El gobierno de Perú ordenó este martes la intervención de las Fuerzas Armadas en las regiones andinas de Apurímac, Cusco y Junín, donde se registran protestas sociales desde hace varios días.
La resolución suprema fue publicada en el diario El Peruano y establece que la participación del Ejército en conflictos internos, en apoyo con la policía, regirá por 10 días, informó la agencia Ansa.
El argumento del Ejecutivo para dictar esta medida es garantizar el buen funcionamiento de los servicios públicos y privados.
El gobierno del presidente Alan García también ordenó el levantamiento del estado de emergencia en la ciudad Bagua y en otras zonas de la Amazonía, región que fue el escenario de la represión policial contra los pueblos indígenas que defendían sus tierras frente al intento gubernamental de permitir su privatización.
Desde hace trece días las ciudades de Andahuaylas, en Apurímac, y Sicuani, en Cusco (al sudeste de Lima), se encuentran paralizadas con corte de rutas para exigir al gobierno atención a sus demandas regionales.
Mientras tanto, en la provincia de La Oroya, en Junín (al este de la capital peruana), unos 3 mil 500 obreros de la minera estadounidense Doe Run iniciaron una huelga el lunes en protesta por la suspensión de operaciones de esa empresa.
Las actuales protestas en el centro y sudeste del país se iniciaron con el apoyo a los indígenas amazónicos, pero luego derivaron en manifestaciones regionales en demanda de atención a problemas agrarios, rechazo al otorgamiento de concesiones mineras y construcción de carreteras.
Fuente: Agencia Bolivariana de Noticias