Un terremoto ocurrido en agosto del pasado año en Columbia Británica (BC) superó dos sismos inducidos de magnitud 4,4 ocurridos en Alberta, y uno similar que tuvo lugar en BC en 2014, ambos atribuidos a las actividades de extracción de gas.
Por: Mark Hume / Traducción: Nancy Piñeiro
La Comisión de Petróleo y Gas de Canadá confirmó que el terremoto de 4,6 en la escala de Richter fue a consecuencia del uso del fracking en yacimientos gasíferos de BC. El movimiento telúrico ocurrido en el verano canadiense del pasado año, se trata del de mayor magnitud que se haya registrado en la provincia canadiense.
Ha superado dos terremotos inducidos de 4,4 en Alberta, y uno similar en BC, ocurridos en 2014 y atribuidos a las actividades de extracción de gas. Aumenta así la preocupación por un proceso de extracción relativamente nuevo, y polémico, conocido como fracking o fracturación hidráulica.
La Comisión, encargada de regular ese sector industrial, confirmó en agosto de 2015 que el fracking había causado el evento de 2014 de 4,4 de magnitud. Y en diciembre de 2014 anunció oficialmente que el terremoto de 4,6 “fue causado por inyección de fluidos durante la fracturación hidráulica realizada por un operador en el área”.
“Más y más grandes”, así describe John Cassidy, sismólogo de la Geological Survey of Canada (Comisión Geológica de Canadá), el patrón de terremotos inducidos por la extracción de gas. Y agrega: “El patrón general consiste en un aumento en la cantidad de terremotos inducidos, junto con un aumento general o promedio también en la magnitud”.
La magnitud del terremoto en BC -4,6- fue suficiente para que los trabajadores que se encontraban en la zona de perforación informaran que las camionetas se sacudían y los postes de electricidad se balanceaban.
El Dr. Cassidy declaró que el aumento en la cantidad de terremotos no es una cuestión de seguridad pública porque la mayoría son de escasa magnitud. Pero no hay dudas de que ha sido el fracking lo que provocó ese aumento.
Según un estudio realizado en 2014 por el Dr. Cassidy y un equipo de colegas, entre 2002 y 2003, antes de la llegada del fracking a BC, se habían registrado 24 terremotos. En comparación, entre 2010 y 2011, durante el pico de actividad de fracturación en la cuenca del Río Horn, hubo 189 terremotos. Se repite así el patrón estadounidense, donde hubo un aumento drástico a la par de la expansión del fracking a partir de 2009. En Oklahoma, la cantidad de terremotos escaló de dos o tres por año a dos por día desde el aumento de las perforaciones en el área.
Cassidy explicó: “Lo que vemos es que la fracturación hidráulica supone un aumento en la cantidad de terremotos inducidos. Sin embargo, la mayoría son muy pequeños. Tampoco se vinculan a todos los pozos, sino que es una fracción pequeña de pozos los que generan terremotos inducidos”.
Ken Paulson, director general de la Comisión, declaró que la compañía operadora del pozo que desencadenó el terremoto de magnitud 4,6, Progress Energy Canada Ltd., procedió según las normas y detuvo las operaciones apenas se conoció la magnitud del evento sísmico.
En BC y Alberta, cualquier evento sísmico que supere los 4 puntos obliga a la suspensión de las operaciones hasta tanto se implemente un plan de mitigación.
Paulson informó: “Les permitimos continuar con las operaciones empleando un caudal de bombeo inferior, pero si ocurriera otro evento de magnitud 3,5 o mayor, hay que cerrar de nuevo e intentar otra cosa”.
El caudal de bombeo es la cantidad de fluido que se inyecta en el subsuelo para fracturar la roca. Paulson confirmó que no hubo otros eventos sísmicos de importancia una vez que se redujo el caudal de bombeo.
La vocera de la compañía Progress Energy, Stacie Dley, declaró por correo electrónico: “Tomamos este incidente con mucha seriedad. Seguiremos actuando con diligencia y monitoreando nuestras actividades para modificar las operaciones según sea necesario, por ejemplo, mediante la disminución del volumen de fluidos, y su presión”.
Por su parte, el vocero de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo manifestó que, si bien las investigaciones han vinculado al fracking con el aumento de actividad sísmica, también han demostrado que existe una manera segura de extraer gas si se respeta el marco normativo.
The Globe and Mail, Canadá (Fecha original del artículo: 16/12/2014)