Siete empresas en el horizonte no convencional de la Cuenca Neuquina
- Foto: Martín Álvarez Mullally / OPSur
Por Hernán Scandizzo y Martín Álvarez Mullally
La llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación, en diciembre de 2015, significó un nuevo viraje en la política hidrocarburífera de Argentina. Del modelo de intervención estatal implementado durante la segunda presidencia de Cristina Fernández a partir de 2012, con la sanción de la Ley de Soberanía Hidrocarburífera y la expropiación parcial de YPF, se pasó al de apertura al mercado: quita de retenciones a la exportación de crudo, adopción de la cotización internacional del barril como precio interno, liberación del precio de los combustibles y paulatina eliminación de trabas a la exportación de gas. Conjunto de medidas que están en consonancia con las que fueron aplicadas en la década de 1990, en el contexto de reforma neoliberal del Estado. Una vuelta al mercado celebrada y demandada por las cúpulas de las petroleras privadas.
Signo de los nuevos viejos tiempos fue el nombramiento de Juan José Aranguren, ex CEO de la filial local de Shell, como ministro de Energía y Minería,1 y de Ricardo Darré, ex managing director de Exploración y Producción de la compañía Total en Estados Unidos, al frente de YPF.2 Si bien ni Darré ni Aranguren permanecen en esas funciones, sus nombramientos hicieron que muchas miradas se posaran sobre las petroleras europeas y se formularan algunas preguntas. La primera, y lineal, ¿las empresas europeas vienen por Vaca Muerta?3, o en otros términos, ¿van a motorizar la explotación de los reservorios no convencionales de gas y petróleo de la Cuenca Neuquina? Ese interrogante planteaba la duda, también, de si tales empresas actuaban en bloque. Y surgían hipótesis tales como, “a las petroleras europeas les interesa posicionarse sobre este mega reservorio porque, en el marco de la crisis climática y la crítica a los fósiles, postulan al gas como combustible puente a hacia energías limpias”. Sobre esos interrogantes e hipótesis volvemos en este trabajo.
En fichas por empresas reconstruimos el derrotero de siete compañías -Total, Wintershall, Shell, Equinor, Gazprom, BP y Phoenix Global Resources- de cara al desarrollo de no convencionales: el proceso de acaparamiento de superficie -acreaje- sobre Vaca Muerta, alianzas, horizontes productivos. Acotamos la mirada a la actividad de exploración y producción –upstream-, sin adentrarnos en el universo de las empresas de servicios ni en otros eslabones de la cadena del sector hidrocarburos. Incluso dejamos de lado el trading4, un segmento en expansión, en la medida que Vaca Muerta es concebida como un megaproyecto de clase mundial abierto al mercado, es decir, a la exportación.
Foto: Martín Álvarez Mullally / OPSur
¿Nacionales o europeas?
El diario de mayor circulación del norte de la Patagonia argentina publicó, en la primera mitad de 2018, un informe sobre los dueños de Vaca Muerta. Allí destacaba que cuatro de las diez empresas petroleras que concentran mayor superficie sobre el mega reservorio de hidrocarburos no convencionales son extranjeras: Total, francesa; Exxon, estadounidense; Shell, anglo-holandesa; y Vista Oil & Gas, mexicana. Acto seguido, presentaba al grupo de las seis empresas nacionales mejor posicionadas: la empresa de bandera YPF, Pan American Energy LLC (PAE), Tecpetrol, Pluspetrol, Pampa Energía y la provincial Gas y Petróleo del Neuquén (GyP).
