Perú: Los pueblos indígenas se unen para enfrentar nueva fiebre del petróleo

Desafiando viajes largos por río y estadías incómodas, lejos de sus aldeas en el bosque amazónico, líderes indígenas de la Amazonía Central del Perú están reuniéndose en la ciudad de Pucallpa esta semana para planear una defensa común, mientras que las empresas perforadoras de petróleo extranjeras que codician los tesoros subterráneos de gas y petróleo invaden la región, a una escala y ritmo que no se veía desde principios del auge petrolero de Perú en la década de 1970.
Mientras que el petróleo se encuentra en su mayoría debajo de los territorios indígenas, el Gobierno del Perú ha traspasado los derechos a los recursos del subsuelo a empresas privadas, estableciendo las condiciones aquí para el mismo estilo de conflicto inevitable entre las empresas y las comunidades que ha sacudido a otras regiones del país en los últimos meses y años.

IMG_0046-001

Para ayudar a reforzar su lugar en la división, los líderes de por lo menos 25 comunidades indígenas Shipibo de la región del Alto Río Ucayali se reúnen en un taller el 06 al 08 de agosto para compartir experiencias de sus contactos con la industria, comparar historias de tácticas empresariales y escuchar de los líderes de otras regiones, cuyas tierras y agua comunales ya han sido devastadas por los primeros 40 años de producción de petróleo allí.
El evento de tres días, organizado por ORAU – la Organización Regional de la Federación Indígena Pan-Amazónica Peruana, AIDESEP – y por Alianza Arkana y Earth Rights International, marca la primera vez que muchos de los “Apus” o Presidentes de Comunidades, se han reunido. A menudo hablaban en su Shipibo nativo.
Los organizadores dicen que es sólo el comienzo de esas oportunidades para organizarse frente a la nueva bonanza petrolera.

IMG_0147

“Tiene que haber un plan regional para los pueblos indígenas”, dijo Lizardo Cauper, Vicepresidente de ORAU y un líder Shipibo de la comunidad devastada por el petróleo, Canaán. “No podemos simplemente dar un paso atrás, mientras que ellos (las empresas) entran,” dijo.
Hasta hace poco, sólo dos comunidades en el medio y bajo Ucayali se han visto afectadas por la industria petrolera, que fueron sobre todo una “resaca” de la exploración realizada en los años 1970. Estas comunidades, Canaán y Nuevo Sucre, cerca a la ciudad de Contamana, han sufrido una severa contaminación – junto a la manipulación de la compañía y la negligencia del gobierno – durante casi cuatro décadas, la más reciente por Maple Energy, que sistemáticamente ha derramado petróleo y vertido aguas tóxicas de producción desde que se hizo cargo de la compañía estatal de energía en 1994.

061-002

Con una presentación de PowerPoint que muestra los últimos derrames de petróleo y movilizaciones comunales agresivas, Basilio Rodríguez Sauancino, Presidente de Canaán, presentó su experiencia a los líderes de otras comunidades que han sido recientemente abordadas por hombres de empresa con ofertas de dinero en efectivo y promesas de desarrollo.
“Ten mucho cuidado con el territorio de tu comunidad, hermanos”, advirtió a los demás.
Mientras Canaán y Nuevo Sucre, se llevan la peor parte de la primera ola de la fiebre del petróleo de Perú, la presencia perturbadora de por lo menos tres nuevas empresas ahora se siente, ya que vienen a reclamar lotes de petróleo traspasados durante los últimos gobiernos. Algunos apenas están comenzando las primeras etapas de exploración, las pruebas sísmicas, mientras que otros están listos para cavar pozos exploratorios o, como en el caso de Maple, comenzar una nueva producción.
“Cada una de nuestras comunidades ha sido o se verá afectada por las concesiones petroleras”, dijo Cauper el lunes.

IMG_0167-001

Los líderes Shipibo – algunos enérgicos, otros serios o incluso un poco sombríos sobre lo que enfrentan – discutieron los recientes enfrentamientos entre las comunidades nativas y las empresas mineras en Cusco, sobre un reciente derrame de relaves mineros que enfermó a cientos de residentes la semana pasada en Ancash y sobre “hermanos” indígenas Machingenga luchando contra el consorcio de gas en Camisea, PlusPetrol, en el sur.
Hablaron de la pérdida de identidad indígena y la pérdida de territorios tradicionales, mientras enfrentan la amenaza simultánea, simbiótica de la cultura de consumo que da poder a la industria en sus tierras en busca del combustible que impulsa la cultura de consumo en todas partes.
Preguntando a los Apus sobre lo que los hace a ellos y a sus pueblos “indígenas”, Cauper les recordó lo que hace su concepto comunal de territorio diferente al de la concepción occidental de la propiedad privada y que la tierra se extiende más allá de lo productivo y lo económico, incluyendo lo espiritual.
“El gobierno no reconoce el valor espiritual”, dijo. “En las conversaciones con las empresas, ellos hablarán sobre el valor de mercado, pero nunca lo que llamamos el espíritu de la tierra o el valor espiritual de nuestro territorio”.
El taller continúa esta semana con sesiones sobre normas internacionales de derechos humanos por parte de Earth Rights International y el Programa para la Defensa de los Derechos Indígenas, los socios legales de Alianza Arkana.
“Lo que demandamos aquí son los derechos a la vida y al agua”, dijo Capuer durante una dramática presentación de diapositivas acerca de un reciente derrame de petróleo de Maple Energy, que devastó Canaán. “Estos son nuestros derechos y tenemos que reclamarlos”.
Traduccion por Mabel Toribio.
Alianza Arkana Blog