En el informe “Viaje a Plottier, un yacimiento poblado” recorrimos los establecimientos educativos urbanos que en los últimos años quedaron en ‘la boca del pozo’. Guiados por Alicia Ferrari, de la Asociación Ambientalista Rincón Limay, y el docente Norberto Calducci, visitamos diferentes escuelas de la localidad. En aquella oportunidad se refirieron a las estrategias de Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) aplicadas por la empresa Pluspetrol, en esta nota nos sumergimos en “Volviendo a clases”, la acción comunitaria de salud financiada por la petrolera.
“Cuando Pluspetrol logra la concesión sabe que de alguna forma tendrá que remediar el daño que producirán las perforaciones -sabían que iban a tener muchos pozos porque es uno de los yacimientos más grandes que últimamente se consignaron”, planteó Gricelda Mattio, secretaria de la Asociación Ambientalista Rincón Limay. “A lo largo de toda esa zona hay muchísimas escuelas, sobre todo primarias, con gran matrícula y ellos ponen en práctica un programa con asistencia odontológica, oftalmológica y pediátrica; su eje era detección de problemas visuales y odontológicos, valoración nutricional y control de vacunación”, sostuvo en relación a la acción comunitaria Volviendo a Clases.
“Introducen esta metodología de los consultorios ambulantes [trailers] que llevan a las escuelas que están en la línea del yacimiento, no está previsto que sea una política de impacto para la comunidad en general”, subrayó Mattio. La iniciativa diseñada en 2005 por Pluspetrol estaba dirigida a las escuelas 27, 44, 223, 234, 245, 266, 311, 347 y 348 de Plottier, luego se agregó la 106. “Los médicos oftalmólogos y odontólogos harán pruebas y evaluaciones en el aula. De acuerdo al ‘screening’ [pantallazo] se derivará a cada consultorio en orden de importancia. (…) Los médicos pediatras recibirán a todos los niños en los trailers, donde se realizará cada evaluación y control de vacunación”, explicaba la empresa en un documento de promoción de dicha acción comunitaria.
“Odontología: El niño en el consultorio odontológico recibirá ‘Atención Primaria’ que comprende: tratamiento del dolor sintomático, flúor, protección de piezas sanas, extracción de piezas definitivas irreparables, tratamiento del foco séptico. Capacitación a 100 maestros sobre Salud Bucal. (Dictado por el Círculo Odontológico. – Se tramitará el otorgamiento de puntaje ante el CPE [Consejo Provincial de Educación])”, detallaba las intervenciones la empresa en el citado documento. “Oftalmología: El niño hará pruebas visuales que determinarán su patología. Si la solución es recetar lentes, se prescribirá en el momento. Deberá volver para control de cristales y graduación una vez que haya retirado sus anteojos en óptica designada por Pluspetrol.” “Pediatría: Examen clínico general. Control de vacunación. Aplicación de vacunas faltantes. Casos graves y/o importantes serán derivados al Sistema Público de Salud. Patologías detectadas que puedan solucionarse con un tratamiento farmacológico el CMN [Colegio Médico Neuquino] administrará y aplicará el Plan Remediar”.
La ‘acción comunitaria’ también apuntaba a la capacitación de docentes en “Hábitos para una Vida Saludable”, a cargo de un equipo multidisciplinario compuesto por odontólogos, nutricionistas, psicólogos, infectólogos, pediatras y fonoaudiólogos.
Más allá de cómo la compañía presentaba sus incursiones de RSE, hubo otras percepciones. “Llegaban a la escuela, instalaban el trailer, y por días veías cantidad de chicos a los que pesaban, medían, le hacían el control oftalmológico y el odontológico; pero no le resolvían el problema. Lo único que lograban era decirle: “Tiene caries, vaya al odontólogo de su salita o de su hospital de referencia”, afirma Mattio “Y hacer un diagnóstico, sin dar una solución, es dejar una necesidad insatisfecha, más aún a toda esta población [del oeste neuquino y los barrios periféricos de Plottier] que es la de más bajos recursos de la provincia. Algunos anteojos los han dado porque los padres les insistían, pero en la mayoría de los casos no resolvió el problema, entonces eso es un fraude.”
“El estado se desliga de la salud pública”, afirmó Mariela Soto, trabajadora de la educación de la Escuela 348 -ubicada en la zona oeste de la ciudad de Neuquén-, en una entrevista publicada en el periódico Tribuna Docente en mayo de 2005. “Esto lo tiene que hacer el estado en forma independiente de la empresa que genera la contaminación”, recalcó en relación a ‘Volviendo a Clases’.