Este agrupamiento por origen, que refleja un sentido común extendido, merece algunas consideraciones. ¿Se puede afirmar, por ejemplo, que PAE es una empresa argentina? Su casa matriz está radicada en Delaware, Estados Unidos, y es controlada por Pan American Energy Group SL, grupo registrado en España y conformado, en partes iguales, por la británica BP y Axion Energy Holding SL, que también tiene sede en España. Axion Energy Holding SL, en tanto, pertenece a Bridas Corporation, con casa matriz en Islas Vírgenes Británicas, cuya propiedad se dividen en partes iguales la familia argentina Bulgheroni y la petrolera china CNOOC. Pasando en limpio, el 75 % del paquete accionario de PAE es controlado por capitales no argentinos desde paraísos fiscales. Una consideración similar podría hacerse con Tecpetrol -perteneciente al grupo ítalo-argentino Techint, que controla la familia Rocca-, actualmente, es una de las más beneficiadas por la política de subsidios a la producción de gas de yacimientos no convencionales. Se podría extender la mirada también a Pluspetrol, cuyos titulares son argentinos pero tiene casa matriz en Holanda -Pluspetrol Resources Corporation N.V.
Cabe preguntarnos, entonces, ¿qué define que una empresa sea nacional? Según la respuesta, variará la apreciación sobre el grado de transnacionalización del sector hidrocarburífero en Argentina. Lo mismo, ¿qué entendemos por empresa europea? Porque detrás de una compañía con casa matriz en ese continente puede haber una cadena de firmas, algunas de ellas radicadas en paraísos fiscales de otros continentes y con participación, por ejemplo, de capitales chinos. Según la respuesta, dependerá dónde se hará foco. Creemos que es importante plantear estas preguntas, aunque no sea el objetivo de este trabajo responderlas, para poner de manifiesto las complejidades que solapan ciertas afirmaciones.
Por nuestra parte, decidimos enfocarnos principalmente en compañías que funcionan como íconos, es decir, empresas de bandera o con una fuerte identificación con el o los países donde funciona la casa matriz, como es el caso de Total con Francia, Wintershall con Alemania, Shell con Holanda y el Reino Unido, Equinor (antes Statoil) con Noruega y Gazprom con Rusia -aunque este país, por su extensión, es un continente en sí mismo. También sumamos a PAE, que es parcialmente controlada por BP, y Phoenix Global Resources (PGR), firma de reciente creación a la que están vinculados los empresarios argentinos -Daniel Vila y José Luis Manzano- pero que tiene casa matriz en el Reino Unido y participación mayoritaria del holding suizo Mercuria a través de una serie de empresas radicadas en diferentes países.
- Foto: Martín Álvarez Mullally / OPSur
Trayectorias
El nivel de intervención de las empresas europeas en la actividad hidrocarburífera en Argentina varía, por lo que es difícil pensarlas como un bloque homogéneo. PAE/BP, por ejemplo, es la principal productora privada del país, en 2017 fue responsable del 20,3% del crudo y del 12,3 % del gas extraído, ubicándose detrás de YPF (46,5 % del crudo y 36,5 % del gas); mientras que Total, con el 26,7 %, fue la segunda productora de gas de Argentina. En tanto Shell, la principal firma privada en refinación y venta de combustibles, está reorientando sus inversiones hacia la producción de crudo, con una participación, de momento, marginal. Lo mismo ocurre con la producción de crudo y gas de Wintershall y PGR, que fueron inferiores al 1 %; mientras que Equinor y Gazprom, aún no iniciaron la etapa de extracción.
También la trayectoria de las compañías es diversa; mientras que la anglo-holandesa se instaló en la década de 1910, en un contexto de fuerte gravitación del capital británico en la economía del país, Total Austral y Wintershall comenzaron a operar hacia finales de los años setenta, durante la dictadura cívico militar (1976-1983), en el marco de la apertura del sector al capital privado. BP, por su parte, lo hizo a finales de la década de 1990, cuando se fusionó con la estadounidense AMOCO y se convirtió en socia mayoritaria de PAE, también en un momento de expansión del capital privado sobre el sector, en tiempos de reforma neoliberal del Estado. Mientras que Equinor ingresó al país de la mano de Vaca Muerta en 2017, y algo similar podría suceder con Gazprom, de concretarse el acuerdo de asociación con YPF. PGR, por su parte, creada en 2017, surge de la fusión de empresas con actividad en el país desde la primera década del 2000.
