Así lo cree Ruy Riavitz, country manager de Madalena Ventures
Las empresas de menor porte, como Madalena Ventures, reclaman su lugar en el incipiente negocio del shale oil y el shale gas a nivel local. La firma no sólo reivindica su participación en el desarrollo del segmento, sino que confía en desempeñar un rol clave a la hora de promover la eficiencia productiva.
La industria argentina de Oil & Gas debe poner en cuestionamiento un paradigma referente al desarrollo de los hidrocarburos no convencionales: pensar que sólo podrán explotar dichos recursos empresas de mayor tamaño y gran capacidad financiera. De acuerdo con Ruy Riavitz, country manager de Madalena Ventures, se trata de un juego que no sólo los peces gordos pueden jugar.
“Las compañías de menor envergadura perfectamente pueden formar parte de él y somos un ejemplo de ello”, destacó el directivo en el marco del último “World Shale Oil & Gas Latin America Summit” celebrado en Buenos Aires.
Para ello, aseguró, resulta esencial la habilidad de identificar lossweet spots, las zonas más productivas de un play, y perforar los pozos con mayor eficiencia. “Se trata de maximizar los ingresos y minimizar los costos, como en cualquier negocio. Lo que obliga a contar con gente que tenga experiencia en el rubro y disponga de la creatividad y la capacidad técnica para pensar en modelos diferentes que puedan funcionar”, señaló.
En su opinión, a la hora de actuar no existirá una sola receta, sino que habrá que utilizar muchas. “Por eso será clave la flexibilidad para cambiar de rumbo cuando algo no sale bien, además de no temerle a los riesgos”, resaltó.
Según sus palabras, en Norteamérica los procesos de perforación y completación ya son muy eficientes. “Dichos adelantos tarde o temprano llegarán al país. Últimamente estamos reduciendo los costos, pero aún falta mucho camino por recorrer. Debemos traer el know-how y la tecnología que se utiliza en Estados Unidos y Canadá”, remarcó.
Asimismo, expresó que las empresas pequeñas tienen una conciencia más clara de cada dólar que gasta en cada operación que realiza. “Aún parece difícil de imaginar en la Argentina que una firma chica o mediana pueda perforar seis pozos horizontales en múltiples etapas y construir pozos con secciones laterales de más de 1.000 metros a profundidades que llegan a los 2.000 metros, con tecnología de punta y un perfil exploratorio agresivo. Eso es lo que nosotros estamos haciendo en Canadá. Y a la larga, habrá que animarse a replicar ese modelo de trabajo aquí”, aseguró.
Enorme potencial
A decir de Riavitz, en el plano local Madalena Ventures se encuentra evaluando el desarrollo óptimo de los recursos no convencionales que alberga cada uno de sus tres bloques: Curamhuele, Coirón Amargo y Cortadera.
“Estamos llevando a cabo algunas iniciativas novedosas. Buscamos, por caso, un Vaca Muerta con fracturas naturales abiertas. Asimismo, aunque prácticamente no se habla del shaledel Agrio, consideramos que ofrece un enorme potencial en el norte de Neuquén”, aseveró.
De cara al futuro, adelantó que la empresa seguirá evaluando elshale oil del Agrio, analizando el tight sand gas de Mulichinco y sondeando Vaca Muerta, además de continuar delineando las opciones de desarrollo de shale oil en Coirón Amargo y de shale gas en Cortadera. “Somos una organización que, a pesar de su tamaño, mantiene una actitud agresiva en la exploración. Tenemos que afrontar el gran desafío de poner en valor todo lo que estamos estudiando, y para ello deberemos ser altamente eficientes. Contamos con un equipo técnico de mucha experiencia en el desarrollo de los recursos no convencionales en Canadá y conocemos la tecnología necesaria”, manifestó.
A su entender, las Pymes desempeñarán un rol significativo en el desarrollo de los no convencionales. “Éste se logrará con más eficiencia y será más beneficioso para todos si no se concentra en pocas manos”, completó.
Enfoque innovador
Presente en Vaca Muerta desde 2007, Madalena Ventures identificó dos tipos de emprendimientos a lo largo de su extensa superficie: por un lado, el importante shale no convencional, y por otro, la posibilidad de desarrollar proyectos donde la formación se halla naturalmente fracturada. Estos últimos serían entendidos como convencionales, a pesar de estar entrampados en un shale.
Efectivamente, al decir Vaca Muerta, por lo general se piensa automáticamente en el shale. De hecho, la formación es conocida en todo el mundo como un gigantesco reservorio no convencional, generalmente comparado con las extensiones productivas de shale de Eagleford y Bakken en América del Norte. Pero los especialistas técnicos y de operaciones de la compañía van más allá, y destacan la oportunidad de extraer petróleo tanto por métodos convencionales como no convencionales.
Según su enfoque, el shale regional en Vaca Muerta del que todos hablan tendrá que ser desarrollado mediante pozos horizontales con tecnología de fracturas de múltiples etapas, o mediante fracturas de múltiples etapas en pozos verticales. Pero también hay otros proyectos –que podrían darse en toda su extensión– que albergan petróleo en fisuras naturales, de fácil extracción y mayor rentabilidad.
En definitiva, el shale en Vaca Muerta sería un premio masivo dentro de la cuenca Neuquina, pero la llave a éste estribará en tener la superficie correcta dentro de las ventanas de maduración. Y la economicidad de los diferentes proyectos no convencionales dependerá de la ventana de maduración en la que se encuentren, además del contenido orgánico, las profundidades, los costos para ejecutar y los precios de productos básicos disponibles.