Entrevista a Edith Hernández, concejal de Plaza Huincul por El Frente y la Participación Neuquina
Plaza Huincul y Cutral Có constituyen la comarca petrolera neuquina por excelencia, en esas tierras se inició y desde allí creció esta industria que dinamiza la economía provincial. En 1918 se perforó el primero pozo y cuatro años más tarde Nación puso un área bajo control de la recién creada Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), donde se erigirían sus campamentos, piedra fundamental de las futuras ciudades. En esa porción de desierto del Territorio Nacional del Neuquén primero nació Cutral Co, en 1933, y en 1967 -cuando la etapa territoriana empezaba a ser historia-, llegó Plaza.
Si bien la centralidad del petróleo en el origen de la comarca se mantiene hasta la actualidad, tibiamente la industria empieza a ser interpelada por los pobladores. El debate surge a raíz de una serie de impactos derivados de la instalación, en 2001, de una planta para la producción de metanol de la compañía Repsol-YPF en Plaza Huincul. La detección de hidrocarburos en un área recreativa aledaña a la planta agitó las aguas en marzo último, llevando el tema tanto a la prensa local como al seno del gobierno municipal. La concejala Edith Hernández, del bloque El Frente y la Participación Neuquina, impulsó medidas para que se verifiquen los impactos y se los remedie. En diálogo con el OPS habló de los caminos recorridos como edil y madre de un chico afectado por la contaminación.
-¿Cómo comenzó este periplo?
En septiembre de 2008 propuse desde el bloque un proyecto para que se revisen los controles [ambientales] en relación a las empresas multinacionales que tenemos en esta localidad, especialmente Repsol-YPF y su planta de metanol. Esta planta no está alejada de la localidad sino que se encuentra pegada a los barrios y todo lo que podría llegar a emanar nos afecta a las dos localidades en su conjunto.
El proyecto consistía en preguntar si las empresas estaban respetando las normativas que tienen que cumplir. Tuve mucha oposición, mis pares consideraban que si sacábamos esto iba en perjuicio de los trabajadores de la planta; pero con el acompañamiento de buena parte de la ciudadanía logré sacar esta propuesta. El proyecto se aprobó por unanimidad y a fin de año nos convocó la empresa a una reunión.Rodeado de un montón de técnicos el gerente de la compañía nos dijo que bajo ningún punto de vista ellos incumplían alguna norma, que se respetaban todas; que la planta de metanol estaba muy bien controlada; que lo que emanaba de la planta era similar al vapor que sale de una pava con agua… Nosotros no somos técnicos en la materia, pero sí vivimos acá y vemos la realidad que nos toca vivir.
En marzo de este año, prendemos la radio, y los periodistas estaban diciendo que habían cerrado el Parque de la Ciudad. El Parque está pegado a la planta de metanol y tiene una larga historia, porque es el único pulmón verde que tenemos. Ese predio está a cargo esta empresa y en la radio decían que lo estaban clausurando a raíz de derrames de hidrocarburos, que estaría contaminado. Imagínense nuestro asombro: el año anterior nos decían que no pasaba nada y ahora lo estaban cerrando. El intendente [Alberto Crespo] iba a salir a hablar del tema y nosotros no estábamos informados, nos estábamos enterando a partir de un medio de comunicación. Llamamos al intendente, tuvimos una reunión, y él nos confirmó que los derrames existían.
Como el año anterior no me había convencido la respuesta del gerente ni de la gente de la planta, ese verano había empezado a buscar consultoras que pudieran hacer un relevamiento, para ver realmente en qué situación estábamos. A raíz de este incidente le dije al resto de los concejales que desde el bloque íbamos a iniciar una investigación. Recibí el rechazo de todos, nos dijeron que no podía ser, que por qué no le decíamos a la Universidad [Nacional del Comahue], a otros sectores. Sólo una concejala [Mónica Suárez Durán, del Bloque Concertación] me acompañó en la iniciativa de solicitar la contratación de una consultora.
