En enero volvió a caer la producción, como ocurrió a todo lo largo de 2011, pero ya sin la incidencia de conflictos sindicales. Agotamiento de pozos y falta de inversiones
Por Raúl Dellatorre | Página/12
Los datos de la producción de hidrocarburos en el mes de enero dan cuenta del persistente desplazamiento del sector hacia una zona crítica, lo que explica la urgencia del Gobierno por revertir la falta de actividad en varias áreas y el reclamo a las petroleras para que comprometan más inversiones. La producción media diaria en el primer mes del año resultó 3,95 por ciento inferior a la de igual mes del año pasado y 2,1 por ciento inferior a la del mes inmediato anterior, diciembre de 2011. Las estadísticas que suministra el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas, que aglutina a todas las empresas del sector, muestran un descenso parejo en el rendimiento de las principales firmas operadoras, en un rango que va del 0,6 al 3,5 por ciento en la producción media diaria respecto de diciembre último. YPF y Pan American, las dos principales (34 y 19 por ciento de la extracción total), son las que más bajaron la producción: 3,5 y 2,5 por ciento. Las provincias petroleras esperan reunirse con la presidenta de la Nación dentro de dos semanas, aunque las circunstancias y la verificación del descenso en la producción podría apurar ese encuentro. La producción de petróleo en Argentina se había mantenido en los primeros tres trimestres del año 2010 por arriba de los 98 mil metros cúbicos diarios. Descendió en los trimestres posteriores (IV de 2010, I y II de 2011), por los conflictos sindicales en zonas de producción. A partir de mediados del año pasado pareció recuperarse, aunque sólo parcialmente, con 92.270 m3 de producción diaria en el III y 94 mil en el IV. Pero enero de este año vuelve a mostrar que la caída no se detiene: los 91.266 m3 producidos por día sólo superan al trimestre más agitado en materia de conflicto sindical, el II de 2011, en el que se promedió una producción de 82.700 m3 (datos del Instituto del Gas y el Petróleo).
Hay varias explicaciones para la caída. La principal es el envejecimiento de los pozos en producción y la ausencia de nuevos descubrimientos que reemplacen las reservas que se van agotando. Esa razón justificaría una curva de largo plazo con tendencia levemente en baja. Pero la realidad muestra que la caída se aceleró en los últimos años. Este resultado parece más ligado a la actitud de las empresas de ir abandonando los yacimientos menos productivos o los pozos de menor rendimiento, para bajar costos promedio, y ante la imposibilidad de disponer libremente del producto para exporttarlo, como ocurría hasta hace pocos años.
La necesidad de garantizar el abastecimiento interno va contra el deseo de las empresas de gozar de “un libre mercado” que les permitiría obtener fuertes ganancias en la plaza internacional. Pero prácticamente no hay nación constitutida como tal en el mundo –algunos paraísos fiscales en territorios insulares son un caso aparte– que no considere a los hidrocarburos un bien estratégico y, por lo tanto, no le aplique estrictas reglas a su comercialización.
El cuadro de producción de petróleo de enero muestra que, de la producción total, YPF aportó el 34,3 por ciento y PAE (asociación de Bridas con capitales extranjeros), el 19,3. Sigue Petrobras, con el 6,9. Sinopec (chilena), Pluspetrol y Chevron (EE.UU.) se alinean en los puestos siguientes, con participaciones del 6,6 al 5,6 por ciento, y más abajo aparecen Tecpetrol (Techint) y Total Austral (Francia), con 4,1 y 3,1 por ciento. Las ocho firmas muestran bajas en la producción con respecto a los meses anteriores de forma llamativamente coincidente, según los datos del IAPG.
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