LA FIRMA INVERTIRÁ EN UN BLOQUE QUE LLEGA HASTA RÍO NEGRO. PERO PODRÍA NO RENOVARLO.
El millonario anuncio de inversiones que realizó la semana pasada Petrobras, en Neuquén, no pasó desapercibido en Río Negro. Es que el bloque en cuestión, Río Neuquén, tiene una continuidad geológica en la vecina provincia, del otro lado del curso ribereño.
En ambos casos, la titular es Petrobras. Del lado neuquino, el contrato se renegoció hasta el 2027 a partir de la ley 2615, sancionada en el 2008. Ahora, la firma aspira a desembolsar unos 250 millones de dólares hasta el 2016 para desarrollar unos 15 pozos de tight gas. Permitirán sumar alrededor de 1,4 millones de metros cúbicos día, un 63% más que lo que actualmente se produce.
Del lado rionegrino, el contrato quedó envuelto en una nebulosa: la firma brasileña incluyó Río Neuquén entre las áreas para extender su permiso de explotación, pero el rechazo de la Legislatura en medio de una fuerte puja política dejó todo en foja cero. De no prosperar un acuerdo, los papeles se vencerán en el 2017. Es prácticamente imposible que una empresa lance un plan de desarrollo con tres años en el horizonte.
El cuadro se complejiza. Es que Petrobras podría sacar Río Neuquén del paquete de bloques que aspira a renegociar. Contra reloj, por el plazo de 90 días que dejó la nueva ley petrolera, la brasileña no quiere sumarse un problema: es que si bien tiene buena perspectiva de desarrollo al igual que la parte neuquina, el sector rionegrino está en medio de una zona de chacras productivas. Y el espejo del bloque vecino, Estación Fernández Oro, es más que elocuente.
A tal punto le preocupaba a Petrobras la posible conflictividad de ese bloque, que en la propuesta original de renegociación ensayó una entente sui generis: sumó con un 5% del contrato a la estatal Edhipsa, pero no lo hizo con carry, sino con aporte directo. La idea era tener de su lado al Estado cuando tuviera que iniciar las siempre complejas relaciones con los superficiarios. Pero nada de esto prosperó.
La formación Punta Rosada, una arena compacta a unos 4.000 metros bajo tierra dentro de la conocida formación Lajas, promete excelentes resultados en tight. La promesa de la geología se refuerza con los nuevos precios del Plan Gas II, que lleva el millón hasta 7,5 dólares, una cifra más que atractiva en momentos donde el crudo baja.
NUEVO EQUIPO
Para el desarrollo, la firma incorporó un nuevo equipo de perforación de 1.500 HP que permite realizar pozos de hasta 5.000 metros de profundidad. El mismo tiene una operación más simple, mayor versatilidad y logra reducir los tiempos de DTM (desmontaje, transporte y montaje).
En el período 2014 – 2016, la inversión ascenderá a 245 millones de dólares y se perforarán al menos 15 pozos. Pero el programa completo supera ampliamente los 600 millones de dólares, una señal de la potencialidad que tiene el bloque.
A eso hay que sumarle el desarrollo, también de tight gas, en El Mangrullo, el yacimiento que administran Cutral Co y Plaza Huincul.
Pese a que la petrolera brasileña da señales de vida en la Cuenca Neuquina, sigue con el cartel de venta colgado. Los rumores de desinversión son cada vez más fuertes, sobre todo en los activos que posee en Santa Cruz.
Mientras tanto, enfrenta un duro embate a nivel interno en Brasil, donde se destapó un verdadero escándalo de corrupción que involucra a miles de personas y cuyas afectaciones a los dineros públicos supera los 9.000 millones de dólares.