Los “anti-fracking”, en escena

Mientras en Argentina la incorporación del fracking se abre un nuevo capítulo de resistencia al modelo extractivista.
Por Carolina Laztra (INFOSUR)

Se inauguró el primer pozo no convencional de Chubut con visita presidencial incluida. Mientras, el incipiente movimiento anti-fracking plantea sospechas, denuncias y críticas. Desde ese sector aseguran que “la “era” del shale oil y el shale gas pone en riesgo ambiental las zonas a explotar y presume un agotamiento del recurso más valioso: el agua”. La trágica contaminación en Estados Unidos y la prohibición en numerosos países movilizan a agrupaciones antifracking en distintas regiones de la Argentina.
Es julio en la Cordillera, y unos leños calientan del frío a un grupo de mapuches que celebran el inicio del ciclo de la vida, como ellos llaman a su año nuevo. Adornadas con platería de formas ancestrales y con largas trenzas, las más ancianas están de pie al igual que los más jóvenes, reunidos para plantear su resistencia al fracking, que desde hace más de dos años amenaza sus comunidades.
En Comodoro Rivadavia es verano, y la reunión. Cientos de embanderados al ritmo de una batucada agitada contrastan con filas de funcionarios de etiqueta y un protocolo que entre flashes retrata la visita de la Presidenta de la Nación, quien viajó para inaugurar el mismo tipo de explotación no convencional puesto en marcha en la provincia de Neuquén por el gobierno de Jorge Sapag.
Mientras los movilizados anti-fracking chubutenses declaraban el 13 de febrero como “día de luto”, el gobernador Martín Buzzi hablaba al grito de “olé, olé” de los embanderados. “Para nosotros, que somos un territorio que vive del subsuelo y de lo que podemos extraer, es clave ampliar la frontera hidrocarburífera yendo cada vez más profundo, más abajo”, disparó un gobernador que no habló de riesgos ni de impactos pese a las demandas que recibió en su red social personal luego de haber asegurado estar viviendo “una epopeya trascendente que va marcar un hito”.
Argentina fue bienvenida a la “era” de los no convencionales en diciembre de 2010, cuando la YPF aún controlada por Repsol anunció el descubrimiento de “Vaca muerta”, un reservorio de shale gas de gran magnitud en Neuquén que posicionó al país en el tercer puesto mundial. A partir de entonces todo el panorama energético dio un brusco giro y estas reservas pasaron a ocupar un lugar prioritario en la Ley de Soberanía Hidrocarburífera, promovida por el Poder Ejecutivo Nacional en abril del año pasado. Con la meta del autoabastecimiento y la exportación a partir de la explotación de no convencionales, el horizonte energético se alejó definitivamente de toda preocupación climática global y de las energías limpias y renovables.
Voces contra la hidrofractura
Afirmado como nunca el modelo extractivista en la provincia, la gente busca espacios para reclamar representatividad política y sobre todo, conciencia ambiental. “Hoy es un día muy triste porque usted está negociando el futuro de mis hijos. Vele por el pueblo de Chubut, no nos entregue”, reza una mujer en Facebook al pie de un post de Buzzi que enarbola la visita presidencial pro-fracking.
“Nos dicen que esta es la fuente de la felicidad y que se resolverán todas las injusticias y las desigualdades como nos han dicho antes. Y sin embargo se ha profundizado la pobreza, y lo peor, el envenenamiento de nuestro cuerpo y nuestra naturaleza”, reclama otro haciendo un llamado colectivo de fuerzas ante un problema que “ya ha cambiado el normal curso de nuestras vidas”. Un joven mapuche de pie ante una multitud reconoce que “nos venden como una buena noticia el gas y petróleo no convencional, pero sabemos que dos tercios de nuestra provincia están comprometidos por este tipo de explotación que se publicita como la salvación”.
“Pino” Solanas, diputado nacional de Proyecto Sur, está realizando un documental sobre el fracking. El director de “La hora de los hornos” sostiene que “la Presidenta se ‘olvida’ de la historia negra que protagonizaron ella y Néstor Kirchner, vaciando el sistema petrolero argentino. “Ahora lanza la fractura hidraúlica como una suerte de revolución y vanguardia, sabiendo que se trata del instrumento más perverso y contaminante que se ha inventado en contra del recurso más valioso que tiene la humanidad, el agua”, expresa el diputado.
“El fracking ha producido en Estados Unidos, al que se toma como modelo, la catástrofe ambiental más importante de su historia contemporánea. Los cien mil pozos que se perforaron allí han contaminado las napas subterráneas de casi todos los estados, el agua sale mezclada con gas”, grafica Solanas apuntando que “a nosotros nos presentan esto como la avanzada y encima, vamos a subsidiar una actividad petrolera por la que terminaremos pagando más caro el gas con dinero de nuestros bolsillos”.
Del negocio participan miles de empresas prestadoras de servicio, una de ellas es Chevron, pieza clave en la explotación de no convencionales en Neuquén debido a su asociación con YPF y actualmente embargada por el caso de contaminación de la selva ecuatoriana amazónica. Según Solanas “la presidenta se ha puesto en la cresta de la ola de una de las operaciones más perversas contra el pueblo argentino”.
