Ahora que el Estado tiene la responsabilidad de la firma se convalidaron aumentos que con anterioridad eran negados a otras compañías. La necesidad de hacer caja obliga a acelerar los tiempos. También a “moldear” pretensiones. El “decálogo” de exigencias de empresas, antes de poner plata en el país.
Por Patricio Eleisegui
Cambia, todo cambia en el mercado local de los combustibles. Y cada vez a pasos más acelerados.
Es que las necesidades de caja apremian. Y eso hace que los aumentos en las naftas lleguen más rápido a los surtidores.
Y ahora, con el manejo de YPF en sus manos, la realidad viene mostrando que el Gobierno convalida incrementos que, tiempo atrás, le negaba a otras compañías, como Shell, por mencionar un caso testigo.
Muchos analistas llaman a este cambio “baño de realidad”: “Una cosa es regular el mercado cuando esto afecta intereses de terceros y otra muy distinta es cuando se ve afectado uno mismo”, afirma una voz muy reconocida del sector energético.
Por lo pronto, el valor de la nafta es sólo una parte de las modificaciones implementadas. En enero, la administración kirchnerista “sorprendió” con la oficialización de un nuevo esquema de retenciones a la exportación de hidrocarburos.
¿Qué cambió? Hasta ese momento, si la cotización del crudo superaba los u$s60 en el mercado internacional, las petroleras recibían un valor “techo” de u$s42 por barril.
La nueva disposición echó por tierra ese tope que rigiera durante años.
Ahora, todas las petroleras que exporten tendrán garantizado un precio de u$s70 por barril que, además, recibirán de manera automática, siempre que la cotización en el exterior supere los u$s80 tal como viene sucediendo.
A la hora de establecer el nuevo mecanismo, según pudo averiguar iProfesional.com, el Gobierno puso en la balanza el control directo que ejerce sobre YPF y, en paralelo, la sintonía estratégica que mantiene con Pan American Energy (PAE), la principal exportadora de crudo de la Argentina.
Esa firma, precisamente, es controlada por la familia Bulgheroni -que también participa en Bridas- y por la británica British Petroleum (BP).
Pero, conocida la novedad, distintos referentes del segmento de estaciones de servicios alertaron a este medio respecto del impacto que tendrá este nuevo techo en los surtidores.
El pronóstico que arrojan es que las naftas volverán a aumentar muy fuerte. Y este incremento comenzará a tomar forma en el transcurso de los primeros meses de 2013.
¿A qué responderá la suba? Raúl Castellano, vicepresidente de CECHA, la confederación que agrupa a los empresarios de la venta de combustibles, dio un primer argumento.
“La medida es festejada por las petroleras, porque ahora les conviene más exportar combustible. Para abastecer el mercado interno, sin que esto les represente un alto costo de oportunidad, subirán los precios de manera tal de compensar en parte lo que pierdan por no vender afuera”, sostuvo a iProfesional.com.
“YPF, Esso, Petrobras, son compañías integradas. Tienen extracción y venta en surtidores. De ahí que esta decisión las ayuda y mucho a obtener mayores fondos”, dijo.
Castellano se animó a trazar el camino que seguirá otra grande del sector: “En cambio, Shell debe comprarle a quienes hacen explotación porque carece de pozos propios. Por eso, se verá obligada a subir los precios, porque sus proveedores -en su intención de querer vender más afuera- también le venderán el combustible más caro desde la refinadora”, agregó.
Asoman los $8 por litro para la súper
Estos nuevos aumentos que irán llegandoa los surtidores mantienen en vilo a la Federación de Empresarios de Combustibles (FECRA).
Rosario Sica, presidente de la asociación señaló a este medio: “Este cambio en la cotización del barril es parte del plan oficial para quedar bien con las petroleras, en particular con YPF. La compañía necesita caja de manera urgente, si no Galuccio no podrá cumplir con las inversiones anunciadas. También beneficia a PAE, que es la que más produce”.
“Todo esto se dará a costa de los bolsillos de los usuarios. La suba de precios guarda relación directa con la alta inflación que el Gobierno no reconoce pero que sí tiene que considerar YPF”, aseguró la directiva.
Castellano, de CECHA, anticipó para los combustibles un incremento “de al menos un 30% para acompañar el alza en los costos que se irá dando en estos meses, fogoneada por los acuerdos salariales que se vayan cerrando”.
De concretarse este porcentaje de suba, entonces la nafta súper pasará a valer cerca de $8, mientras que el litro de premium se colocará por encima de los 9 pesos.
En diálogo con iProfesional.com, Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), coincidió con lo expuesto por los titulares de CECHA y FECRA.
“El aumento que se viene es preocupante, porque atentará contra la demanda. A las estaciones de servicio la aguja de rentabilidad no les varía. Estamos en un 8% de ganancia por cada litro comercializado siendo que, para sobrevivir, se necesita estar al menos en un 15%”, dijo.
Para sustentar sus dichos, los empresarios de este segmento destacan que en 2012, pese a la nacionalización de YPF, unas doscientas estaciones de servicio cerraron, sumándose así a las tantas que ya dejaron de operar en la década.
“Hoy tenemos en situación de quiebra a unas 3.500. Y todo indica que este número se seguirá incrementando. Lamentablemente, seguimos cautivos de las petroleras y sin poder discutir la bonificación que necesitamos que se aplique cuanto antes”, añadió García.
