El CEO de la petrolera estatal, Miguel Galuccio, dijo que sería un “buen socio”; “El desarrollo del gas shale y el petróleo necesita compartir tanto los riesgos como el conocimiento”, dijo
Cuando aún continúan las críticas por las cláusulas de confidencialidad del acuerdo con Chevron , el CEO de YPF, Miguel Galuccio confirmó que la petrolera argentina está en negociaciones con su par mexicana Pemex para una exploración conjunta en el megayacimiento de Vaca Muerta, en el límite entre las provincias de Neuquén y Mendoza.
“YPF está abierta a la generación de los acuerdos necesarios para Vaca Muerta”, afirmó ayer Galuccio en declaraciones a la agencia Bloomberg . En ese sentido adelantó que ya hubo “muchas reuniones de negocios en los últimos meses” con su par de la compañía mexicana, Emilio Lozoya.
En línea con la explicación que dio ante el Council of the Americas, Galuccio recordó que “para desarrollar las reservas se necesitan inversiones de socios que permitan revertir el decline natural de los pozos petroleros”. Y agregó: “El desarrollo del gas shale y el petróleo necesita un gran monto de dinero y compartir tanto los riesgos como el conocimiento”.
La operación, es compleja porque la mexicana tiene el 9,49% de las accionistas de Repsol, con lo cual estaría negociando con una empresa que le fue confiscada a una compañía de la que es propietario. A grandes rasgos, Repsol reclama 10.500 millones de euros por YPF, de los que casi 1.000 millones son propiedad de los mexicanos.
El convenio entre YPF y Chevron aumentó la presión sobre Repsol para que llegue a un acuerdo con la Argentina por la nacionalización de YPF. Uno de sus mayores accionistas, Pemex, quiere que la firma española que encabeza Antonio Brufau acepte la propuesta argentina y termine con el litigio. Tal es el interés de Pemex en el yacimiento de Vaca Muerta que encargó nuevas auditorías a DeGolyer &McNaugton, especializada en la valoración de reservas petrolíferas, para averiguar cuáles son las reservas del yacimiento neuquino. Sobre esa base intentará convencer a la conducción de Repsol de que entrar en el nuevo negocio les permitirá compensar las pérdidas del acuerdo.