Si bien se registran avances en bloque, la convergencia de empresas con casa matriz en Europa en un mismo proyecto -por ejemplo, de Total, Wintershall y PAE, o de Total y Shell- no es una modalidad adoptada en la era Vaca Muerta; pueden rastrearse antecedentes en desarrollos convencionales en la misma Cuenca Neuquina, como las áreas Aguada Pichana y San Roque5 -en las que en los últimos años se pusieron en marcha desarrollos no convencionales-, al igual que en bloques de la cuenca Austral Marina6 -frente a las costas de la Isla de Tierra del Fuego-, e incluso en los septentrionales yacimientos de la provincia de Salta.7 Estas alianzas refieren a sinergias necesarias para afrontar la complejidad técnica y la alta demanda financiera que requiere la puesta en producción de ciertos bloques o las campañas exploratorias en áreas que constituyen nuevas fronteras.
Así como se verifican alianzas entre compañías europeas, se da también el ingreso de firmas extranjeras a bloques con potencial no convencional a partir de su asociación tanto con la empresa provincial GyP como con YPF. Cabe señalar que las áreas hidrocarburíferas que estaban bajo dominio de la provincia del Neuquén fueron incorporadas a los activos de GyP cuando se creó la empresa, en los albores de los no convencionales. Esta transferencia ha posibilitado que las uniones transitorias de empresas (las UTE) constituidas con la petrolera neuquina funcionen como concesiones directas, dado que permiten a las empresas asociadas acceder a los bloques sin que los acuerdos sean sometidos previamente al control parlamentario. Un mecanismo que ha sido cuestionado por ser poco transparente.
- Foto: Martín Álvarez Mullally / OPSur
Expansión no convencional
Desde los primeros años de la década de 2010 a la fecha hubo un progresivo incremento de la participación de empresas europeas en proyectos de exploración y producción de hidrocarburos no convencionales en la Cuenca Neuquina. A pesar de ello, YPF lidera la avanzada, tanto en relación a la concentración de superficie sobre Vaca Muerta como al monto de las inversiones y al número de proyectos en fase productiva. Según un relevamiento realizado por el diario Río Negro, la compañía de bandera concentra un 35,3 % de la superficie (9605 km²), seguida por GyP con 5,8 % (1575 km²), Total Austral con 4,8 % (1316 km²) y PAE con 4,8 % (1298 km²), mientras que Shell se ubica en el octavo puesto, con el 2,9 % (786 km²) y Wintershall en el décimo primero, con el 2,3 % (622 km²). Cabe señalar que Phoenix Global Resources destaca, en informes para inversores, que cubre aproximadamente el 7,5 % del total de la formación Vaca Muerta; un dato que debe ser tomado con reservas, ya que ese porcentaje puede ser construido a partir de acceder a áreas alejadas de las zonas de mayor interés geológico.
Más allá de lo representativo que pueda ser la acumulación de superficie, con las salvedades antes expresadas, Vaca Muerta tiene diferentes significados para cada una de las empresas:
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Para Shell es el retorno al upstream, segmento en el que tenía escasa presencia desde la década de 1970. El interés de la compañía por Vaca Muerta no sólo se manifiesta en el progresivo aumento del acreaje sobre la formación de lutitas, sino también en la reestructuración de su horizonte, al desprenderse del 50 % de sus activos en el segmento de refinación y comercialización para concentrarse en exploración y producción. Un dato para destacar es que si bien a nivel global la compañía es una de las líderes en el comercio de gas natural licuado (GNL), y postula al gas natural como combustible puente hacia el desarrollo de fuentes limpias, sus principales avances en la cuenca Neuquina se orientan a la producción de shale oil -a comienzos de 2018 anunció inversiones con la meta de extraer 40 mil barriles diarios en 2021, actualmente no supera los 12 mil. Si bien en el plano local resulta significativa la reorientación de las inversiones de Shell, en el porfolio internacional de la compañía, las mayores expectativas en América Latina estarían depositadas más los yacimientos de aguas profundas de Brasil y del Golfo de México que en el gas y crudo de lutitas de Vaca Muerta.