La persona que vino de la consultora se fue espantada, dijo que nosotros estábamos contaminados y no sabíamos el grado de contaminación que teníamos. Ellos, haciendo una simple observación, podían darse cuenta de que los índices eran muy altos. Recibimos la conclusión, la consultora decía que [la empresa] nos estaba mintiendo con respecto a la contaminación, que en realidad era muy seria, que el derrame estaba llegando a las napas freáticas y que teníamos que solicitarle inmediatamente una remediación, que la que estaban haciendo no era suficiente; que debía buscarnos otro pulmón verde. [La consultora] dio un montón de indicaciones que realmente hablaban de la gravedad de la situación.
Nosotros logramos una declaración donde solicitábamos al Ejecutivo varias acciones, entre ellas, que iniciara un recurso de amparo civil y colectivo. Le pedíamos que denunciara [esta situación] ante las autoridades competentes -como el Defensor del Pueblo de la Nación-, que presentara a la consultora como testigo, que se presentara como querellante; hasta el día de la fecha no tenemos ningún tipo de respuesta. Lo más grave es que el día que nosotros presentamos esta declaración el presidente del Concejo dijo que iba a llamar a todos los medios, no hubo ni un medio de comunicación; al otro día estaba el gerente de Repsol en los pasillos del Concejo… Me deja en libertad de acción para que piense cualquier cosa.
A partir de esto lo que hicimos fue darle la información a todo el mundo, entre ellos a [la diputada provincial por Libres del Sur] Paula Sánchez, que le pedí que nos ayude desde la Legislatura Provincial, en la Comisión de Medio Ambiente. También establecimos contacto con un periodista que venía de Neuquén, que se hizo eco de esto e inició toda una movida desde la radio; dijo que, aunque a determinadas personas no le gustara, se iba a hablar de contaminación y que nosotros estábamos realmente muy contaminados. Se generó una gran movida, se creó un banco de datos para que la gente diga la cantidad de afectados que hay a nivel oncológico. La gente está participando, pero va todo muy lento. La empresa, jactándose de la situación, amplió su estructura…
-¿Cuál es la relación entre Repsol y el Municipio?
Nos deja muchas dudas. La empresa colabora dando computadoras y demás, cuando en realidad nosotros tenemos el combustible más caro, podríamos tener otro tipo de beneficios pero no tenemos nada. Es algo que nos vino a perjudicar muchísimo, sobre todo cuando hablamos del factor salud.
A ellos no les interesa que nosotros estemos acá, es como si no existiésemos. Si no tenemos grupos de personas que estén trabajando este tema, es muy difícil para nosotros. Por ejemplo, la gente de Medio Ambiente de la localidad [del Municipio] no está preparada para realizar este tipo de tareas, y no tomó cartas en el asunto como correspondía. Una ley provincial habla de la formación de comisiones de trabajo con gente de cada localidad y la Provincia. Acá no se hizo nada, las leyes están escritas, pero en la práctica no se logra que se cumplan
Antes del 21 de septiembre [de 2009] desde el bloque saqué un proyecto solicitando al Ejecutivo que cumpla con el poder de policía que tiene, de acuerdo a la Carta Orgánica municipal, y mantenga el Parque de la Ciudad cerrado. Nosotros no queríamos que el Parque se abriera para el Día del Estudiante, porque los rumores eran que los señores [Repsol y el municipio] iban a abrirlo. El único apoyo que recibí fue el de la otra concejala, los otros dijeron simplemente que no, que no tenía sentido volver a reiterar esto. Nosotras mantuvimos nuestra postura, exigiendo que se mantenga el cierre del Parque, no queríamos poner en riesgo la vida de los chicos.
Esta gente [Repsol y el municipio] nos mandó grupos de personas para que nos dijeran a la otra concejala y a mí, que por qué nosotras manteníamos esta postura de cerrar el Parque de la Ciudad, que el gerente de la empresa les había dicho que el lugar en el que ellos practicaban deportes no estaba contaminado, que estaba todo bien. Yo les dije que lo único que hacía era cumplir con mi función de representar a la gente, de hacer cumplir lo que dice la Carta Orgánica. “Nosotros no hemos contaminado, ustedes quéjense a las personas que han contaminado; nosotros simplemente cumplimos la función de velar por la salud de las personas. ¿Por qué tengo que creer en el gerente de la empresa? Que el año pasado nos llamó y nos dijo que estaba todo bien. ¿Por qué tenemos que volver a creer en él? Cuando el Parque de la Ciudad está contaminado, cuando hay un montón de sectores que están contaminados y él les está diciendo a ustedes que el sector de pelota paleta está en condiciones”.