Alineados a Proyecto Sur, organizaciones y movimientos ambientalistas como el Foro Ambiental y Social de la Patagonia (FASP), partidos políticos y comunidades originarias de distintas provincias se han movilizado en diversas oportunidades para expresar el rechazo al fracking por los impactos socio-ambientales, la contaminación y el gasto de agua potable. Entre ellos, la Asamblea Permanente por el Agua del Comahue y el Movimiento por Entre Ríos Libre de Fracking, las asambleas Popular de Zapala, Popular Ambiental de Colón – Ruta 135, Ambiental de Río Gallegos, la CTA y el Movimiento por la Recuperación del Petróleo en Neuquén. Partidos como el Frente Amplio Progresista y Coalición Cívica – Ari.
Según Félix Herrero, economista y especialista en energía “el fracking es una agresión muy grande al hombre, a la producción agrícola ganadera y a todo el ambiente en general. La señora presidenta al inaugurar el pozo no convencional se dio el lujo de no hablar de sus problemas”. A nivel internacional, la técnica del fracking fue prohibida en Francia y Bulgaria y en el estado de Vermont (EEUU). También se han declarado moratorias –de alcance local o nacional– en Estados Unidos, Canadá, República Checa, Alemania, Bulgaria, Francia, Irlanda del Norte y Países Bajos, entre otros.
Decálogo anti-fracking
“Problemas de agua, de salud, riesgo de explosión en las casas, destrucción de la tierra, desconfianza de los expertos, sentimiento de haber sido estafado, desaliento, animales muertos o enfermos, dificultad para obtener información sobre los pozos, sentimiento de que quieren enterrar el asunto. Imposibilidad de vivir normalmente”, apunta Josh Fox en su documental “Gasland”, que retrata las consecuencias de la hidrofractura en Pennsylvania, New York, Ohio y Virginia Occidental. Nominado al Óscar en 2011, este documental muestra como el agua del grifo se “prende fuego” en las casas de los vecinos.
Los “hidrocarburos no convencionales” se encuentran en rocas compactas y a una profundidad mayor que la de las reservas “convencionales”. Para su extracción se debe realizar una perforación de hasta 5 mil metros de profundidad y luego extenderse por otros 2 mil metros, atravesando napas y diversas formaciones. “El shale oil o shale gas está dentro de la roca madre. Del clásico ramal que todos conocemos salen seis u ocho pozos horizontales en la piedra. En cada operación se inyecta 97 % de agua y 3 % de químicos muy contaminantes” explica Herrero, quien aclara que se utilizan 30 millones de litros de agua en cada operación, lo que consume cada día una población de 80 mil habitantes. El agua y los químicos a mucha presión liberan las partículas del “recurso” aprisionadas en la roca. El gas liberado se recupera, mientras que los “residuos” de la operación -los lodos de perforación y la mayor parte del líquido tóxico que retorna a la superficie- se almacenan en balsas al aire libre, desde donde se transportarán en camiones hasta plantas de tratamiento.
Los principales impactos sobre el aire y el agua son casi inevitables, el fluido inyectado para fracturar la roca contiene sustancias tóxicas, alergénicas, mutagénicas y cancerígenas. Además, puede arrastrar al exterior metales pesados extremadamente tóxicos y elementos radiactivos presentes en las capas profundas del subsuelo, que pueden pasar a las aguas superficiales y subterráneas. El propio gas natural liberado compuesto por metano principalmente puede pasar a las aguas subterráneas.
La explotación de un yacimiento de este tipo requiere múltiples perforaciones relativamente próximas, con plataformas que pueden ocupar varias hectáreas de terreno. Además, el traslado de camiones en algunas fases de la explotación supone una gran alteración del paisaje, ocupación del suelo y daños a los ecosistemas.
El recurso de amparo
Las comunidades aborígenes de Chubut, representadas por Marcelo Pintihueque, presentaron un recurso de amparo en los tribunales de Comodoro Rivadavia por el pozo de petróleo no convencional de la zona de El Trébol, que fue declarado “admisible” por la Cámara de Apelaciones. Está sustentado en la violación al derecho constitucional y al convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo que detentan las comunidades originarias a ser consultadas sobre este tipo de actividades a realizarse sobre sus territorios. El amparo cita la existencia de materiales arqueológicos presentes en la zona y la cuestión de la preservación del agua, elemento escaso en esta zona.
La abogada Silvia De los Santos advirtió que el caso cuenta con dos expedientes iniciados en el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia, y denuncia que “la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) se hizo de manera ilegal, pues las tareas se habían autorizado antes de que se celebrara la audiencia pública en noviembre pasado”. A su juicio, hay “estafa por la existencia de un expediente mellizo, omisión de los deberes de funcionarios públicos y falsificación de instrumento público”, y recalca que “en el EIA no figura en ninguna parte el acuífero subterráneo de El Trébol, de vital importancia para la ciudad”.
Mientras en Argentina la incorporación del fracking se convierte en política de Estado, en Francia debaten proyectos de ley que amenazan con multas de 1 millón de euros por perforación. La hidrofractura abre un nuevo capítulo de resistencia y conflicto socio-ambiental ante un modelo extractivista que sabemos, tarde o temprano, se agotará.

Argenpress