El bloque 43 toma la delantera en la explotación de crudo. El ministro de Recursos Naturales no Renovables, Pedro Merizalde, informó que concluyó la socialización de la estructura hidrocarburífera en el cantón Aguarico.
En enero próximo Petroamazonas inicia los trabajos de ingeniería en el bloque ITT, concretamente el campo Tiputini que se encuentra fuera del Parque Nacional Yasuní, anunció el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Pedro Merizalde.
“Estamos definiendo los planes para la ingeniería que permitan desarrollar el campo”, afirmó.
La ingeniería se compone, fundamentalmente, de diseños y procesos para la extracción de crudos pesados con alto contenido de agua, que es lo que caracteriza al ITT.
“Estos procesos tienen que diseñarse casi como un “estilo sastre”, porque son diferentes y cada uno lleva implícita su propia ingeniería”, explicó el exministro de Energía, René Ortiz.
También se requieren trabajos de ingeniería para manejar la perforación, extracción y bombeo del hidrocarburo, incluida la iluminación de los campamentos. “Se necesitan miles de horas-hombre laborando en ingeniería para que las operaciones sean menos invasivas”.
Este tipo de obras efectuó la brasileña Petrobras en el bloque 31, hoy 43, a cargo de Petroamazonas, en la margen izquierda del río Tiputini, donde también la estatal ecuatoriana extraerá el crudo.
Con esta plataforma, Merizalde reveló que la Secretaría de Hidrocarburos acaba de efectuar la socialización del bloque 43 entre las comunidades aledañas al área en el cantón Aguarico, provincia de Orellana, y “todas las personas están deseosas de que se inicie la explotación para invertir en obras sociales y de desarrollo del talento humano”.
Las comunidades toman como referencia la Ciudad del Milenio que el Gobierno construyó en Pañacocha, la primera de 200 que planifica entregar en la Amazonía con los recursos provenientes del 12% de utilidades petroleras, según la Reforma a la Ley de Hidrocarburos.
Las audiencias, que son espacios de diálogo intercultural entre el Estado y los pueblos amazónicos, se efectuaron en las comunidades de Santa Teresita, Alto Florencia, Centro Ocaya, San Vicente y Puerto Quinche. Ahí se reunieron 1.817 ciudadanos de 18 comunidades.
En los diálogos, los asistentes escucharon detalles de la política pública de hidrocarburos, los aspectos técnicos de la eventual explotación petrolera en el cantón, los beneficios que por ley corresponden a las comunidades y los posibles impactos socioambientales.
Las comunidades exigen que la extracción del crudo se realice sin contaminación, piden obras de salud, educación, comunicaciones y turismo comunitario, y que se tome en cuenta la mano de obra local.
También solicitan extensiones universitarias, becas y programas de capacitación de nivel superior.
“Es la primera vez en la historia que se ve participación de la comunidad, con el Estado presente en el cantón”, dijo José Miguel, un morador de Aguarico.
El gobernador encargado de Orellana, Ramiro Herrera, presente en la audiencia de Nuevo Rocafuerte, destacó el interés del Estado por mantener una “excelente relación con las comunidades y dar solución a las necesidades sociales del cantón. En este sentido, la consulta previa se ha convertido en una eficaz herramienta de trabajo en la aplicación de las políticas públicas”.
En Nuevo Rocafuerte, la comunidad clama por infraestructura para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Sin embargo, José Gualinga, dirigente de los Sarayacu, precisó que la consulta tiene que ser de “buena fe”, respetando a cada una de las nacionalidades y en la que intervengan hombres y mujeres, jóvenes y ancianos e incluya un estudio socio ambiental, cultural y espiritual, para que el decreto que dispone la consulta “tenga sentido”.