En nuestro país, con más de 100 años de experiencia y más de 66 mil pozos perforados, nuestra industria se ha convertido en una de las más seguras y limpias.
Ernesto López Anadón*.- En nuestro país, la exploración y desarrollo de hidrocarburos no convencionales, en especial los llamados gas y petróleo de esquistos o shale gas y shale oil , como los de la formación Vaca Muerta, ha provocado grandes expectativas, pero también cierta desconfianza y algunos cuestionamientos que, sumados al escaso rigor con que se suelen difundir estos temas en los medios y en la Web, han generado temor en algunas comunidades poco informadas al respecto.
Dentro de 20 años, el gas y el petróleo representarán algo más del 50 por ciento de la matriz energética mundial, según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, organismo independiente que promueve la eficiencia energética, y la reducción de las emisiones de gases de invernadero. Y eso, más allá del auspicioso avance de otras formas de energía, como las renovables, que van ganando terreno lentamente.
Sin embargo, dentro de 20 años, millones de nuevos habitantes se sumarán a los actuales siete mil millones. A esta demanda habrá que responder con sistemas energéticos sustentables, basados en abundancia, costo y eficiencia, que permitan proveer de energía a esos nuevos habitantes, pero también a los más de mil millones que en la actualidad no poseen acceso a la electricidad. Los hidrocarburos, entonces, tendrán un papel fundamental (Infografía).
Estamos hablando de un país, el nuestro, que lidera el consumo de energía por habitante en América latina –sólo después de Venezuela– e inclusive supera al de China. Y posee uno de los mayores índices de vehículos por habitante.
Eliminar el gas y el petróleo de nuestra matriz en un futuro cercano implicaría cambios muy profundos y dramáticos en los hábitos de vida de la sociedad, información que suele ser omitida en los discursos que se oponen al uso de los hidrocarburos.
Desde hace unos años a esta parte, sin embargo, la producción de hidrocarburos ha comenzado a declinar.
Se trata de un fenómeno que ocurre en todo el mundo por al agotamiento de los pozos. Por eso, el hecho de que la Argentina posea importantes recursos de gas y petróleo no convencionales representa una enorme oportunidad.
Una larga historia. Estos recursos tienen ya una larga y exitosa historia de producción en los Estados Unidos, con cientos de miles de pozos perforados y estimulados hidráulicamente, lo cual demuestra que esta explotación puede realizarse de manera eficiente, segura y con el máximo cuidado del medio ambiente.
Basta estudiar el caso norteamericano para entender que no es cierto que la explotación de no convencionales provoque terremotos y contaminación de acuíferos (información sobre estos mitos puede ser consultada aquí: http://www.iapg.org.ar/web En nuestro país, con más de 100 años de experiencia y más de 66 mil pozos perforados, nuestra industria se ha convertido en una de las más seguras y limpias.
Con regulaciones más estrictas que cualquier otra actividad, con un permanente desarrollo de nuevas tecnologías que impulsan más eficiencia y seguridad en las operaciones, y la consecuente disminución del impacto en el medio ambiente, podemos augurar otros cien años de explotación de estos recursos de manera exitosa y en beneficio de todo el país.
*Ingeniero, Presidente del instituto Argentino del Petróleo y el Gas (Iapg)