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En 2017 BP/PAE relegó a un segundo plano las inversiones en su principal activo, el yacimiento Cerro Dragón -el más importante en producción de petróleo convencional del país, ubicado en las provincias de Chubut y Santa Cruz- y concentró el mayor volumen en no convencionales en la Cuenca Neuquina. Si bien la compañía comenzó en 2011 el desarrollo de tight gas, la opción por esa vía se consolidó paulatinamente y se manifestó con claridad a partir de 2015, año en que ingresó al área Aguada Cánepa, asociada a GyP, y en que tomó el control de Bandurria Centro. Desde entonces, sumó la operación del bloque Coirón Amargo Sur Este y, con la división del área Aguada Pichana, en la que ya participaba, comenzó a operar la UTE Aguada Pichana Oeste y mantuvo un porcentaje en la UTE Aguada Pichana Este/Aguada de Castro, a cargo de Total Austral.
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Total Austral, presente en la Cuenca Neuquina desde la década de 1990, a partir de 2010 comenzó expandirse hacia zonas de interés geológico sobre Vaca Muerta, hasta convertirse en la empresa europea con mayor superficie acumulada sobre la formación, y la tercera en términos generales, detrás de YPF y GyP. Se trata de un dato paradójico, dado que la extracción del gas y el petróleo allí contenidos debe realizarse mediante fracking, y Francia ha sido uno de los primeros países en prohibir la implementación de esa técnica en su territorio; y más paradójico aún si se tiene en cuenta que en su avanzada no convencional realizó fractura hidráulica dentro del Área Natural Protegida Auca Mahuida. Con desarrollos no convencionales y offshore en la cuenca Austral, la empresa francesa se consolida como la principal productora privada de gas de Argentina.
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Wintershall, presente en la Cuenca Neuquina a través de diversas UTE operadas por Total Austral e YPF, no solo incrementó su acreaje al acceder a dos áreas en la provincia de Neuquén, sino que además opera una de ellas, en la que está asociada con la empresa provincial GyP. También avanzó en la vecina provincia de Mendoza en un proyecto convencional, en una UTE con la empresa chilena GeoPark, y no descarta avanzar, desde allí, sobre el potencial de la formación Vaca Muerta. Tomando en cuenta la participación marginal de Wintershall en la producción de hidrocarburos del país y su acotado número de proyectos, su apuesta por los no convencionales es significativa.
- Foto: Martín Barzilai
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Equinor desembarcó en 2017 en Vaca Muerta sobre dos áreas, asociada a YPF y a GyP, en este caso, como operadora. La llegada de la empresa noruega para el desarrollo de yacimientos no convencionales se produce después de un largo proceso de negociación. Su arribo al país se da en un marco de lenta expansión hacia Latinoamérica, iniciado a principios de milenio y orientado principalmente a bloques costa afuera en Brasil -presal-, Surinam -donde opera tres áreas- y campañas de exploración en Nicaragua, Colombia y México. En relación con los desarrollos no convencionales, llega a Vaca Muerta con la experiencia de operar en dos de los principales plays de lutitas de EE. UU., las formaciones Bakken y Marcellus. Si bien la empresa asegura que la decisión de cambiar su nombre, Statoil por Equinor, refleja el proceso de transformación de compañía petrolera a energética, con horizonte en el desarrollo de fuentes limpias y renovables -acorde a la agenda que impone la crisis climática-, en América Latina concentra su participación en proyectos que amplían la frontera extractiva fósil hacia las energías extremas.
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Las negociaciones para el ingreso de Gazprom a la Cuenca Neuquina, a través de su asociación con YPF, se iniciaron en 2015, durante el Gobierno de Cristina Fernández, y hasta el cierre de este informe está pendiente la firma del acuerdo. La empresa rusa expresó su interés por el área Estación Fernández Oro (Río Negro), que actualmente es una de las más importantes del país en producción de tight gas.