Haz lo que yo digo, no lo que yo hago
Desde su nacionalización, YPF aumentó los precios un 25%, con un pico de hasta 30% en algunas localidades del interior del país. Como era de esperar, los competidores como Shell y Esso siguieron sus pasos.
Esto marca una gran diferencia respecto a cómo fueran autorizados los incrementos años atrás, cómo lo son ahora y también cómo la vara de medición es distinta, dependiendo del sector y de si el Gobierno participa o no.
Por ejemplo, las empresas de medicina prepaga y el “peregrinaje” que deben realizar para obtener el aval oficial antes de ajustar sus valores es uno de los tantos casos que dan cuenta de ello.
En el caso de la petrolera estatal, ésta necesita mejorar su esquema de financiamiento recurriendo al mercado doméstico, habida cuenta de las dificultades que tiene la Argentina para hacerse de crédito externo. Pero, en este caso, la actitud oficial ahora es más “laxa”.
El plan de YPF para el próximo quinquenio implica la inversión de u$s25.000 millones, que saldrán en gran medida de su propia caja.
Y es por eso que los analistas proyectan fuertes incrementos de precios en los surtidores, más allá del beneficio que trae la exportación de crudo a cifras más altas.
Por otro lado, los aumentos se encolumnan dentro de los requerimientos que -tras el impacto que representó la estatización de YPF- las compañías extranjeras piden para invertir en el país. No están escritos, pero sí gozan de plena vigencia.
También la “nueva estrategia” de convalidar mayores valores para el sector energético en general, es uno de los puntos que multinacionales como Chevron establecen como requisito para poner plata en la Argentina.
En julio pasado, iProfesional.com ya había publicado el “decálogo” de condiciones que las empresas solicitan al kirchnerismo antes de avanzar en desembolsos (ver infografía):
Los sucesivos aumentos de precios que llegaron a los surtidores -sumados a una serie de nuevas reglas que el Gobierno fue poniendo en marcha- dejan a la vista la intención del oficialismo de redefinir el negocio de los combustibles.
Para un directivo del sector, que pidió off the record, medidas como el incremento más acelerado de los precios en los surtidores “dejan en claro que Miguel Galuccio, CEO de YPF, tiene línea directa con la Presidenta. Es claro que pide y el Gobierno otorga, porque buena parte de las inversiones que necesita la firma ahora están atadas a la necesidad de contar con una mayor caja doméstica”.
Otro ejecutivo de una petrolera que opera en la Patagonia, muy cerca de la estatal, señaló que otro cambio, que va en sintonía con otorgar ahora lo que antes estaba “vedado” es “lo sucedido con el fuerte incremento en el precio del gas”, combustible que representa algo más del 50% de la matriz energética del país.
En noviembre pasado, Cristina Kirchner anunció un ajuste en el precio, en busca de fomentar una mayor producción local, por lo que el Estado pasó a pagarle a la petrolera YPF u$s7,5 por millón de BTU, desde los u$s5,2. En términos porcentuales, avaló un alza nada menos que del 45 por ciento.
La Presidenta aclaró también que el Gobierno le reconocerá “al resto del mercado” el mismo precio (u$s7,5) que tendrá YPF.
“Se trató de un incentivo muy alto para explorar y extraer más gas. Lo que hizo el Ejecutivo fue reconocer el esfuerzo que hace cada empresa por ubicar nuevas fuentes de recursos”, explicó un importante ejecutivo del segmento.
Dólar a valor oficial
Otra medida que vino a “patear el tablero” es la eventual decisión del Gobierno de asegurarle a la familia Bulgheroni, socia en Bridas y Pan American Energy, el acceso a dólares al tipo de cambio oficial.
Según informó la agencia Bloomberg a fines de diciembre, Bridas Internacional firmó un acuerdo con YPF para explorar en Vaca Muerta y, entre las condiciones, el compromiso gozaría del beneficio de tener “acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (BCRA)”. Esto le servirá para el pago de importaciones, deuda, repago de intereses y dividendos”.
La sociedad entre YPF y Bridas International es por dos áreas en Neuquén: Bajada de Añelo y Bandurria. YPF le cederá la mitad de su propiedad en esos yacimientos a Bridas, que está asociada con la firma china CNOOC.
Aún no se sabe si el emprendimiento será en conjunto o sólo de Bridas, según manifestó Carlos Bulgheroni. La inversión estimada sería de unos u$s1.500 millones.
“Esta ventaja dada a los Bulgheroni surge de la necesidad de no perder inversores en Vaca Muerta. Bridas exigió facilidad para hacerse de dólares como condición. Se mantuvo firme en su posición y logró lo que buscaba”, expresó la fuente que pidió reserva de identidad.
“Lo que continúa pendiente es la posibilidad de girar divisas al exterior, aunque se está discutiendo para que eso cambie antes de junio”, destacó.
El experto consultado señaló un punto no menor, que tiene que ver con el marco legal: “Los nuevos acuerdos se están celebrando bajo normas internacionales”.
Y este es otro punto más que viene a marcar los cambios que se imponen en los tiempos que corren, en los cuales ya no se habla más de “boicot” para dejar de comprarle a tal o cual petrolera, sino de incentivos, precios más altos y nuevas reglas de juego para que las petroleras se decidan a invertir en la Argentina.
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