YPF: a un año de la estatización, la petrolera aún no concreta inversiones

La empresa necesita u$s 37.700 millones hasta 2017, según proyecta el CEO Miguel Galuccio. El acuerdo con Chevron quedó en una “carta de intención” y Repsoldemanda en tribunales internacionales que se pague la expropiación.

“De interés público nacional”. Hace un año, la presidente Cristina Kirchnercaracterizaba a YPF con esas palabras, y así, el Gobierno nacional expropiaba el 51% de las acciones que la española Repsol poseía en la petrolera. A través de una cadena nacional, también indicó que no se afectaría a otros socios, como el Grupo Petersen o los inversores con acciones cotizantes en bolsa.
La expropiación pronto se convirtió en ley y se designó al ingeniero entrerriano Miguel Galuccio como CEO de la compañía. Con un plan estratégico bajo el brazo, proyectó un plan de inversión bruta por u$s37.200 millones para el quinquenio 2013-1017. El 80% se financiaría con fondos propios y se esperaba convocar a socios privados para el 20% restante.
Con el tiempo YPF ratificaba la inversión, pero aún se desconocía de dónde saldrían los fondos. Durante el Coloquio de IDEA en octubre del año pasado, Fernando Giliberti, director de la petrolera, volvió a repetir la millonaria cifra pero no confirmó los inversores. Mientras tanto, Repsol preparaba su denuncia contra la Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
“YPF no puede encontrar los socios estratégicos ni el acceso al financiamiento internacional porque nació floja de papeles; y también es víctima de una política energética disuasiva de inversiones”, aseguró Daniel Montamat, ex secretario de Energía (1999-2000) y ex presidente de YPF, en diálogo con Infobae. Y destacó: “La expropiación de las acciones a Repsol aún espera una mesa de negociaciones para abordar una indemnización que se debió arreglar previamente”.
Para Alieto Guadagni, economista y especialista en temas energéticos, el principal problema es que “es difícil recuperar YPF después del golpe tripartito que le dieron” a la petrolera en febrero de 2008. “Repsol le vende una cuarta parte de la compañía al consorcio español-australiano Petersen sin poner un peso, al financiar todo con una tremenda distribución de utilidades. Y el Gobierno argentino lo aprobó”, dijo a Infobae.
Los balances de YPF muestran una caída en todas las magnitudes de la empresa líder del sector por falta de inversiones. Entre diciembre de 2007 y el mismo periodo de 2011, la producción de petróleo cae un 17% y las reservas un 6,5 por ciento. Y el incendio de la refinería de Enseanda no ayuda a estos números. En el caso del gas, la producción descendió un 37,5% y sus reservas un 33,5% en ese periodo.
La tendencia bajista continúa en 2013 porque no se explora. “Los volúmenes de gas producidos por YPF en el primer bimestre de este año están un 2,7% debajo de igual bimestre de 2012, y la producción de petróleo está un 4,2% por debajo en igual periodo. El problema no lo puede resolver Galuccio, lo tiene que zanjar el Gobierno, y no lo está ayudando”, agregó Guadagni.
Acuerdos frustrados
“YPF no va a conseguir inversiones porque el clima de negocios es el peor de la historia argentina”, aseguró un especialista del sector que prefirió reservar su identidad. “Es una cuestión de reglas de juego y de rentabilidad que no están dadas. Hasta que eso no cambie, no se conseguirán inversiones efectivas”, adhirió.
Cuando parecía que YPF y Chevron avanzaban hacia un acuerdo estratégico para el desarrollo de petróleo y gas no convencional en el yacimiento Vaca Muerta, finalmente Galuccio suscribió tan sólo una “carta de intención” con Ali Moshiri, el par de la firma norteamericana.
Y más tarde, esta firma condicionó a YPF a no seguir con el proyecto radicado en Neuquén, luego de que la justifica argentina decidiera confiscar sus bienes por unreclamo ambiental en Ecuador. La decisión puso en jaque los planes estratégicos de Galuccio. “YPF tiene un territorio interesante para explotar, pero no están dadas las condiciones por la incertidumbre”, dijo Francisco Mezzadri, presidente de la consultora homónima.
Según el especialista, el contexto macroeconómico del país no ayuda porque entre otras cuestiones, las empresas se preguntan cómo compensarán “la diferencia entre el dólar de entrada y el de salida” por el cepo cambiario. Ésa fue una de las razones por las que la minera brasileña Vale suspendió su megaproyecto de u$s 6.000 millones en Mendoza.
Bridas acordó una inversión de u$s 1.500 millones con YPF, pero el panorama es complicado. A principios de este año, la petrolera de los Bulgheroni presentó una demanda en la Corte Suprema de Nueva York para contrarrestar una posible denuncia de Repsol, que había anticipado que demandaría a la compañía por la alianza.
El congelamiento de precios en los combustibles es una nueva escalada que genera resquemor en el sector. Si bien Guadagni lo consideró un “tema coyuntural”, Mezzadri dijo que este tipo de acciones “atenta contra la fluidez de caja de la empresa” y genera un dilema para una empresa que analice prestarle recursos financieros a YPF.
Para Montamat, la YPF controlada por el Estado es la “mayor víctima” del congelamiento, porque “necesita demostrar autonomía de gestión frente a los potenciales financistas y socios estratégicos” y porque es la número uno de la industria. “Si no cambiamos la política energética, pierde YPF y pierde la Argentina”, concluyó.
Infobae
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YPF, a un año de la estatización

La gestión estatal revirtió el desabastecimiento de combustibles y frenó la caída de la producción de petróleo y gas. También cerró acuerdos con cuatro empresas fuertes para explotar Vaca Muerta.