A partir de los derrames en el Parque de la Ciudad, el Ejecutivo realizó una denuncia penal contra el gerente de la planta ante la justicia. ¿Qué ocurre? Si a esta denuncia no se le hace un seguimiento, si no hay un abogado que entienda del tema, pasa a ser una causa más, cuando estamos hablando de un delito muy grave. Entonces, en la declaración, nosotras solicitábamos que realmente presentara un amparo civil y colectivo. No lo hizo nunca.
-¿El amparo buscaba detener el funcionamiento de la planta?
Sí, y que se remediara como se tenía que remediar. Nosotros hablamos con gente de otras empresas y nos contaban que en Río Negro una empresa contaminó y la Secretaría de Medio Ambiente la intimó a realizar una remediación que no implicaba únicamente poner una bomba, chupar el hidrocarburo y sacarlo, sino que los intimó a instalar una planta de tratamiento de suelo, sacar toda la tierra afectada, poner tierra nueva y volver la tierra afectada al punto original. Acá en Neuquén ocurrió de forma totalmente distinta, la Secretaría de Energía no tomó cartas en el asunto, no le dio la importancia que merecía la situación.
-¿La Secretaría de Energía de la provincia en ningún momento tuvo una participación activa en el problema?
Simplemente mandó un informe, que es el mismo informe que nos mandó la empresa, que decía que tenían tanta cantidad de bombas, que estaban realizando tal tarea, etc. Es decir, lo mismo que mandó la empresa, mandó la Secretaría de Energía.
Nosotros acá tenemos un canal colector en el que se tiran un montón de residuos. Hace muy poco se hizo un relevamiento y los más afectados por la situación son las personas ubicadas en la zona de chacras, que está a un kilómetro de la planta. Ellos reciben todos los desechos y con esa agua riegan las plantas. Hay varias denuncias de gente que tenía vacas y otros animales, que se le fueron muriendo por la ingesta del agua. La gente de la zona ha hecho un análisis de las aguas y los estudios arrojaron presencia de hidrocarburos.
Antes que se hicieran los análisis fuimos a una zona que está ingresando a Plaza Huincul, que se llama “la Curva”, a ver lo que pasaba. Ahí hicimos también un pedido de informes al Ejecutivo para que mande a hacer análisis de ese canal colector, le adjuntamos fotos que sacamos en ese momento. Nunca respondió.
-¿Estas chacras proveen de productos agrícolas a Plaza Huincul? ¿La población estaría consumiendo alimentos contaminados con hidrocarburos?
Exactamente.
-¿Ustedes adjudican esta situación a la planta de metanol de Repsol?
Hay muchas empresas, nosotros hablamos de la planta porque la tenemos acá, pero alrededor tenemos varias empresas.
-Sería difícil establecer una responsabilidad única.
Claro.
-¿Qué resultados preliminares arroja el banco de datos de enfermos oncológicos?
Todavía lo estamos realizando. A raíz de la publicidad que estamos dando al tema con ayuda de una fundación ecológica de Neuquén y un programa de radio, el intendente solicitó que se haga otro banco de datos para hacer un diagnóstico de la cantidad de enfermos. Quizá esto sirva para algo.
Existe mucha gente que vive su situación en forma solitaria, a raíz del relevamiento nos encontramos con que hay gente que no ha tenido [ayuda] ni para [costear] el pasaje para hacerse los tratamientos oncológicos, nadie se ha hecho cargo de esa situación. Lo mínimo que estamos pidiendo es un lugar para que la gente se rehabilite, un centro de salud para atender los problemas oncológicos.
