Por Alan David Rocha Varsanyi
En sus primeros meses, Donald Trump relanzó su política de “combustibles fósiles primero” mediante la declaración de emergencia energética y la quita de protecciones ambientales. Con múltiples órdenes ejecutivas, retiró los compromisos climáticos de Estados Unidos y aceleró la expansión nacional de petróleo y gas. Rápidamente, sentó un modelo que influye en la agenda energética argentina y profundiza un extractivismo sin límites.
Este Apunte de Trabajo mapea las principales decisiones energéticas del gobierno actual de Trump, con un enfoque particular en las medidas orientadas a la producción de hidrocarburos no convencionales y GNL.