Ambas entidades sellaron un acuerdo para entregar becas de formación doctoral y posdoctoral y cofinanciar el desarrollo de investigaciones relacionadas con las energías renovables, además de las ciencias básicas, sociales, económicas y ambientales.
A través de la firma de un convenio, el titular de la Fundación YPF y CEO de YPF, Miguel Galuccio, y el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Roberto Salvarezza, se comprometieron a promover la investigación aplicada en temas vinculados con las energías renovables y las ciencias básicas, sociales, económicas y ambientales.
El acuerdo implicará la entrega de becas de formación doctoral y posdoctoral, junto con la convocatoria a la presentación de proyectos investigativos que serán cofinanciados por ambas instituciones.
A decir de Santiago Sacerdote, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del CONICET, la iniciativa de la Fundación YPF que llevó a la rúbrica de este compromiso ha sido desde un principio gratamente bienvenida. “Este convenio ha sido una muestra clara de cómo es posible complementar esfuerzos públicos y privados para fomentar la formación de recursos humanos especializados y la generación y desarrollo de conocimientos que atiendan oportunidades y necesidades concretas de la sociedad”, asegura el directivo en diálogo conRevista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química.
Según sus palabras, la implementación del acuerdo no sólo tendrá los efectos esperados por la financiación de las becas y los proyectos científicos. “Su elaboración nos ha llevado como organismo a desarrollar una nueva herramienta de financiamiento a la investigación en el Consejo. A través de los Proyectos de Investigación Orientada (PIO), la comunidad científica amplía sus posibilidades de financiación, incluso con montos mayores a los que aportan las herramientas tradicionales del sistema”, destaca.
Esta experiencia con la Fundación YPF, añade, ha llevado al CONICET a replicar el formato con otras instituciones públicas y privadas. “La nueva línea de financiamiento PIO diseñada nos permitirá atraer y sumar a otros actores –no necesariamente involucrados en la investigación científica y tecnológica– a contribuir con el desarrollo de conocimientos, en este caso en temáticas de alto impacto potencial para la comunidad”, precisa.
Criterios a seguir
De acuerdo con Sacerdote, las convocatorias abiertas son dos: una para el financiamiento de becas a individuos que se encuentren en un proceso de formación doctoral o posdoctoral, y otra para grupos de trabajo que presenten un proyecto de investigación orientada. “Ambas convocatorias comparten un listado de temas prioritarios que debe ser adecuadamente atendido en el Plan de Trabajo de la beca o proyecto”, explica.
En ese sentido, apunta que el CONICET y la Fundación YPF han acordado la conformación de una Comisión de Evaluación ad-hoc conjunta para tales convocatorias. “Ésta tomará los parámetros tradicionales del CONICET para el análisis de las becas y proyectos. En las bases de las convocatorias se desarrollan ampliamente los criterios y parámetros de ponderación utilizados para la evaluación del candidato, su plan de trabajo, el director de beca y la metodología propuesta de investigación, entre otras variables”, detalla.
El criterio inicial de selección en ambos casos, agrega, será la pertinencia del Plan de Trabajo sobre la base de los temas priorizados. “Dado que las convocatorias presentan un cupo limitado para becas y proyectos, los casos recomendados serán regulados por la comisión según un orden de mérito, atendiéndose prioritariamente aquellos que la Comisión considere con mayor puntuación en la evaluación”, señala.
Salto científico-tecnológico
A criterio de Sacerdote, si bien la ciencia y la investigación tienen una larga tradición en la Argentina, debe resaltarse que el sistema científico-tecnológico ha dado un salto enorme en los últimos 10 años. “En efecto, se ha ampliado fuertemente la base de investigadores, se han fortalecido las capacidades en cuanto a equipamiento e infraestructura, y hay muchas más fuentes de financiamiento y una mayor articulación de todos los organismos del sistema”, asevera.
En su opinión, ese proceso ha sido posible gracias a una clara decisión política que se reflejó en un importante crecimiento del presupuesto público. “Este esfuerzo de toda la sociedad genera a la vez expectativas y compromisos que plantean un desafío para las organizaciones y también para sus investigadores”, indica.
La ciencia y la tecnología tienen, desde su óptica, mucho potencial para convertirse en un motor del desarrollo social y productivo del país, aportando –por caso– conocimientos para resolver problemáticas sociales, atendiendo oportunidades estratégicas o creando empresas de base tecnológica. “Debemos ser capaces de generar las vocaciones y los mecanismos para que los agentes del sistema puedan participar activamente de este proceso”, concluye.
Convocatoria en marcha
El compromiso asumido por la Fundación YPF y el CONICET busca estimular la formación en áreas estratégicas desde el fortalecimiento de vínculos de cooperación científica y tecnológica a nivel nacional.
Durante la firma del convenio, Salvarezza resaltó que éste implicará “una nueva herramienta de cofinanciación de proyectos orientados que ya forma parte de la política institucional”.
Galuccio, por su parte, comentó que el convenio “es una muy buena iniciativa para este nuevo foco que tiene YPF tanto en los yacimientos maduros como en el desarrollo de los recursos no convencionales del país”.
Básicamente se seleccionarán 10 proyectos que serán cofinanciados por ambas entidades y recibirán hasta un máximo de $ 650.000 para los dos años de su desarrollo. El llamado apunta a graduados de universidades argentinas o extranjeras que deseen realizar tareas de investigación, y a candidatos que hayan aprobado sus tesis doctorales y que se postulen tanto para perfeccionar su formación académica como para desenvolver tareas de análisis científico-tecnológico.
En ambas modalidades, los aspirantes deberán presentar su plan de investigación a realizar durante el transcurso de la beca, en concordancia con los temas prioritarios establecidos en la convocatoria, la cual estará abierta desde el 10 de julio hasta el 30 de agosto.