La petrolera recuperada planificó un aumento en el despacho del 11 por ciento para este mes respecto de 2011 e intensificó las operaciones durante el fin de semana. Después de mucho tiempo, no hubo reclamos generalizados por desabastecimiento
Por Raúl Dellatorre | Página/12
En referencia a los antecedentes más recientes, el último fue un fin de semana largo “atípico”. Al menos, en lo que hace a las noticias sobre “desabastecimiento de nafta” o “largas colas en las estaciones de servicio”, que abundaron en las últimas oportunidades en las que un feriado de lunes estiró el descanso semanal. Esta vez, el nuevo pico de afluencia de visitantes a los lugares turísticos no dejó como lastre las quejas de conductores en peregrinaje para cargar el tanque, al menos como expresión masiva. El refuerzo del despacho a estaciones de servicio por parte de YPF desde los primeros días de julio y una operación más ajustada a la real capacidad de planta en refinerías explican, en buena medida, por qué este fue un fin de semana largo “especial”.
El fin de semana venía precedido de conflictos que podrían haber amargado hasta los más modestos planes de descanso fuera de casa. Un paro de transportistas de combustibles que se prolongó con una movilización a Plaza de Mayo dejó un precedente demasiado cercano, pese a que se arribó a un acuerdo salarial dentro de la paritaria que le dio origen al conflicto. En tanto que la disputa entre obreros que cumplen trabajos de construcción en yacimientos (Los Dragones) y la empresa Pan American Energy recién entró en una impasse pasada la mitad de la última semana, tras el acatamiento de la conciliación obligatoria. Aunque desde la provincia de Chubut se había informado que la interrupción de la producción de Cerro Dragón sólo podía afectar a la exportación de crudo, pero no al abastecimiento interno, al tratarse del principal yacimiento productor de petróleo del país no podía descartarse la existencia de dificultades por sustitución.
Por el otro lado, la aplicación de un aumento en los precios de las naftas a mediados de la última semana en los surtidores de YPF y Shell (del orden del siete por ciento en las Súper) no tuvo el efecto de desalentar “las escapadas”, que otra vez marcaron cifras elevadas de turistas con escasos precedentes.
Sin embargo, frente a ese clima previo enrarecido más la suba de precios en surtidor, el dato que prevaleció fue el cambio de manos de YPF y de política de abastecimiento. Según fuentes de la petrolera recuperada por el Estado, para este mes de julio están planificados despachos a estaciones de la red por un volumen 11 por ciento mayor que en julio del año pasado, lo que sumaría 36 millones de litros más a la oferta. Las terminales de despacho de YPF trabajaron durante todo el fin de semana (incluso el feriado del lunes 9), permitiendo que el suministro a estaciones de servicio (exclusivamente para atención a clientes que cargan en surtidor, ya que las ventas al agro y la industria quedan fuera de este cómputo) ascendiera a 62 millones de litros durante las tres jornadas, a lo largo de todo el país.
Esta planificación del despacho marca algunas diferencias sustanciales con respecto a la política de la empresa cuando estaba en manos de Repsol. Usualmente, en los últimos años, ante un incremento en la demanda frente a un fin de semana largo, las dificultades ya se verificaban el viernes, y ya para domingo y lunes la reposición de stocks en los puntos de venta era escasa o nula. Vale recordar que el volumen despachado al mercado por la empresa en los últimos años ha permanecido estancado o levemente declinante, frente a un consumo creciente.
Por otra parte, los ajustes de operación en refinería posibilitaron que la producción de YPF se acercara otra vez a un nivel de uso del 95 por ciento de la capacidad instalada, tras haber descendido por debajo del 90.
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