A partir de 2010 los franceses pagarán una tasa por emisión de dióxido de carbono

 

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Deberán abonar 17 euros por tonelada de CO2 al consumo de petróleo, gas y carbón para combatir el calentamiento del planeta. “La protección del medio ambiente es crucial”, consideró el presidente francés Nicolas Sarkozy.
Francia aplicará a partir de 2010 una tasa de 17 euros (24 dólares) por tonelada de CO2 al consumo de petróleo, gas y carbón para combatir el calentamiento del planeta, anunció hoy el presidente Nicolas Sarkozy, cuya medida rechazan la oposición y la mayoría de los franceses.

“Se creará la tasa al carbono a partir de 2010 sobre el petróleo, el gas y el carbón”, como un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas responsable del cambio climático, sostuvo Sarkozy durante un desplazamiento al departamento francés de Ain (centro-este).
El mandatario francés consideró que “la protección del medio ambiente es crucial” no sólo en términos ecológicos sino en medio de la crisis económica global.
“No les pido que elijan entre la ecología y la economía (…) Debemos encontrar juntos el camino que lleve a un crecimiento más justo pues los frutos serán repartidos equitativamente” junto a un consumo de carbono que “respete al hombre y al medio ambiente”, afirmó Sarkozy.
“La tasa al carbono es una elección estratégica”, insistió Sarkozy, que precisó que la producción de electricidad no será gravada con este impuesto pues en Francia “emite poco CO2, gracias a nuestro parque nuclear”, entre otros.
Según Sarkozy, esta iniciativa constituye “la primera etapa de una revolución fiscal” que permitirá una redistribución de los ingresos. El dinero recaudado permitirá inversiones que supondrán la creación de 600.000 empleos en los próximos años, aseguró.
La tasa al carbono, que pagarán los hogares y las empresas por igual, regirá sobre una base de 17 euros por tonelada de CO2, puntualizó el jefe del Estado francés, antes de subrayar que este gravamen será compensado “de igual modo” a los ciudadanos, dos tercios de los cuales rechazan este impuesto ecológico.
Sarkozy no precisó el monto que el Estado recaudará por esta tasa al carbono, denominada oficialmente “contribución clima-energía”.
Según la prensa francesa del jueves, una tasa de 15 euros permitiría ingresos de unos 2.000 millones de euros.
En la práctica, a partir de 2010, una familia con dos hijos que viva en una zona urbana, beneficiará de una reducción de 112 euros (162 dólares) en su primer tercio de declaración del impuesto a la renta. Y si están exentos de impuestos, “recibirán un cheque verde por la misma suma”.
Una familia con dos hijos en zona rural, beneficiará de una reducción de 142 euros (206 dólares) o recibirá un “cheque verde”.
“La tasa carbono impulsará a los franceses a desviarse del consumo de energías fósiles”, confió el jefe de Estado francés que calificó la iniciativa de “nueva revolución industrial”.
La oposición socialista no lo ve de la misma forma y consideró que este “nuevo impuesto” es “injusto” y “ecológicamente ineficaz”.
Los Verdes expresaron su decepción ante lo que calificaron un “servicio mínimo”.
El anuncio interviene de cara a la Conferencia sobre Cambio Climático de Copenhague (del 7 al 18 de diciembre) que intentará alcanzar un acuerdo internacional sobre la continuación del Protocolo de Kioto, que expira en 2012, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“En diciembre próximo en Copenhague, impulsaremos la conclusión histórica de un acuerdo mundial y no dejaremos que las fuerzas del inmovilismo preparen el terreno para un fracaso”, sostuvo sin olvidarse de sus socios europeos.
Sarkozy aseguró que luchará para obtener una tasa al carbono entre sus socios europeos y consideró que “Asia, Estados Unidos, y los grandes países emergentes, tienen que tomar el mismo camino que Europa”, sostuvo.
Finlandia fue el primer país europeo que impuso una tasa al carbono, en 1990. Le siguieron poco después Suecia e Dinamarca.
Diario Los Andes