Namibia siempre estuvo cerca

Yacimientos costa afuera y geopolítica corporativa

Por Víctor Quilaqueo / Observatorio Petrolero Sur para la séptima edición de la revista Fractura Expuesta .- Las principales corporaciones petroleras del mundo gozan de buena salud. De la mano de políticas estatales, fundamentalmente de Europa y Estados Unidos, avanzan en una disputa por asegurar materias primas donde la explotación costa afuera toma un lugar central. En ese contexto, se aproxima la exploración en el mar Argentino. 

La exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas y ultraprofundas del mar Argentino es una de las principales políticas energéticas de los últimos años. En otras notas, hemos revisado de qué manera se da este proceso y sus resistencias, que han permitido la masificación de un movimiento de defensa del mar en el litoral atlántico, desde la provincia de Buenos Aires a la de Tierra del Fuego (1). En este artículo, revisamos el contexto internacional en el que se inscribe esta ampliación de la frontera, que incluye las disputas por asegurar las cadenas de aprovisionamiento de materias primas que demandan los mercados de las economías centrales. 

Las iniciativas de exploración y explotación se deben a relaciones geopolíticas, traccionadas principalmente pero no de manera exclusiva por Europa y Estados Unidos, quienes muy explícitamente le otorgan un valor central a su acceso al gas y al petróleo, y al control de toda la cadena de producción e intercambios de lo que llaman materias primas críticas (cobre, cobalto, níquel, litio, entre otras decenas más de elementos). 

Las palabras de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, y la visita oficial a la Argentina de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en enero y junio de 2023 respectivamente, visibilizan algunos elementos de esta coyuntura (2). En el caso de la primera, se viralizó un comentario realizado en una conferencia sobre la mirada de Estados Unidos sobre los “recursos naturales” de América Latina. Allí, Richardson ponderaba la existencia de litio, hidrocarburos, agua y minerales en casi todos los países de la región (3). Para muchas personas fue llamativo que se refiriera a estos recursos como “nuestros”, algo que actualizaba la visión de Latinoamérica como “patio trasero” de Estados Unidos. La dignataria europea, por su parte, hizo menos declaraciones públicas, pero consolidó una política visible en la firma del Memorándum de Entendimiento entre la Unión Europea y Argentina, cuya disposición central apunta a consolidar la cadena de valor de materias primas críticas para la transición energética y digital (4) (ver la nota de Ghiotto, Bárcena y Müller).

La novedad del escenario de las últimas décadas la constituyen la crisis climática y el relativo agotamiento de yacimientos convencionales de hidrocarburos. Esto ha activado una serie de mecanismos económicos y políticos a fin de incorporar al mercado de bienes energéticos gas y petróleo de reservorios remotos o alojados en formaciones geológicas no convencionales. 

Ganancias fósiles

En medio de este fervor por materias primas, el sector petrolero y energético global se muestra robusto, aferrado al crecimiento de la demanda de petróleo y gas. En ese contexto, apuesta al avance de nuevas fronteras y maniobra en un escenario global cuyos resortes financieros acompañan la preeminencia de los fósiles (5). Empresas como Equinor, Shell, Qatar Energy y BP han informado ganancias históricas y proyectan más explotación de hidrocarburos para los próximos años.

En febrero, Shell informó ganancias récord (6), y BP anunció su propio hito y puso en suspenso su agenda de reducción de emisiones (7). Equinor, TotalEnergies y Eni siguen más o menos la misma senda, es decir, profundizan la extracción fósil. En un informe publicadopor OilChange International dedicado a examinar los planes climáticos de estas compañías, se repite el panorama: “Por cada dólar de inversión en energías renovables en 2022, Equinor destinó 28 dólares más a la extracción de petróleo y gas, lo que contradice su objetivo de ser ‘una empresa líder en la transición energética’” (8). Por su parte, TotalEnergies, “además de aumentar la inversión en combustibles fósiles, […] priorizó los pagos a inversores en 2022. La empresa informó 18 200 millones de dólares en dividendos y recompra de acciones en 2022, es decir, casi cinco veces más de lo que […] invierte en ‘energías bajas en carbono’” (9). Mientras tanto, Eni anunció que en 2023 planea aumentar la extracción de petróleo y gas entre un 3 % y un 4 % por año hasta 2026: “La empresa está en camino de producir más petróleo y gas en 2030 que el año pasado”. (10)

De acuerdo con el informe “The Dirty Dozen” sobre el lavado verde de doce petroleras europeas, publicado por Greenpeace Europa Central y Oriental en agosto, mientras aumentaron las ventas, aumentó la distribución de beneficios al interior de las compañías en una proporción mayor a la de las propias inversiones. Una de las conclusiones del informe señala que los ingresos y las ganancias de las compañías aumentaron en promedio entre un 70 % y un 75 %, mientras que las inversiones solo se incrementaron un 37 %. En un período de altos precios de petróleo y gas, en el que las empresas destinaron gran parte de sus ganancias a beneficios corporativos, los números refuerzan la narrativa de un negocio fósil renuente al cambio. En 2022, el 92,7 % de las inversiones de estas compañías fueron destinadas al sector fósil, y solo el 7,3 % se destinó a la producción de energía baja en carbono, (11) un objetivo que solo tiene relevancia en la publicidad corporativa.

