Según Mark Eramo, vicepresidente de IHS CERA
La producción latinoamericana tiene pocas posibilidades competitivas frente a los mercados de Estados Unidos, Asia y Medio Oriente. Para el especialista Mark Eramo, en lugar de pensar en exportar, debería aprovechar el gas y el etano disponibles para implementar una estrategia de abastecimiento doméstico.
Los suministros no convencionales están cambiando la dinámica de la industria química y petroquímica a escala global. En este nuevo contexto, de acuerdo con el vicepresidente de la firma especializada IHS CERA, Mark Eramo, el éxito estará definido por obtener el costo más bajo para el producto más apropiado con la estrategia más adecuada.
Según sus proyecciones, en el mediano y corto plazo el mercado estará más interconectado globalmente. “Para 2020, un 50% de la capacidad de químicos básicos y plásticos se exportará en lugar de consumirse in situ. En ese sentido, se incrementará la infraestructura portuaria y serán más importantes las estrategias de introducción a mercados ajenos”, vaticinó en el reciente III Congreso Internacional “YPFB Gas & Petróleo” 2013.
Independientemente de la volatilidad del mercado –que persistirá en el futuro–, indicó que los productores petroquímicos que se basen en el gas seguramente tendrán mayores márgenes de ganancias al reducir de manera considerable sus costos productivos. “Dado que Latinoamérica es un importador de grandes cantidades de polietileno, debería tomar ventaja del gas y etano disponibles para obtener ese insumo”, señaló.
En su opinión, será muy difícil competir con productos de Asia, Medio Oriente y Estados Unidos, por lo que la región debería tener una estrategia de abastecimiento doméstico. “Las inversiones petroquímicas de los países latinoamericanos necesariamente deben tener un bajo costo y estar orientadas a un centro de consumo relativamente cercano”, completó.
En cuanto al debate sobre el impacto del plástico en el medio ambiente, aseguró que cuidar el entorno será una cuestión cada vez más importante para el sector. “Ya se observan diversos avances al respecto. La industria está demostrando que las resinas no sólo posibilitan el avance de las sociedades, sino que también pueden colaborar con el cuidado ambiental”, resaltó.
Panorama general
Desde el punto de vista del suministro, Eramo precisó que la capacidad petroquímica mundial continúa en aumento, con altos costos involucrados para competir contra otros stocks de menor valor. “Desde el colapso de 2008 y 2009 se verifica una recuperación de la demanda dependiente de varios países en desarrollo que están construyendo su infraestructura (como Brasil, Rusia, India y China, el denominado ‘BRIC’), mientras que Europa sigue un poco más atascada”, comparó.
A su criterio, el costo de la energía se encuentra relativamente controlado, con un petróleo caro, un gas barato y algunas diferencias de precios basadas en cuestiones logísticas y tecnológicas. “Esta variable constituye un factor crítico para la actividad petroquímica, que utiliza gas y petróleo para obtener derivados de alto valor. Explica, de hecho, un 75% de los costos del segmento”, puntualizó.
Teniendo en cuenta que la industria resulta clave para la vida moderna, apuntó que las empresas del sector tienen la responsabilidad de llevar adelante las actuales sociedades. “Ello implica inversiones, que se decidirán cada vez más por las ventajas de costo y la proximidad con los centros de demanda, considerando que el consumo se está acelerando en los mercados emergentes”, pronosticó.
Amenazas y oportunidades
Por estos días, el propileno, el metanol y –sobre todo– el etileno están creciendo mucho, impulsados por el boom del shale en Norteamérica. “Es más modesto, en cambio, el crecimiento del benceno”, diferenció Eramo.
Con respecto a la dinámica del mercado energético, recordó que entre 2001 y 2003 el gas y el petróleo costaban prácticamente lo mismo. “Hoy, en tanto, el fluido está al 20% o 30% del valor del crudo, por lo que su uso es mucho más competitivo”, destacó.
Las mayores amenazas y oportunidades del presente se vinculan, desde su óptica, con los costos, la entrada de nuevos jugadores al mercado y las variaciones regionales en materia de oferta y demanda. “Para entender este negocio hay que entender toda la cadena de valor, desde la extracción del recurso hasta su agregado de valor y la elaboración de derivados que se emplean para fabricar bienes de consumo acabados o semiacabados”, aseveró.
Según sus palabras, el fuerte crecimiento económico representa un pilar básico para la demanda de bienes de consumo y, por ende, para la petroquímica. “La moderada expansión de 2012 y este año está implicando algunas complicaciones, pero cuando las economías principales empiecen a mejorar, seguramente la industria se recuperará”, proyectó.
Más proyecciones
A decir de Eramo, el tamaño del mercado estadounidense no puede ignorarse, más allá de que las mejores oportunidades de corto plazo para la inversión petroquímica hoy están en el “BRIC”. “Con el shale, se estima que Estados Unidos volverá a liderar el negocio en el mediano plazo, mientras que Europa –que carece de esa ventaja competitiva– no recuperará su protagonismo. Asia y Medio Oriente, por su parte, seguirán incrementando su capacidad instalada”, detalló.
El mayor mercado petroquímico a nivel global es el del etileno, que desde hace una década se encuentra dominado por las regiones de Asia Pacífico y Medio Oriente. “Para los próximos años se pronostica un reingreso protagónico de Norteamérica al rubro; más allá Asia seguirá a la vanguardia, motorizada por China. La mayor parte del etileno todavía se obtiene a partir de naftas, pero cada vez será mayor la utilización del gas, lo que reducirá el precio del recurso”, apuntó.
En términos del propileno y el polipropileno, afirmó que se espera una rápida expansión del mercado asiático, el cual producirá y exportará cada vez más. “Con importaciones en alza, Europa será la contracara de esta tendencia”, remarcó.
Para finalizar, agregó que China también se está convirtiendo en el gran jugador del metanol. “Asimismo, se vislumbra un retorno norteamericano como suministrador competitivo”, concluyó.