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Phoenix Global Resources fue creada en 2017, a partir de la fusión de Andes Energía y Petrolera El Trébol, controlada por la suiza Mercuria. Ambas firmas tenían una participación marginal en la producción de hidrocarburos. En el sector hidrocarburífero local, el derrotero del grupo Vila-Manzano estuvo marcado por la “actividad inmobiliaria”, es decir, la adquisición de áreas de escaso interés para ponerlas en valor y luego venderlas. La decisión de Mercuria de ampliar su actividad en el país se da en simultáneo con el desembarco de la holandesa Trafigura,8 otra líder mundial en la comercialización de petróleo y carbón. Que ambas compañías recalen en Argentina cobra particular relevancia en un contexto en el que el Gobierno nacional implementa medidas para liberar las exportaciones de hidrocarburos, y desde el sector corporativo se plantea que, para hacer efectivo el desarrollo masivo de yacimientos no convencionales, debe garantizarse un mercado para lo extraído.
Fuentes consultadas:
Aringoli, F. (2018), “Quiénes son los dueños de Vaca Muerta”, en Río Negro, 30 de junio de 2018.
El Cronista (2014), “Destacan el nivel de reservas de shale en la Argentina“, en El Cronista, 23 de mayo.
Enlace por la Justicia Energética y Socioambiental (2017), Informe Económico. Ganadores y Perdedores en la Argentina de los hidrocarburos no convencionales.
Enlace por la Justicia Energética y Socioambiental (2018), “Las transferencias económicas a favor de Techint en Vaca Muerta”, en Boletín EJES Nº 20, julio de 2018.
Gandini, N. (2012), “Enarsa negocia asociación con Statoil para buscar shale oil en Neuquén“, en El Inversor Online, 1 de octubre.
Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (2017), “Producción de Petróleo y Gas. Informe 2017”, en Instituto Argentino del Petróleo y del Gas.
Portal Informativo Industrial (2016), “Las compañías de trading, la mano invisible del mercado“, en Portal Informativo Industrial, 17 de enero.
Revista Petroquímica (2011), “Una petrolera noruega quiere buscar hidrocarburos no convencionales en Neuquén“, en Revista Petroquímica, 1 de agosto.
Shell Global (s/d), “Our major projects”, en Shell Global. [En línea] Visto: 9/08/2018.
Zaiat, A. (2015), “La CEOcracia”, en Página/12, 6 de diciembre.
Notas
1Juan José Aranguren fue un encarnizado crítico de las políticas energéticas de los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y se convirtió en el antagónico liberal por excelencia.
2También Cristina Fernández, tras la expropiación parcial de YPF, puso al frente de la petrolera de bandera a un ex CEO, el ingeniero Miguel Galuccio, procedente de Schlumberger.
3Las formaciones de lutitas Vaca Muerta y Los Molles, ubicadas en la cuenca Neuquina, tienen un potencial estimado en 582 TCF de gas según la Agencia de Información Energética (EIA) de EEUU, que las considera, además, uno de los principales reservorios globales. La cuenca Neuquina, ubicada en el norte de la Patagonia Argentina, comprende las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza y La Pampa.
4Las compañías de trading, en sus orígenes, operaban como intermediarias entre la oferta y la demanda de una materia prima concreta, en el caso de los hidrocarburos, por ejemplo, entre las productoras y las empresas que precisan de petróleo para su refinamiento. Pero poco a poco se expandieron hacia otros eslabones de la cadena, como el transporte, almacenamiento e, incluso, refinación.
5Ambas áreas fueron adjudicadas a las UTE conformadas por Total Austral, Wintershall, PAE e YPF.
6La concesión Cuenca Marina Austral 1 es operada por Total Austral en sociedad con Wintershall Energía y PAE.
7O&G Developments (Shell CAPSA) integra, junto a otras empresas, la UTE Acambuco, que opera PAE.
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