Reunión de Brufau con Lorenzino y De Vido: La promesa de más inversiones

La compañía española dejó trascender que la reunión fue “constructiva y positiva”. YPF ha contabilizado una baja sustancial en la producción y reservas de petróleo y gas en los últimos cuatro años. Mañana se juntan los gobernadores petroleros
El ministro de Planificación, Julio De Vido, y el titular de la cartera de Economía, Hernán Lorenzino, recibieron el lunes al presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau. A diferencia de otras oportunidades, el empresario no pudo entrevistarse –al menos al cierre de esta edición– con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El gobierno nacional tiene en la mira a la petrolera por la baja en su producción de petróleo y gas, así como también una caída sistemática de reservas, a pesar de que en los últimos tres años acumuló una utilidad neta de 13.380 millones de pesos y distribuyó más de 18.000 millones de pesos en concepto de dividendos.
Los gobernadores de las provincias petroleras, nucleados en la Ofephi, mantendrán mañana una reunión en la cual probablemente emitan un comunicado exigiéndoles a las petroleras, entre ellas YPF, mayores inversiones. En este sentido, el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, insinuó que “buscarán una ley que hable sobre las concesiones petroleras”.
Según dejaron trascender representantes de la compañía española, el encuentro fue “constructivo y positivo”, en donde Brufau comprometió “fuertes inversiones” en el corto y mediano plazo. Sin embargo, desde YPF indicaron a este diario “desconocer la agenda de Brufau”. Repsol posee actualmente el 57,43 por ciento de las acciones de la ex petrolera estatal. El socio local, el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, tiene un 25,46 por ciento.
La tensión con la compañía comenzó cuando el Gobierno formuló públicamente una denuncia sobre una posible cartelización del mercado de hidrocarburos, donde un conjunto de petroleras vendían gasoil a granel más caro que en los surtidores. Sin embargo, el tema de fondo pasa por los niveles de inversión y producción de la compañía. El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, sostuvo esta semana que “es necesario que la petrolera haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión”.
En los últimos tres años, la compañía obtuvo una utilidad neta de 13.380 millones de pesos. De ese total, la petrolera tuvo que distribuir el 90 por ciento de las ganancias, más un pago extra que se efectuó entre 2008 y 2009, el primer año de la gestión Eskenazi. La ganancia repartida fue de 18.628 millones de pesos, de los cuales el Grupo Petersen recibió un porcentaje equivalente a su capital social dentro de Repsol.
Este esquema tuvo como consecuencia directa una baja en la producción anual de petróleo y gas, una disminución en la refinación y una merma de las reservas de la compañía, situación que acentuó los bajos rendimientos desde que Repsol llegó a YPF. Parte del acuerdo incluyó la posibilidad de que la petrolera aumentara los precios de sus combustibles periódicamente, para obtener una mayor rentabilidad. A cambio, debía invertir.
En lo que va de la gestión local, las reservas de crudo descendieron un 15 por ciento, mientras que la merma en las de gas fue de 32 por ciento, según los datos que aparecen en los balances de la compañía que son presentados en la Bolsa y a los accionistas españoles.
La clave para encauzar esta situación podría estar del lado de los gobernadores. El mandatario de Chubut, que preside la Ofephi, sostuvo que trabajarán en una “ley que hable sobre las concesiones petroleras, que si quieren tener petróleo para adelante deben saldar cuentas para atrás”. El encuentro de los representantes de las provincias ricas en hidrocarburos se concretará mañana.
Página/12

Tregua entre el Gobierno e YPF
En medio de la tensión, los ministros De Vido y Lorenzino recibieron al presidente de Repsol
Una pausa en la tensión entre el Gobierno e YPF pareció vivirse ayer después de que trascendió que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, se reunió con los ministros de Economía, Hernán Lorenzino, y de Planificación Federal, Julio De Vido. Por primera vez en varios días, ningún funcionario nacional o provincial emitió declaraciones contra la petrolera ni se publicaron medidas contrarias a sus intereses.
Según la agencia española EFE, Brufau -que llegó al país el viernes pasado- fue recibido anteayer por ambos ministros. En la sede local de YPF no dieron ayer ninguna información respecto de las actividades de su presidente.
Tampoco los voceros de De Vido y Lorenzino aceptaron confirmar la información. Apenas 48 horas antes de recibir a Brufau, el ministro de Planificación había acusado a YPF de no realizar inversiones en exploración ni desarrollar los yacimientos de shale oil (petróleo no convencional). “Ni siquiera presentó un esquema creíble y sustentable para su puesta en valor”, dijo, en un comunicado que fue difundido con mucho más entusiasmo que la reunión con el presidente de la petrolera.
Diálogo constructivo
El encuentro del empresario con los funcionarios fue “constructivo y positivo”, y le permitió a Brufau exponer los planes de inversión de YPF en la Argentina, según fuentes próximas a la reunión citadas por EFE. Según pudo saber LA NACION, Brufau concurrió a la reunión sin la compañía de Sebastián Eskenazi, CEO de YPF.
Durante el encuentro, ambas partes han acordado seguir “trabajando juntas”, añadió el cable de la agencia española.
Aunque no trascendieron los planes de inversión que expuso Brufau ante los funcionarios, se descuenta que en su mayoría estarán relacionados con el desarrollo de los reservorios no convencionales de petróleo y gas. La empresa ha anunciado que en el área de Vaca Muerta ha hallado recursos de hidrocarburos no convencionales por 927 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Brufau concluirá entre hoy y mañana su visita al país, aunque fuentes del sector consideran que es poco probable que concrete nuevas reuniones con autoridades locales. Ayer se dedicó a explorar los números de la compañía junto con Eskenazi y parte de su equipo. Parte de esos resultados serían comunicados públicamente en los próximos días, como forma de revertir las acusaciones oficiales de las últimas semanas.
La acción de Repsol, que venía de sufrir fuertes caídas en los días previos (retrocedió un 15% en lo que va del año), ayer se convirtió en la tercera entre las que más ganaron en la Bolsa de Madrid. Subió 1,48%, a 20,58 euros, después de haber caído 4,09% la jornada anterior.
Mientras el directivo español exponía al gobierno argentino los planes de inversión de YPF, el vicepresidente Amado Boudou insistía anteayer en que es “necesario” que la petrolera “haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión”.
La llegada de Brufau al país coincidió, el viernes, con el anuncio de la cancelación de incentivos a la producción de crudo y combustibles por unos 2000 millones de dólares, enmarcados en los programas Petróleo Plus y Refino Plus.
Previamente, el Gobierno había denunciado por supuesto “abuso de posición dominante” en el mercado de gasoil a granel a las petroleras YPF, Shell, Esso, Petrobras y Oil Combustibles.
Repsol tiene en la actualidad el 57,43 por ciento de las acciones de YPF, pero la gestión de la petrolera está encabezada desde 2008 por el grupo Petersen, que cuenta con el 25,46 por ciento del capital. Otro 17,09% es de libre flotación y el 0,02% restante está en manos del Estado argentino.
YPF registró en los primeros nueve meses de 2011 ganancias netas de 4506 millones de pesos, un 1,61% menos que en el mismo período de 2010.
1,48%
Rebote
Es lo que subió ayer la acción de Repsol en la Bolsa de Madrid luego de haber caído un 4,09% el día anterior.
La Nación

