Decidió la compra de cargamentos de gasoil y naftas, y les pidió ayuda a sus competidoras; no se sabe cuándo volverá a producir en Ensenada.
El equipo de conducción de YPF, liderado por Miguel Galuccio, enfrentará durante los próximos días el mayor desafío a su gestión desde la nacionalización de la empresa, en abril del año pasado. Se debe al incendio que ocurrió en la noche del martes en su refinería de Ensenada -el mayor complejo industrial del país y el principal pulmón abastecedor de combustibles a un mercado en constante aumento-, que aún no tiene fecha de reapertura.
Ayer, la petrolera puso en marcha un plan de contingencia para morigerar los problemas de abastecimiento que enfrentarán sus estaciones de servicio durante los próximos días debido al cierre obligado de la planta, que tiene un 30% de la refinación de combustibles de la Argentina. Se trata del mayor accidente de la historia del petróleo en el país (desde el punto de vista industrial, ya que no hubo víctimas fatales) en materia de refinación.
La iniciativa tiene dos grandes patas: atender en el corto plazo la demanda de naftas y gasoil mediante la mayor importación de producto y, en segundo término, sumar la colaboración de sus competidoras -Shell, Axion (ex Esso), Petrobras y Oil- para mantener la oferta doméstica en los niveles más altos posibles.
La gestión de Galuccio ordenó ayer poner en marcha la importación inmediata de dos cargamentos de gasoil y dos de naftas, algo que venía macerando desde el miércoles. Deberá desembolsar en esa operación más de 200 millones de dólares que no tenía previsto.
Es una medida antipática para la empresa: el producto que viene desde el exterior es más caro que el nacional y la operación va en contra del objetivo principal de la gestión estatal, que es reducir el nivel de importaciones energéticas. Sin embargo, la medida se tomó sin chistar, ya que los altos mandos de la empresa están casi seguros de que habrá problemas en el suministro de combustibles. Su profundidad variará de acuerdo con el daño que tenga la destilería. Hasta ayer por la noche, ese dato estaba rodeado de incertidumbre: la empresa deberá esperar a que se desagoten los 70 centímetros de agua que todavía permanecían en la planta para comenzar a poner en marcha de a poco el complejo industrial.
De acuerdo con la información oficial que brindó la empresa, “tomará cerca de 36 horas más evacuar el exceso de nivel de agua, y al menos los próximos siete días para rehabilitar los procesos de la planta”.
En forma paralela, ejecutivos de YPF especialistas en refinación de combustibles convocaron ayer de urgencia a colegas de otras compañías a una reunión en la torre que la empresa tiene en Puerto Madero.
Fue una solicitud escueta y sincera: por la gravedad de su situación, les pidieron a las empresas que demoraran sus paradas de planta programadas (para hacer mantenimiento) lo máximo posible, de manera de seguir produciendo combustibles. Y pidieron “colaboración” técnica con la compañía. En otros términos: que si alguna de las empresas tiene excedentes, se los faciliten a YPF, que lo compensará en el futuro. Además, reclamó la restitución de volúmenes con los que la empresa nacionalizada había asistido a otras compañías.
YPF también pondrá en marcha la optimización de sus stocks y arrojará más combustibles al mercado en las zonas de influencia de las refinerías de Plaza Huincul (Neuquén) y Luján de Cuyo (Mendoza).
MÁS PROBLEMAS
No sólo la lluvia y los incidentes atentan contra el abastecimiento de combustibles en el país. A esa lista hay que sumar la política y los reclamos sindicales. Al menos así lo entienden algunos ejecutivos del sector. Sucede que en medio del recorte en la oferta por el incidente de YPF, los transportistas de combustibles iniciaron anteayer a las 22 un paro en reclamo de medidas de seguridad, por lo que no dejan entrar y, en especial, salir camiones del polo de Dock Sud. Allí hay varias petroleras, entre las cuales Shell, la segunda productora de combustibles del país, es la más grande.
La medida de fuerza durará, como mínimo, hasta hoy a la una de la tarde, hora a la que fue convocada una reunión por parte del Ministerio de Trabajo de la provincia.
Los petroleros ven fantasmas políticos en el medio: los camioneros, que iniciaron la medida, responden al titular de la CGT, Hugo Moyano, enfrentado con el gobierno de Cristina Kirchner. Mientras que la cartera laboral, que a juicio de los empresarios se tomó mucho tiempo para convocar a la reunión, obedece al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, cuya relación con la Casa Rosada está lejos de su mejor momento.
YPF confirmó ayer en un comunicado que el incidente no provocó víctimas fatales ni heridos, que se controlaron las emisiones contaminantes y se apagó el fuego en poco más de ocho horas. Sus ingenieros determinaron que fue afectada la unidad de Coke A -quedó prácticamente destruida- y una unidad de destilación Topping C.
La compañía definirá qué hacer con respecto a ese punto cuando logre evaluar todos los daños. Es muy probable que esa unidad sea reemplazada por una nueva, que está en construcción. Su entrada en funcionamiento estaba prevista para el año que viene, pero la empresa acelerará las obras.YPF sostiene que el incidente se debió a la “acumulación extraordinaria de agua de lluvia, que provocó que el hidrocarburo sobrenadante llegase a la altura del horno, tomando contacto con puntos de altas temperaturas que iniciaron las llamas”.
PETROBRAS AÚN NO DEFINE LA VENTA DE SUS ACTIVOS
Petrobras informó ayer en un comunicado que “no tomó ninguna decisión” sobre la posibilidad de vender sus activos en la Argentina. Informaciones periodísticas señalan desde hace semanas al empresario Cristóbal López, allegado al Gobierno, como el gran candidato a quedarse con el negocio de la empresa en el país.
En marzo, la presidenta de la compañía, María das Graças Foster, afirmó que los rumores “contradictorios” contribuyeron a “dificultar” las negociaciones de venta de parte de sus activos en la Argentina.
UN GRAVE ACCIDENTE
Según YPF, la tormenta del martes colapsó la planta de Ensenada
- Daños inesperados
La lluvia del martes inundó el complejo industrial de YPF en Ensenada. Antes del incendio, la empresa había ordenado el cese de operaciones, pero no pudo evitar el incidente
- 30%
El mayor productor
Es el porcentaje que abarca la refinería sobre la capacidad nacional de destilación de petróleo
- Preocupación petrolera
Las otras empresas, como Esso, Shell y Petrobras, temen que una merma en la oferta de combustibles de YPF, la mayor productora, termine desabasteciendo a todo el mercado
- 200
Millones de dólares
Es el costo estimado de la importación inicial que ordenó realizar la compañía