La relación entre fracking y sismos deja cada vez menos dudas. Otro indicio de la correlación lo dio Shell a principios de junio cuando suspendió su actividad luego de una seguidilla de 20 sismos en seis días. Tras esa decisión, durante 48 horas no se registraron movimientos telúricos.
El geógrafo y docente de la Universidad Nacional del Comahue Javier Grosso explica que el enjambre de sismos registrado a comienzos de junio se vincula con la reactivación de los procesos de fractura después de que el gobierno nacional estableció un “barril criollo” con un precio acorde a las expectativas de las compañías petroleras. Entrevistado por Cartago TV afirmó que “hay una relación entre sismos y fractura hidráulica”.
Ante la posición de distintos geólogos que públicamente minimizaron la situación argumentando que en el país se registran diariamente decenas de sismos, Grosso sostiene que a diferencia de lo que sucede en otras provincias, donde la mayoría los movimientos tienen el epicentro a más de 100 km de profundidad, en Neuquén los epicentros están entre 3 y 7 kilómetros de profundidad, por lo que se trataría de sismicidad inducida.
Mirá también El fracking saquea, contamina y derrumba:
Frente a la recurrencia de los movimientos, Grosso insiste en el riesgo que implica para infraestructura que no fue construida teniendo en cuenta esos niveles de sismicidad. “No olvidemos que la zona que más tiembla está muy cercana al Complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados, que es una obra que desvía el río Neuquén, entonces es importante resaltar que esto ocurre en una zona muy cercana a una infraestructura que no ha sido planificada para una zona sísmica”, advierte. Y señala que además allá de las obras civiles, hay que evaluar cómo impactan los movimientos en la seguridad de los miles de pozos hidrocarburíferos perforados en esa zona.
There are 1 comments
Comments are closed.