El gobierno de EEUU gastó más de u$s140 millones en las tareas de limpieza del vertido en el Golfo de México, según informó el almirante del Servicio de Guardacostas
En su rueda de prensa diaria para informar sobre las operaciones para contener la fuga de petróleo en el Golfo de México, Thad Allen indicó, además, que se han recogido ya 15 millones de litros de petróleo con el sistema de una campana de contención instalada la semana pasada.
Los 140 millones de dólares provienen del Fondo de Responsabilidad del Derrame de Petróleo del Gobierno federal, pero Allen notificó ayer que la empresa British Petroleum (BP), que opera el pozo, es “financieramente responsable de todos los costes asociados con la respuesta al derrame”.
La semana pasada la Casa Blanca anunció que envió una factura por 69 millones de dólares a la petrolera por los costes acumulados hasta ese momento por las labores de limpieza del vertido de crudo.
El pasado lunes, BP informó que el coste de limpieza y contención del vertido superaba ya los 1.600 millones de dólares.
Sobre el ultimátum de 72 horas que el Gobierno dio a la empresa para presentar un plan con fechas para frenar el derrame, Allen señaló que la propuesta de BP fue remitida hace dos noches y los equipos de coordinación la estudian.
Aunque no detalló su contenido, sobre el que el Gobierno dará una respuesta a lo largo del día, el almirante explicó que su equipo revisa los tiempos y las cantidades de recogida de petróleo que la compañía podría capturar.
“Vamos a tener una conferencia telefónica más tarde para asegurarnos de que entendemos los datos sobre el tiempo, si son lo suficientemente pronto. Queremos que lo hagan rápido”, señaló, en alusión a los planes de recogida de petróleo de BP.
Los otros asuntos que analizan son los relacionados a las estimaciones del derrame, que ayer se elevaron hasta 40.000 barriles diarios de petróleo (6,4 millones de litros), un máximo que antes se había situado en los 20.000 barriles (3,2 millones de litros).
Sin embargo, reconoció que conseguir cifras fidedignas sobre la magnitud del desastre es todavía una tarea difícil.
“Estamos todavía lidiando con la estimación del flujo. Estamos intentando pulir esos números”, aseguró.
La operación para taponar la fuga consiste en una campana de contención y una tubería para el trasvase del crudo desde la campana a los barcos petroleros que aguardan sobre la superficie marina.
Por el momento, el buque de exploración “Discover Enterprise” recoge entre unos 15.000 y 18.000 barriles diarios, al que se añadirá el “Clear Leader” y el “Q4000”, que podrán estar funcionando a finales de junio.
Además, se prepara un nuevo sistema de recogida con navíos de más capacidad de almacenamiento y con mangueras más flexibles que se puedan desconectar en el caso de huracanes.
Estos son los “Toisa Pisces” y “Loch Rannoch” que se dirigen al Golfo desde el Mar del Norte “ahora mismo”, precisó, y que podrían estar operando a mediados de julio.
El derrame del Golfo, la peor catástrofe medioambiental de la historia de EE.UU., empezó el 20 de abril con una explosión y el hundimiento de una plataforma petrolífera, que supuso la muerte de once personas y una fuga de petróleo que ha contaminado ya la costas de Alabama, Florida, Luisiana y Misisipi. (EFE)
Infobae
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Buscan vender el fluido que recuperaron del mar
El almirante de la Guardia Costera Thad Allen dijo que desde que comenzó la fuga ya se recuperaron de la boca del pozo mediante mangueras y tubos más de 15 millones de litros de crudo. Otros 62 millones fueron recogidos de la superficie del mar, agregó. El líquido recogido contiene en general solamente de un 10% a un 15% de crudo.
Con ese dato, las tratativas continúan para encontrar un comprador para todo ese petróleo recogido, dijo el vocero de BP Mark Proegler.
Es posible que el crudo no sea vendido directamente a una refinería por BP o ni siquiera procesado en el Golfo. Las grandes empresas petroleras tienen secciones comerciales que comúnmente intercambian barriles de crudo con otras o lo venden a mercaderes que lo colocan en muchas partes del mundo, dijo Langlinais.
Una vez que el crudo llega a la refinería, puede terminar en multitud de productos y derivados incluyendo nafta, diesel, combustible de calefacción, asfalto y prácticos, incluyendo las bolsas usadas en los supermercados, las fundas de los teléfonos celulares y electrodomésticos, además de materia prima en la industria química.
Otro posibilidad, había dicho BP, es que con lo recaudado por la venta se constituya un fondo para tareas ecológicas o de ayuda para salvar la fauna dañada.
Clarín