Reproches y reclamos en una reunión entre Repsol y el Gobierno
Fue en un encuentro que se hizo el lunes entre Antonio Brufau y los ministros De Vido y Lorenzino
Por Martín Bidegaray | Clarín
Antes de reunirse con funcionarios públicos, los ejecutivos de grandes empresas suelen pedirle a sus asesores que les retraten algunos rasgos de la personalidad de sus interlocutores. Del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, se suele decir que es simpático, amable y abierto al diálogo. Por eso, Antonio Brufau, el CEO de Repsol YPF, se sorprendió cuando Lorenzino le espetó “Por fin le conozco la cara al colonizador”. Fue en una reunión que se realizó antes de ayer, en la que también participó el ministro de Planificación, Julio De Vido.
El encuentro, que no fue confirmado por ninguno de sus participantes, estuvo signado por mutuos reproches.
Desde el Gobierno, se marcó que las inversiones de YPF son insuficientes. El empresario español les dijo a Lorenzino y De Vido que tiene previstos usar los más de $ 6.000 millones (o casi US$ 1.400 millones) que ganó YPF en 2011. Y que, sin ese dinero, la empresa española estaría en dificultades.
Tanto en el Gobierno como en la empresa mantuvieron un estricto silencio sobre el contenido de la reunión, que se conoció a través de un artículo publicado ayer por el diario español El País.
La familia Eskenazi no participó del encuentro de Brufau con el Gobierno. El CEO español, que amenazó con irse enojado si no lo atendían en el Poder Ejecutivo, le contará hoy a los Eskenazi cuáles son los planteos del Gobierno y el contenido de sus respuestas.
El Gobierno le planteó a Brufau que YPF debe achicar la remisión de utilidades a su casa matriz en España. En 2011, YPF giró el 96% de sus ganancias: mandó $ 5.565 millones (en dos tramos) sobre los 5.790 millones que tuvo de utilidad. Esto es porque el grupo Petersen (familia Eskenazi) compró el 15% de las acciones de YPF con dos préstamos: uno de la misma Repsol (de US$ 1.015 millones) y otro de un grupo de bancos, por US$ 1.026 millones. Para repagar esos préstamos, los Eskenazi pusieron como garantía su parte en las utilidades de la compañía.
Hasta ahora, el grupo Petersen pagó US$ 407 millones que le debe a los bancos.
Pero le quedan US$ 619 millones, que los Eskenazi tienen que pagar este año.
En el préstamo original – de US$ 1.026 millones – el mayor acreedor es Credit Suisse (US$ 601 millones, el mismo banco donde también tuvo depositados los fondos la provincia de Santa Cruz). Le siguen BNP Paribas (US$ 175 millones), Banco Itaú Europa (US$ 150 millones) y Goldman Sachs (US$ 100 millones).
Además. la misma Repsol ya tiene comprometidas las ganancias de YPF en 2011 para otras operaciones.
En diciembre, la petrolera ibérica compró el 10% de sus acciones que estaba en manos de la constructora Sacyr. Allí prometió pagar US$ 3.400 millones.
“Si Repsol anuncia que girará menos dividendos, complacerá al Gobierno argentino, pero será muy cuestionado por los inversores españoles”, comentaban en los diarios especializados ibéricos.
El grupo Petersen compró otro 10% de YPF en mayo. Repsol le prestó otros US$ 625 millones en esa ocasión y un grupo de bancos (Itaú, Credit Suisse, Citibank España, Standard Bank y BNP Paribas) financió otros US$ 700 millones.
En noviembre, cobraron US$ 37 millones. En 2012, esperaban recibir otros US$ 46 millones. Ahora, dudan sobre esas cuentas.
Clarín