Hoy se cumple un año de la expropiación del 51% de las acciones de la compañía española Repsol en YPF. Durante ese lapso, la gestión estatal logró algunos avances mientras intenta sortear las dificultades para desarrollar Vaca Muerta, ante la falta de un acuerdo con la empresa ibérica que inició litigios en tribunales internacionales en busca de una compensación.
Durante este año, YPF logró revertir el desabastecimiento de combustibles y frenó la caída de la producción de petróleo y gas, aunque aún no puede revertir la curva decreciente.
Con un nuevo management profesional liderado por Miguel Galuccio, la empresa bajo control estatal logró un aumento de la producción de crudo del 2,2%, frente a la caída del 7,6% en 2011. Mientras que la de gas bajó un 2,3%, contra la baja del 10,2% del año anterior; 4,9% en 2010 y 14,7% en 2009.
Uno de los logros que más se nota en la vida cotidiana se vio en los surtidores. YPF redujo casi un 50% los quiebres de stock en las estaciones de servicio, al elevar a un 90% de la capacidad de utilización de las refinerías.
Por otro lado, la petrolera lanzó varias emisiones de bonos en pesos que tuvieron una buena aceptación en el mercado local, aunque no se aproximan a los miles de millones de dólares que requiere para desarrollar su ambicioso plan de inversiones. Las dos emisiones de bonos para pequeños ahorristas superaron ampliamente las expectativas.
Sin embargo, el Plan de los 100 días presentado por Galuccio en agosto prevé que gran parte de las inversiones provengan del flujo de caja propio de la compañía. Según el presidente de YPF, se desembolsarán 37.200 millones de dólares entre 2013 y 2017, de los cuales correrán por cuenta de la compañía nacional 32.600 millones. El 70% será costeado a través de la generación de fondos propios, menos del 20% se conseguirá mediante la obtención de deuda, y otro 10% lo aportará un socio privado.
“Dado el incremento de producción y ventas, a partir de 2017 el crecimiento se podrá autofinanciar en un ciento por ciento”, se informó.
Socios para Vaca Muerta
Pese a las presiones de Repsol en tribunales internacionales, YPF atrajo tres socios fuertes para desarrollar Vaca Muerta. El más importante es Chevron, con quien firmó un acuerdo para destinar 1.000 millones de dólares para extraer shale oil en Neuquén.
El convenio está frenado por el embargo de la Justicia argentina sobre los activos de la compañía estadounidense por una causa por contaminación ambiental en Ecuador. Ambas empresas buscan mecanismos para impedir que esas inversiones corran la misma suerte.
Otro acuerdo fue cerrado con Corporación América, que dirige Eduardo Eurnekián, para desarrollar un cluster de petróleo no convencional en la provincia. El grupo privado, que tendrá una participación del 50% en la sociedad, aportará 500 millones de dólares para perforar un área de 250 kilómetros cuadrados.
Bridas, la empresa de la familia Bulgheroni, también acordó con YPF emprender este año un proyecto de shale oil y shale gas que incluye un programa de delineación acelerada y un piloto en modo de factoría, por un total de 130 pozos que serán perforados durante 2013 y 2014.
El programa comprende una inversión inicial por los próximos 24 meses de 1.500 millones de dólares, en el cual Bridas comenzará adquiriendo un 35% del área de Bajada de Añelo y un 24,5% de Bandurria. La española Repsol demandó a la empresa de Bulgheroni por este trato.
Mientras que hace tres semanas YPF firmó un memorando de entendimiento con Dow Argentina -–empresa del grupo americano The Dow Chemical Company, una de las petroquímicas más importantes del mundo-, para el desarrollo conjunto del primer yacimiento de shale gas del país, en el bloque “El Orejano”, en Neuquén.
Las empresas comenzaron a negociar los términos y condiciones finales de un joint venture donde YPF cedería el 50% de su participación para el desarrollo del área El Orejano.
Más allá de estos avances, el futuro de la nueva YPF está atado a la regulación del mercado petrolero que disponga la Nación y a la compensación a Repsol por la expropiación.
La Mañana de Neuquen
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YPF a manos del Estado

El 16 de abril de 2012 el Gobierno intervino YPF y envió al Congreso un proyecto para recuperar la Compañia con el objetivo de recuperar para el Estado el control de la firma, trece años después de haberlo perdido a manos de Repsol. 

El proyecto establece que todos los papeles sujetos a expropiación son de la multinacional española, la cual de ese modo vería reducida su participación en la compañía. Del paquete que cede Repsol, el 51% va a quedar en manos del Poder Ejecutivo y el 49% restante pasaría a manos de las provincias petroleras.
“De continuar esta política de vaciamiento y de no inversión, Argentina se hubiese convertido en un país inviable, por políticas empresariales y no por falta de recursos”, dijo Cristina al argumentar los motivos que determinaron el envío de la iniciativa.
La jefa de Estado dijo que Argentina es “el único país de América Latina que no maneja sus recursos naturales”, tras lo cual enfatizó que en 2011 Argentina se convirtió en importadora neta de gas y petróleo “por primera vez en 17 años”, con un déficit de 3.029 millones de dólares e importaciones por una cifra “casi igual al superávit comercial de Argentina” del año pasado.
El proyecto establece la recuperación del 51 por ciento de las acciones, de las cuales el Estado nacional tendrá el 26,03% del total y las provincias productoras, el 24,99%.
Cristina dejó claro que el modelo para YPF “no es de estatización”, sino de “recuperación de soberanía”, y señaló que la empresa seguirá funcionando “como una sociedad anónima”, aunque tendrá a partir de ahora “una conducción profesionalizada”.
Corrientes hoy