El gobierno británico de las islas decidió transferir más de 13.000 millones de dólares para el recientemente creado Fondo de Desarrollo de Reserva.
En una decisión de enorme envergadura económica para los planes del Reino Unido de convertir a las Malvinas en un polo petrolero, el gobierno británico de las islas decidió transferir 8.274 millones de libras (más de 13.000 millones de dólares) para el recientemente creado Fondo de Desarrollo de Reserva. De acuerdo a lo publicado esta mañana en el semanario Penguin News se trata del primer paso para la creación de un Fondo Soberano de Inversión, basado en el exitoso modelo noruego.
Los fondos soberanos se definen como un vehículo de inversión de propiedad estatal y cuentan con una cartera de activos financieros nacionales e internacionales.
Economistas consultados por Clarín afirmaron que la cifra que aportarán no es de las mayores, pero es de bastante importancia ya que además marca la apuesta británico e isleña a las exploraciones hidrocarburíferas que empresas británicas, francesas, italianas y estadounidenses están realizando alrededor del disputado archipiélago, aún bajo protesta argentina, que reclama la soberanía de las mismas junto a las Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
De acuerdo al Penguin News esta transferencia millonaria forma “parte de un Fondo con Consolidado” y que la intención es hacer un primer llamado a este Fondo Soberano de Reserva para que sirva a proyectos y financiamiento que se encararán en el desarrollo del petróleo”. Los petroleras que operan en Malvinas comenzaron sus tareas en febrero de 2010 bajo fuerte protesta de la Argentina, que a su vez reforzó sus controles marítimos en el Atlántico Sur, para dificultar un negocio que hasta ahora sólo avanza. Igual, hasta ahora los logros anunciados son escasos, salvo que se tenga resultados secretos. Los isleños dicen que para 2016 ya quieren estar produciendo crudo. Mientras, diseñaron un gigantesco puerto petrolero a kilómetros de la capital, en el gran islote del Este, con el claro objetivo de sacar los barcos por el Atlántico hacia Europa y el norte sin rozar el continente a la altura del territorio nacional argentino.