Durante los años 60, el gigante del petróleo Texaco firma un contrato con el gobierno Ecuatoriano para extraer petróleo en la zona amazónica. Hasta los años 90, Chevron compro Texaco, extrae millones de barriles de petróleo, permitiéndole a la empresa generar enormes gananzas. Pero, esta extracción intensiva causa inmensos daños para el medioambiente.
Cuando Chevron se va del Ecuador en 1992, deja atrás de el mas de un millón de pozos por todo el territorio. Aproximadamente 18 mil millones de litros de aguas toxicas siguen infiltrándose en el suelo y en los ríos. Esta agua contaminada es utilizada por la población local para beber, bañarse o pescar.
30.000 ecuatorianos y ecuatorianas, víctimas de esta contaminación, persiguen a Chevron en Justicia, reclamando indemnizaciones.
Una película de Chris Den Hond y Mireille Court. 52 minutos.