Compartimos el último número de Voces en el Fénix, dedicado al abordaje desde diversas perspectivas en torno alas actividades extractivistas en la región
Respeto a la naturaleza, condición para sobrevivir
Editorial Voces en el Fénix N°60
Por: Abraham Leonardo Gak
El hombre, desde sus orígenes, ha intervenido y modificado la naturaleza para satisfacer sus necesidades de alimento, abrigo y esparcimiento. En la antigüedad, la demanda y la utilización de los recursos naturalesno era exagerada gracias al menor número de habitantes que albergaba el planeta. Pero, con el correr de los tiempos y debido al desarrollo de la humanidad,se produjeron modificaciones sustantivas que trajeron aparejado el aumento exponencial de la producción para hacer frente a la demanda de un número creciente de individuos.
Como consecuencia de este aumento poblacional, y con el fin de alcanzar una mayor equidad en el acceso a los bienes y servicios, se ha generado un modo de explotación de la naturaleza que conlleva unas consecuencias catastróficas para el medioambiente y para todos sus componentes. Continuar con este modelo explotador implica un riesgo para el futuro cercano, ya que la ambición desmedida de los hombres no respeta la capacidad y el tiempo de reproducción que necesita la naturaleza para no ser destruida.
Estas agresiones tienen varias expresiones, entre ellas, el agotamiento de la explotación de la tierra; la aplicación ilimitada e inescrupulosa de tecnologíasy de recursos científicos en el tratamiento de la producción agraria; la sustitución de bienes que requieren decenas de años para reproducirse por monocultivos que dañan la tierra; la extracción de recursos naturales sin preocuparse por el desastre ecológico resultante. En resumen, la destrucción de todo lo que habita el planeta.
En las últimas décadas se ha desarrollado y se ha extendido un pensamiento críticocon respecto a los principios morales y la lógica del sistema económico vigente en el mundo, que llamamos capitalista, que es el marco dentro del cual se lleva a cabo este proceso de destrucción de la naturaleza sin límite ni razonabilidad.
Es indispensable la construcción de nuevo sistema económico, político y social que, por un lado, asegure la provisión de los bienes y servicios necesarios para la supervivencia y que garantice la equidad entre todos los habitantes del mundo, y que, por otro lado, detenga y regule los consumos indiscriminados e innecesarios de los bienes comunes que nos brinda la naturaleza para preservar la vida del planeta.
Cabe mencionar que las problemáticas ambientales no afectan solamente a nuestro país, sino a toda la región; es por ello que es necesario coordinar una tarea en defensa del medioambiente que incluya la elaboración de legislaciones comunes y la planificación de acciones solidarias que conviertan en realidad nuestra condición de países hermanos.