La lucha de las gestiones obreras contra una tarifa energética injusta

La Cooperativa Confluencia consiguió hoy el restablecimiento del suministro eléctrico y mantener la fábrica en actividad. Los y las trabajadoras ceramistas denunciaron una política discriminatoria de tarifas y subsidios que perjudica a las empresas sin patrón.

Por OPSur.- La gestión obrera de la ex Cerámica Neuquén, logró que la Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza (CALF), que presta servicio en la capital neuquina, restablezca el servicio eléctrico, interrumpido hace dos semanas. El acuerdo contempla dos elementos centrales: el compromiso de saldar la deuda a través de un plan de pagos y el cambio de titularidad del medidor, que pasa de la antigua patronal a nombre de la Cooperativa Confluencia. La negociación en la sede de CALF fue acompañada por organizaciones sociales y políticas que se movilizaron en apoyo a la empresa recuperada.

Bernardo Retamales, presidente de la Cooperativa Confluencia, destacó que el acuerdo es parte del esfuerzo que están haciendo los y las trabajadoras de la gestión obrera, que incluso van a tener que resignar parte de su sueldo para poder cumplir con los pagos a CALF. Sin embargo, consideró que es parte de un compromiso por llevar adelante la fábrica. “Hace dos semanas que tenemos la luz cortada y queremos volver a producir. Lo más importante es eso, que vamos a reactivar la fábrica y vamos a poder seguir trabajando y sosteniendo 80 puestos de trabajo”.

Por su parte, Alejandro López, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén, valoró el acuerdo: “Nos dieron un golpe duro, porque sentimos que iban contra una experiencia [sostenida] con mucho sacrificio. Pero ese golpe lo supimos asimilar, porque acá estamos parados. El cambio de titularidad del medidor también tiene una simbología muy importante: es un reconocimiento a estos largos años de lucha. Esa fábrica tiene que quedar definitivamente en manos de los compañeros y compañeras que han decidido luchar y mantenerla en producción”, sostuvo.

Como consumidor industrial, la ex Cerámica Neuquén tiene fijada una cantidad de potencia por contrato con CALF. Cualquier cambio en los consumos significa multas que abultan la factura y terminan haciéndola impagable para los presupuestos que maneja la fábrica. Los altos costos de la electricidad y la ausencia de una política de subsidios y tarifas diferenciadas son, de acuerdo a las y los trabajadores ceramistas, los causantes de esta crisis de pagos de servicios públicos.

Mariano Pedrero, abogado de la Cooperativa Confluencia, afirmó que “la historia de la industria de la cerámica [en Neuquén] es una historia de subsidios”. Desde el punto de vista del capital, son fábricas creadas para funcionar con subsidios, y siempre que estuvieron bajo control de la patronal hubo tarifas diferenciadas tanto para el gas como para la energía eléctrica. A partir de que se pusieron en pie las gestiones obreras, desaparecieron los subsidios, entonces uno de los reclamos históricos es que vuelvan esos subsidios, porque eso es lo que permite que las fábricas sigan en producción. Hay una discriminación evidente, porque los gobiernos no quieren que las fabricas sigan en pie”, agregó.

Cabe destacar que también FaSinPat en su momento sufrió cortes de suministro por no poder pagar la tarifa de energía. A raíz de esta situación, e inspirada en la experiencia de la cooperativa gráfica Madygraf, que también produce bajo gestión obrera, comenzó a trabajar en un plan de eficiencia para optimizar el consumo energético y reducir costos.

La Cooperativa Confluencia es una de las tres fábricas del complejo ceramista de Neuquén, las otras dos son FasinPat (ex Zanon) y CerSinPat (ex Stefani), que también son empresas recuperadas. En 2014 Cerámica Neuquén fue puesta bajo control obrero luego de una serie de incumplimientos de pagos de sueldos por parte de la patronal. Para el próximo 27 de octubre está contemplado el remate de la fábrica, lo que mantiene en alerta a trabajadores ceramistas y organizaciones solidarias. Las y los trabajadores de la ex Cerámica Neuquén reclaman una solución definitiva que permita la continuidad de la gestión obrera.