-Dentro de los organismos del Estado que tienen poder de policía, mencionaste al Poder Ejecutivo local y a su Intendente…
El intendente de Plaza Huincul, Alberto Crespo, junto con el de Cutral Có [Ramón Rioseco], tendría que haberse puesto a la cabeza de esto, y acá nos hemos quedado un poco solos, acompañados únicamente por la gente que viene a vernos.
A nosotros nos pusieron muchas trabas para la contratación de la consultora, y esto es histórico, jamás un Concejo pidió algo así. Una vez contratados no podíamos pagarles porque el dinero no aparecía. Un día los trajimos [a la consultora que contratamos] para que se reuniera con la supuesta consultora que había contratado el Municipio, a raíz de la presión que ejercimos desde el Concejo. La consultora del Municipio nos estaba dando una información más grave que la que nosotros contratamos, porque ellos tenían una foto satelital de lo que era nuestra localidad antes de que viniera la planta y una de ahora. Se notaba a simple vista lo que había pasado.
Le preguntamos al Ejecutivo si había cumplido con lo que nosotros habíamos solicitado en la declaración, que nos remitiera copia de la información que la consultora del Municipio [había recabado]… Nunca recibimos nada, nunca supimos el nombre de esta supuesta consultora.
A la gente que vino por nuestra parte tuvimos que pagarle el pasaje de nuestro bolsillo, [el Municipio] no quiso pagarnos el pasaje. Tuvimos un montón de problemas que no ayudaron para nada, de eso se trata: de poner obstáculos, de ocultar información.
Nosotros estamos reclamando información constantemente, mi próximo proyecto va a ser solicitar la contratación de una consultora para que haga un monitoreo del aire y del agua, y vamos a seguir trabajando porque esto no se terminó.
-¿No se sabe efectivamente cuál es el estado del agua de, por lo menos, Plaza Huincul?
No se sabe. Sí sabemos que hay un montón de afectados. Nosotros le hemos hecho pedidos de informes a la empresa para que nos diga la situación que tenemos en cuanto al aire y al agua. Tenemos que tener especial atención en cuanto a las napas freáticas, porque tendría un impacto desastroso. La consultora nos contó la cantidad de enfermedades que podemos llegar a tener a raíz de esta contaminación: leucemia, problemas respiratorios… los que se puedan imaginar… y que los más vulnerables son los niños.
En mi caso tengo a mi hijo afectado. Un día lo tuve que retirar de básquet porque se ahogaba, le faltaba el aire. Lo llevé a una pediatra y me dice: “Tiene los bronquios totalmente tapados, este chico hay que llevarlo a la neumonóloga inmediatamente”. Lo llevé a Neuquén, ya que acá no hay especialistas. La neumonóloga me dice que el chico estaba así porque nosotros le fumábamos encima y yo le dije que en casa nadie fumaba… La que nos está fumando al lado es la planta de metanol, porque larga permanentemente gases que no sabemos qué son.
Cuando le cuento esto la neumonóloga me dice: “Acá aparecen un montón de casos de tu localidad”. Me mandó a un alergista que trabaja mucho estas cuestiones del medioambiente, le contamos todo y se conectó con médicos de Buenos Aires para saber específicamente qué estudio había que hacer. Le hicieron un estudio de orina y detectaron que mi hijo tiene ácido fórmico, que es ácido de las hormigas, y que en este caso particular lo produjo la planta de metanol. Mi hijo no puede realizar más actividad física porque se cansa, se ahoga, y anda permanentemente con un aparato. Así que a mí nadie me lo contó y, así como mi hijo lo está viviendo, hay un montón de enfermos.
También sabemos que los loros barranqueros que pasaban en el 96′ por encima de casa, se fueron cuando llegó la planta de metanol. En lugar de los loros ahora están los jotes, que sobrevuelan la planta de metanol permanentemente. Depende de cómo está el viento sobrevuelan con mayor frecuencia. Las plantas se queman, el pasto no crece y a veces se sienten olores nauseabundos.
No es fácil, estamos luchando con un poder económico muy grande, y a pesar de las leyes que tenemos, en la práctica nada se cumple.