Las principales compañías del sector operan. Se comportan como un grupo compacto, activan en los territorios un fuerte poder de lobby para generar condiciones favorables que luego comparten entre sí formando bloques. Así podríamos describir la situación en Guyana, país de menos de 800 000 habitantes, en cuya plataforma continental se ubica uno de los mayores descubrimientos costa afuera de los últimos tiempos. En la denominada cuenca Guyana-Surinam, ExxonMobil, más la petrolera estadounidense Hess y la china CNOOC, son actualmente los principales exportadores de crudo, y desde 2015 posibilitaron la llegada de otros actores, como Tullow, TotalEnergies y Qatar Energy. (12)

Del lado de Surinam, país vecino a Guyana, se repite la obra con un elenco similar. En 2020 fue el turno de TotalEnergies y Apache, otra petrolera estadounidense, de anunciar descubrimientos masivos en el mar, esta vez en aguas superficiales, que irían en relativa continuidad con los bloques en prospección del lado guyanés. (13) A su debido tiempo, la empresa francesa le dio la bienvenida a Surinam a Qatar Energy (14), y junto a ExxonMobil estaría tramando una regulación conjunta de ambos países sudamericanos para explotar la cuenca Guyana-Surinam (15).

A esta hiperconectada red de exploración y explotación fósil se incorporaría el mar Argentino. El hallazgo de un importante reservorio de hidrocarburos en el Atlántico frente a las costas de Namibia por parte de Shell y TotalEnergies aumentó la efervescencia de las empresas del sector, que afirmaron que en la Cuenca Argentina Norte habría yacimientos similares (16). El efecto local fue potente. Todo el sector fósil, que incluye a funcionarios públicos y del consorcio liderado por YPF, Equinor y Shell, comenzó a emitir casi simultáneamente anuncios para obturar el debate en torno a la perforación de un pozo exploratorio en aguas ultraprofundas en esa cuenca. La aprobación del pozo Argerich es, hasta la fecha, uno de los avances más concretos del sector en cuanto a crear condiciones para allanar el proceso exploratorio costa afuera, frenado por movilizaciones callejeras y acciones judiciales (17).

Haciendo uso de su posición dominante en el sistema energético, las compañías petroleras nacionales y transnacionales vienen ejerciendo un rol clave a la hora de instalar el tema en el ámbito público. De hecho, no lo llevan a debate. Con gran despliegue territorial, fuerte presencia en medios de comunicación y una aceitada agenda interna, construyen un escenario de avance que se nutre de este panorama global y desembarca en las costas del país con las mismas promesas con las que hace diez años desembarcó en Vaca Muerta: empleo y generación de divisas. 

1.- Desde 2018 hasta la fecha, un amplio arco de organizaciones ha tomado parte activa en la defensa jurídica y territorial frente a esta avanzada. Nos referimos a los esfuerzos de la Red de Comunidades Costeras y al trabajo de un verdadero ecosistema de organizaciones, asambleas, activistas, espacios de investigación y medios de comunicación que han contribuido a ampliar el debate y, en la medida de las posibilidades, detener la expansión de esta nueva frontera.

2.- Página/12, “La jefa del Comando Sur de Estados Unidos vuelve a la Argentina, con la mira en los recursos naturales y el vínculo con China” (11/4/2023). Disponible en línea.

3.- Casa Rosada, “Memorándum de entendimiento para una asociación estratégica sobre cadenas de valor sostenibles de materias primas entre la Unión Europea y la República Argentina” (13/6/2023).

4.- Energy Institute, “Energy system struggles in face of geopolitical and environmental crises” (26/6/2023); International Energy Agency, “Oil Market Report – August 2023” (8/2023). Disponibles en línea. Las citas en inglés fueron traducidas por el autor.

5.- Jack, S. y N. Edser, “Shell reports highest profits in 115 years”, BBC (2/2/2023). Disponible en línea.

6.- Edser N., D. Thomas y N. Nanji, “BP scales back climate targets as profits hit record”, BBC (7/2/2023). Disponible en línea.

7.-  Véase para una perspectiva geopolítica más abarcativa en Universidad de la Defensa Nacional, “CEEPADE: Recursos naturales estratégicos: implicancias y desafíos”, video de YouTube, publicado el 12/7/2023; G. Lahoud, “Pujas que la transición energética no disuelve”, OPSur (18/11/2021). Disponibles en línea. Tong, D. y K. Trout, “Big Oil Reality Check 2023. An Assessment of TotalEnergies, Eni, and Equinor’s Climate Plans”, OilChange International (25/5/2023). Disponible en línea. Las citas en inglés fueron traducidas por el autor.

8.- Tong, D. y K. Trout, “Big Oil Reality Check 2023…”

9.- Bukold, S. “The Dirty Dozen. The Climate Greenwashing of 12 European Oil Companies”, Greenpeace International (23/8/2023). Disponible en línea.

10.- World Energy Trade, “Exxon amplía su presencia en Guyana con un sexto proyecto petrolero de 12 900 millones de dólares” (22/8/2023). Disponible en línea.

11.- World Energy Trade, “Total y Apache realizan un descubrimiento significativo de petróleo en Surinam” (8/1/2020). Disponible en línea.

12.- Petroleum, “TotalEnergies aumenta su presencia en Surinam” (15/5/2023). Disponible en línea.

13.- Petroleum, “Total-Exxon desarrollarán el gas de Guyana-Surinam” (22/6/2023). Disponible en línea.

14.- El Cronista, “Por qué un hallazgo de petróleo en África activa la perforación de pozos offshore frente a Mar del Plata: hay u$s 100 000 millones en juego”, (8/4/2022); Oil&Gas Middle East, “Namibia’s offshore oil discoveries estimated at 11 billion barrels” (24/8/2023). Disponibles en línea.

15.- El Destape, “La noruega Equinor comenzará la perforación de un pozo offshore a fin de año” (5/7/2023). Disponible en línea.

16.- Página/12, “Litio, petróleo y agua dulce: Estados Unidos ni disimula sus intereses en América latina” (24/1/2023). Disponible en línea.

17.-  El Destape, 5/7/2023. Disponible en línea.