“[Algunos padres] Nos acusan de que no queremos que sus hijos sean atendidos. Y muchos maestros también lo ven difícil porque más allá de todo ven una ‘posibilidad concreta que se les niega’”, explicó Soto tiempo atrás a Tribuna Docente. “Es el estado el que debe velar por este problema y atender como consecuencia a nuestros niños afectados, pero fundamentalmente, ¡hacerse cargo de constatar la contaminación e impedir que se siga produciendo!”, subrayó. “En la EPEA [Escuela Provincial de Educación Agropecuaria] hay un chico con leucemia, aparentemente por contaminación por hidrocarburos. En Toma Norte hay una cantidad enorme de chicos con problemas dermatológicos alérgicos, con dolor de cabeza. Para nuestros alumnos un simple resfrío dura 2 semanas y los problemas de visión son cada vez mayores. Los médicos del [Hospital Dr. Horacio] Heller nos dijeron que más allá de las enfermedades (…) la contaminación hidrocarburífera produce daños irreparables en el crecimiento, la masa corporal y el desarrollo intelectual.”
Según Mattio la acción comunitaria es un mecanismo puesto en marcha para “neutralizar” los impactos negativos de la actividad hidrocarburífera. “¿A ellos en qué los beneficia? Estas empresas se valoran por puntajes de quién daña más o menos y si compensan o no; dañan esto y compensan con acción comunitaria sobre 4000 o 5000 personas en tal área. ¿Por que [Volviendo a Clases] está dirigida, sobre todo, a la comunidad educativa? Porque tiene más valor: los niños, niñas y adolescentes son los más vulnerables a padecer daño de una actividad como es la del gas y petróleo.
Desde otro ángulo, una persona vinculada a Volviendo a Clases, en comunicación con el Observatorio, destacó el excelente equipamiento de los trailer pediátrico y odontológico utilizados en la acción comunitaria, enfatizó que fue “muy interesante” el trabajo de atención primaria llevado a cabo, pero recalcó: “todo funcionó a fuerza de recurso humano”. Según afirmó a los profesionales no se les pagaba el traslado y los honorarios no eran acordes a las tareas desarrolladas, en algunos casos se habrían percibido salarios establecidos por convenio para empleados de comercio. En resumen, precarización laboral.
También nuestra fuente aseguró que durante la acción comunitaria verificaron situaciones de maltrato y abuso pero, a pesar del compromiso asumido por la petrolera, “nunca se derivaron a ningún organismo/institución correspondiente, ya que la Empresa no quería involucrarse en esos temas”.
Durante la implementación de Volviendo a Clases en Plottier se capacitó a profesionales de la salud del Hospital de Tartagal con el objetivo de replicar esta experiencia en la localidad salteña. Los trailers siguen “funcionando”, actualmente están en la escuela Nº 165 de Barrio San Lorenzo, en el oeste neuquino.
-Imagen empresaria y RSE
La consultora DatosClaros difundió recientemente los resultados de una encuesta tendiente a analizar cómo se perciben las prácticas de RSE. Según este informe, entre 2007 y 2008 las empresas aumentaron 12 puntos su imagen positiva mientras que las ONGs perdieron 3, aunque siguen siendo las mejor vistas entre las diferentes opciones [iglesia, medios de comunicación, fuerzas armadas, gremios, Poder Judicial, partidos políticos y legisladores]. El sondeo fue realizado en Capital y Gran Buenos Aires en septiembre de 2008 y comprendió un muestreo de 420 casos.
Según DatosClaros las ONGs/Fundaciones obtuvieron 69 puntos sobre 100 (contra 72 del año anterior), en tanto las empresas ascendieron a 60 (contra 48). En lo referente a las prácticas RSE, las acciones comunitarias más valoradas son las vinculadas a educación (37 % de la muestra), seguidas por mejora y creación de empleo (25 %), programas de salud (17 %), cuidado del medio ambiente (6 %), programas de prevención de adicciones (5 %), transparencia en los negocios (4 %) y asistencia alimentaria (3 %).
El muestreo pone de relieve las significativas diferencias a la importancia que se le atribuye a estas acciones según la clase social. Por ejemplo los “Programas de salud” resultan importantes para el 17% de la opinión pública en general, si se desagrega, asciende al 22% entre las personas de un nivel socio económico bajo, y desciende al 11% en los sectores altos. La misma tendencia se registra en “Prevención de Adicciones”, alcanza un 6% de menores recursos, contra 1% en los de mayores ingresos. En tantos la promoción del “Cuidado del medio ambiente” es evaluado como importante por el 9% entre los segmentos de mayor poder adquisitivo y desciende al 3% entre los sectores más empobrecidos.
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