, a las empresas que invirtieron más de mil millones de dólares en un proyecto se les concedió que, a partir del quinto año, pudieran exportar el 20% de la producción a precio internacional y liquidar utilidades en la casa matriz sin ningún tipo de trabas o, en su defecto, vender ese crudo en el mercado interno, también a precio internacional y liquidando divisas en la casa matriz. Eso va a convertirse en ley de aprobarse este proyecto sin modificaciones en Diputados, y ya no para proyectos de mil millones de dólares sino de 250 millones de dólares. Se bajan los requisitos, pero se mantienen los beneficios.
Incluso, en las explotaciones en la plataforma submarina estos beneficios llegarían al 60% de la producción, que se podría vender al mercado interno a precio internacional o directamente exportar. Lo que se ha hecho es desandar todos los avances que se habían logrado con la Ley de Soberanía Hidrocarburífera en 2012, cuando se expropió a Repsol. En aquella ley se terminaba con la libre disponibilidad, el Estado iba a tener un rol fuerte en las decisiones. Hoy en día se les está garantizando la libre disponibilidad a las libres empresas.
 
ELM: Desde el Observatorio Petrolero Sur ¿con qué relacionan esta propuesta de ley que se hace desde el oficialismo? ¿Tiene que ver con la necesidad de ingresos de divisas?
HS: Tiene que ver con una elección del Gobierno de apostar a que el sector corporativo va a dar las soluciones, por eso se está planteando dar beneficios a ese sector para que ingrese y haga inversiones en el país con el objetivo de que entren dividas. Ese es el gran problema que está afrontando esta gestión. Se apostó a que el problema energético lo iban a resolver las mismas transnacionales que nos llevaron a esta situación.
Aquí se está abordando el tema energético como si fuera un tema sólo de hidrocarburos, cuando el problema tiene otras dimensiones, es mucho más dinámico, mucho más amplio. Hay otras políticas para implementar e, incluso, hay otras fuentes energéticas para desarrollar y cubrir la demanda.
 
ELM: El senador por el Movimiento Popular Neuquino, Guillermo Pereyra,  habló ayer y dijo que reflejaba improvisaciones en este proyecto de ley y que, además, estaba focalizado a modificar los roles de las provincias ¿También trastoca ese tema?
HS: Creemos que sí es improvisado porque, a dos años de Ley de Soberanía Hidroacrburífera, está desandando todo ese camino recorrido. De afirmar con vehemencia que la única alternativa era el desarrollo de yacimientos no convencionales, particularmente el de Vaca Muerta, ahora lo que se quiere promover es el desarrollo de otras fuentes como puede ser la plataforma continental o la cooperación terciaria. Entonces se deja claro que no era una única alternativa, sino que hay muchas más alternativas y que el gobierno había apostado a una.
Por otra parte, se estandariza todo lo que tiene que ver con la parte fiscal, con los plazos de las concesiones, las regalías y demás. Esto les quita participación a las provincias, ya que las empresas controladas por ellas -como es el caso de Petrominera en Chubut- van a perder posibilidades de intervención. Se dice “ahora las reglas son para todos iguales”, pero la asimetría que hay en un proceso licitatorio entre Exxon, Shell, Chevron y una empresa provincial no está contemplada. No hay posibilidad igualdad con lo que impone esta ley.
 
ELM: ¿Qué alternativas se proponen desde espacios como el Observatorio Petrolero Sur?
HS: Primero, dejar de ver la política en términos de cuatro años. No se puede plantear una reforma ni una solución a todo el problema energético si vamos pensar al país en esos términos. Una diversificación de la matriz energética implica un ejercicio de planificar de acá a 25, 30 o 40 años, como para reformular todo el sistema de transporte y ver los potenciales que tienen otro tipo de fuentes.
Se dice que las energías limpias y renovables no son económicamente viables, pero si al sector hidrocarburífero le sacásemos todos los beneficios que está teniendo, tampoco sería sostenible. Entonces, una alternativa es que haya políticas de promoción de energías limpias, que realmente la UTN (Universidad Tecnológica Nacional), el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) e INVAP (empresa nacional de tecnología en Río Negro) tengan programas de desarrollo. Por ejemplo, INVAP ha desarrollado tecnología eólica, pero para hacer un  parque eólico como el que se está proyectando en Tres Arroyos se está comprando tecnología China, cuando hay un desarrollo propio y nacional. Estimular eso y tener políticas de largo alcance va a ir construyendo otras salidas.
Todo el camino es de construcción, de ir construyendo una política en soberanía energética con la participación de las organizaciones sociales y populares, definiendo para qué se genera energía y cómo se van a emplazar estos proyectos en los territorios.
 
ELM: Por último, ¿Cuán lejos crees que estamos del autoabastecimiento energético?
HS: Es complejo poder decir a cuánto estamos porque hasta ahora la única empresa que ha incrementado la producción, o por lo menos los niveles de extracción, ha sido YPF. El resto no ha mostrado una gran decisión y siguen extorsionando para obtener mayores beneficios. Creo que no va a ser algo inmediato.
Hubo un discurso exitista respecto a que con Vaca Muerta se iba a lograr el autoabastecimiento en poco tiempo, pero los hechos están demostrando de que no es así. Anticipar cuándo se lograría el autoabastecimiento es un poco temerario, no nos animamos a hacer un pronóstico.
RNMA