Petróleo sangriento, cantimploras en el desierto y un revival del CEA

Enfrascado en su propia guerra de egos y preso de una campaña presidencial que empezó demasiado temprano, el establishment criollo casi no tomó nota del iceberg que asomó su punta esta semana en el horizonte de la economía global. Aunque el derrumbe del precio del petróleo y de las principales bolsas del mundo por la desaceleración de Alemania y China promete graves complicaciones para la transición argentina, la agenda del empresariado no se apartó en estos días de la polémica por la ley de abastecimiento y de qué presidenciables irán a saludar al coloquio de IDEA en Mar del Plata. El desplante del G-6 a Augusto Costa volvió a tensar la relación con el Gobierno, pero también agudizó las internas entre las cámaras patronales. Un senador radical que votó en contra de la ley de la discordia pidió aplicarla contra supermercados y envasadores de yerba. Y el torniquete contra las importaciones metió la cola en los preparativos para enfrentar un eventual brote de ébola, tras haber multiplicado las importaciones “hormiga” de productos que nunca habían viajado en aviones de pasajeros, como ciertos neumáticos premium.

El desarrollo de Vaca Muerta se complica con la baja del precio del petróleo.

Alejandro Bercovich.- El desplome del 20% del barril de petróleo desde principios de junio, que lo dejó esta semana en su nivel más bajo en cuatro años, puede aliviar en el cortísimo plazo la factura por las importaciones de gas para generar electricidad. Pero la mala noticia es mucho más preocupante, en especial para el próximo presidente. El banco Morgan Stanley lo puso en números anteayer: para que los pozos de shale oil en Vaca Muerta alcancen el break even (punto en el que se compensan los costos y a partir del cual se obtienen ganancias), el barril no debe bajar de 85 dólares. Ayer, por primera vez desde 2012, perforó por un rato el piso de los 80.

Pocos prevén que la tendencia vaya a revertirse. Gazprom, la petrolera rusa que dejó pagando la semana pasada a Débora Giorgi con el anuncio frustrado de un contrato por u$s 1.000 millones con YPF, estimó que el precio puede estabilizarse en los próximos meses entre 70 y 75 dólares. El príncipe saudita Al-Waleed bin Talal dejó en claro que los dueños de las mayores reservas del mundo no ven con malos ojos una caída de precios por un par de años que saque de competencia a los nuevos productores no convencionales, como Argentina, cuyo costo de extracción es mucho mayor. Para Neuquén, el riesgo es seguir el ejemplo del sur de Texas, donde rocas como la de Barnett dejaron de ser rentables cuando cayeron los precios locales del gas.

Con el petróleo a menos de 85 dólares, no hay ley de hidrocarburos capaz de convencer a petrolera alguna de seguir a Chevron en su experimento de Vaca Muerta con YPF. Aunque el área de Loma Campana ya produce 21.000 barriles diarios de crudo equivalente y se convirtió en dos años en el segundo yacimiento más productivo de la Argentina, la apuesta aún es incierta. La revolución del shale, que disparó 54% la producción estadounidense en sólo una década, incrementó la oferta frente a una demanda que flaquea por la amenaza de otra recesión global.

El desplome del barril hace tambalear a toda Sudamérica: la promesa del petróleo presal brasileño, los planes reeleccionistas de Rafael Correa y la supervivencia de Nicolás Maduro en Venezuela. También afecta a Rusia, una de las fuentes de las cuales Axel Kicillof espera obtener los dólares necesarios para que Cristina Kirchner entregue el bastón de mando en un clima de paz social. La mitad de los ingresos del gobierno de Vladimir Putin provienen de los hidrocarburos.

¿Vuelve el CEA?

En ese contexto, el debate sobre la ley de abastecimiento parece más un entretenimiento pueblerino que una discusión seria. La decisión del G-6 de pegar el faltazo a una convocatoria para debatir su reglamentación que hizo el secretario de Comercio, Augusto Costa, fue una victoria del ala dura de la UIA frente al sector más componedor, encarnado paradójicamente por el diputado massista José De Mendiguren. “Vayamos a negociar la reglamentación a ver si salvamos algo”, propuso el Vasco unas horas antes de la cita. “No les creemos nada”, le respondieron. Nadie fue.

Los popes del G-6 que se habían reunido la semana pasada con Kicillof (la UIA, la Bolsa, las Cámaras de Comercio y de la Construcción y los bancos de ADEBA) quedaron muy molestos con Luis Miguel Etechevehere, el jefe de la Rural, quien hasta ayer celebraba en público no haber asistido a aquel convite. Barajaron incluso expulsarlo pero finalmente decidieron que intentarán incorporar a otros sectores del agro para diluir su representación. Piensan en Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), vieja socia de la UIA en el Grupo Productivo.

Pero la interna va más allá y se expresará en todo su esplendor en el coloquio de IDEA desde el miércoles próximo en Mar del Plata. Cita social obligada para gerentes, segundas líneas corporativas, políticos opositores y comunicadores nostálgicos, aunque no para los verdaderos dueños del país, el evento promete acoger a los principales presidenciables modelo 2015. No por eso el G-6 bajará la guardia. “IDEA es el Foro de Convergencia, y es lo que era históricamente el Consejo Empresario (CEA) de (José Alfredo) Martínez de Hoz. Desde que se creó la AEA (en 2002) hay fuertes presiones para que todos nos fundamos en ese lobby. Pero los fierros están en las cámaras, que tenemos 100 y hasta 150 años. Por eso somos más dialoguistas, porque tenemos más responsabilidades”, dijo a BAE Negocios el más veterano lobbista de una de las cámaras.

Quien también hizo gala de sus dotes dialoguistas fue el senador radical por Corrientes, Nito Artaza. En una reunión para tratar la crisis de los productores yerbateros con Costa, exigió que el Gobierno aplique la Ley de Abastecimiento a supermercados y empacadores de yerba. Lo que extrañó a los potenciales afectados, que estaban presentes, fue que el actor cómico había votado contra el proyecto para reformar la ley unas pocas horas antes.

El Gobierno tendrá que cuidar al máximo las “dos cantimploras para cruzar el desierto” que le quedan en el Banco Central, como las definió esta semana el asesor sciolista Miguel Bein. Es lo que explica el endurecimiento de las normas para girar dividendos y para importar que ayer aprobó el directorio que preside Alejandro Vanoli. Es lo que llevó a que recién esta semana se hayan autorizado las compras de los uniformes que deben usar los enfermeros que traten eventuales infectados por el ébola si llega al país. Y es lo que genera, también, reacciones defensivas como la de quienes ingresan al país cada vez más productos que escasean en la plaza local en aviones de pasajeros. Sólo los de Aerolíneas Argentinas procedentes de Miami, según fuentes de la propia empresa, traen a diario hasta una decena de neumáticos premium que ya no se consiguen acá. La Aduana de Ezeiza, cada vez más desbordada por esas importaciones “hormiga”, ya inició varias causas penales por contrabando a pasajeros que no supieron cómo ocultarlas en su equipaje.

BAE