La última subasta fue realizada en 2008, y se prevé que después de la de mayo se inicie en noviembre la esperada licitación de las millonarias reservas descubiertas en los últimos años a unos 6 km bajo el suelo marino, conocidas como “presal”.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, autorizó a partir de mayo una nueva ronda de licitaciones petroleras y de gas que incluye 172 bloques en mar y tierra, anunció este jueves el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao.
Rousseff firmó la “autorización para realizar la décimosegunda ronda” de licitaciones, señaló Lobao en conferencia de prensa, precisando que la mitad de los bloques que serán adjudicados están en el mar y el resto en tierra.
La última subasta fue realizada en 2008, y se prevé que después de la de mayo se inicie en noviembre la esperada licitación de las millonarias reservas descubiertas en los últimos años a unos 6 km bajo el suelo marino, conocidas como “presal”.
Consultada por la AFP, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) precisó que empresas internacionales y nacionales podrán participar en la licitación de los 172 bloques bajo el modelo de concesión, vigente desde 1997, por el cual las compañías se quedan con el petróleo y pagan regalías al Estado.
En el caso de los campos de “presal” se pondrá en marcha un nuevo modelo que prevé la participación como socio de la estatal Petrobras en todos los contratos.
Lobao no dio detalles sobre los bloques que serán adjudicados, pero la directora de la ANP, Magda Chambriard, dijo que la nueva licitación permitirá ampliar la exploración petrolera y de gas a estados no tradicionales como Rio Grande del Norte y Amapá.
Tres de los 27 estados de Brasil -Rio de Janeiro, Sao Paulo y Espírito Santo-, concentran la mayor riqueza petrolera.
Petrobras extrae la mayor parte de los dos millones de barriles diarios que produce Brasil, donde además operan compañías extranjeras como la angloholandesa Shell, la noruega Statoil, la estadounidense Chevron y la española Repsol.
Gracias a sus gigantescas reservas situadas en aguas ultraprofundas, Brasil espera elevar su producción a cinco millones de barriles diarios y convertirse en un importante exportador.
La Razon
Rousseff firmó la “autorización para realizar la décimosegunda ronda” de licitaciones, señaló Lobao en conferencia de prensa, precisando que la mitad de los bloques que serán adjudicados están en el mar y el resto en tierra.
La última subasta fue realizada en 2008, y se prevé que después de la de mayo se inicie en noviembre la esperada licitación de las millonarias reservas descubiertas en los últimos años a unos 6 km bajo el suelo marino, conocidas como “presal”.
Consultada por la AFP, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) precisó que empresas internacionales y nacionales podrán participar en la licitación de los 172 bloques bajo el modelo de concesión, vigente desde 1997, por el cual las compañías se quedan con el petróleo y pagan regalías al Estado.
En el caso de los campos de “presal” se pondrá en marcha un nuevo modelo que prevé la participación como socio de la estatal Petrobras en todos los contratos.
Lobao no dio detalles sobre los bloques que serán adjudicados, pero la directora de la ANP, Magda Chambriard, dijo que la nueva licitación permitirá ampliar la exploración petrolera y de gas a estados no tradicionales como Rio Grande del Norte y Amapá.
Tres de los 27 estados de Brasil -Rio de Janeiro, Sao Paulo y Espírito Santo-, concentran la mayor riqueza petrolera.
Petrobras extrae la mayor parte de los dos millones de barriles diarios que produce Brasil, donde además operan compañías extranjeras como la angloholandesa Shell, la noruega Statoil, la estadounidense Chevron y la española Repsol.
Gracias a sus gigantescas reservas situadas en aguas ultraprofundas, Brasil espera elevar su producción a cinco millones de barriles diarios y convertirse en un importante exportador.
La Razon