Si bien la triada Scioli-Macri-Massa apuesta fuertemente a la explotación de Vaca Muerta, en la última reunión de gobernadores petroleros, éstos respaldaron a Scioli como su candidato.
Por OPSur- En el marco de la reunión de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) en Neuquén, se realizó el Seminario Internacional de Energía convocado por la fundación Desarrollo Argentino (DAR), usina de políticas públicas del sciolismo. El punto central del encuentro fue garantizar el futuro de Vaca Muerta y respaldar a los candidatos de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria (FpV). En el discurso de cierre Daniel Scioli prometió la continuidad del modelo y políticas públicas trazadas desde inmediatez rentista extractiva, coherente con la concepción de los hidrocarburos como commodities.
El cónclave contó con la presencia de siete gobernadores petroleros, los ministros de Planificación y Economía, Julio De Vido y Axel Kicillof; la secretaria de Energía, Mariana Matranga y el CEO de YPF, Miguel Galuccio; además de los agasajados candidatos del FpV, Daniel Scioli y Carlos Zaninni.
Acta con pactos e impactos
“Tenemos que convertirnos en una nación exportadora de gas”, afirmó Daniel Scioli, según la frase que uno de los principales diarios locales le atribuye. En concordancia con el acta acuerdo, en el discurso durante el acto prometió la continuidad del “proyecto”, en que un estado empresario de la mano de YPF protagonice los cambios y erogue los montos necesarios para que Vaca Muerta se convierta finalmente en lo anhelado. En ese momento, todos -trasnacionales, pymes, trabajadores y estados- serán beneficiados, augura el discurso oficial.
El candidato a presidente convocó a “la comunidad petrolera, a sus trabajadores y a las provincias, a acompañarnos con este acta compromiso, donde el sector energético, la minería sustentable, la ciencia y la tecnología, el sector de agroalimentos y el turismo, son los pilares fundamentales de la gran agenda del desarrollo nacional, allí vamos a poner todo el esfuerzo”.
El acuerdo firmado, de manera elíptica, juega con el discurso de ganamos todos: “Impulsaremos la generación de una visión compartida sobre el desarrollo del petróleo y el gas convencional y no convencional entre los distintos niveles de gobierno, las empresas, los trabajadores y la sociedad para formar un círculo virtuoso donde la creación de valor económico garantizará el desarrollo social y comunitario y la protección del medio ambiente.” Sin embargo, el nudo del documento son las garantías sobre la expansión de los no convencionales. A su vez, reafirma el poder de los Estados provinciales en potestad sobre los recursos del subsuelo y la percepción de regalías.
El acta asegura que se sostendrán los beneficios otorgados por los distintos programas de estímulo a la extracción, así como también sostener el desacople del precio del barril local con el mercado mundial. Argentina mantiene el precio del barril de 77 dólares mientras que en el mercado mundial danza entre los 40 y 50 dólares.
Además, gobernadores y candidatos se comprometieron a impulsar “la concreción económica de proyectos que agreguen valor en origen a nuestros hidrocarburos, en áreas tales como la refinación, la industria petroquímica y de fertilizantes.” Sostener el control de los precios de los combustibles es un punto importante, ya que la incidencia de su consumo en la economía es inmediata. Desde que el Estado asumió el control del 51% de YPF, la compañía ha aumentado notablemente el precio de los combustibles, tener el control significa poder tirar de la soga sin que se corte.
Las energías renovables tienen su lugar en un párrafo en el que se mezclan con desarrollos extractivos. “Generaremos incentivos que estimulen el desarrollo de proyectos de generación de energías renovables (eólicas, solares, hidroeléctrica, etc.), así como la optimización de yacimientos hidrocarburíferos maduros, hidrocarburos pesados, o la utilización de técnicas de EOR o de recuperación secundaria o terciaria.”
También fue plasmada la transferencia de recursos públicos a privados, a través de las inversiones de infraestructura, que generan reducción de costos operativos. “Incentivaremos la asociación Público – Privada para el desarrollo de infraestructura (rutas, vías férreas, viviendas, obras de aguas y saneamiento, etc.) para mitigar el impacto territorial de los desarrollos; y de infraestructura y equipamiento para la formación profesional y capacitación laboral.”
La formación in situ para la satisfacción de las demandas laborales de mano de obra calificadas también es enunciado como marco de continuidad. “Trabajaremos muy fuertemente en la generación de la oferta de mano de obra calificada necesaria para abastecer esta demanda, vinculando la oferta académica con el mercado laboral.” En este sentido, el rol de las universidades terciando entre estado y empresas es central. Otro punto de continuidad son las inversiones en ciencia y tecnología. La creación de YTEC, una empresa mixta compuesta por un 51% de YPF y un 49% del CONICET, generó una significativa reducción de los costos operativos al conseguir sustituir la importación de arenas para fractura. El acta subraya: “Impulsaremos el desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicada a la industria energética, federalizando la política científica”.
Si bien fueron varios CEOs los que expusieron en la jornada, Teófilo Lacroze, de Shell Argentina, expresó más claramente los requisitos demandados para invertir en Vaca Muerta: “Seguridad jurídica, libre mercado, productividad laboral y libre disponibilidad de utilidades”.