El difícil camino de Barrick en Chile por Pascua Lama

La Justicia frenó las obras y evalúa demandas de comunidades que acusan al proyecto de destruir glaciares y contaminar el agua.

Barrick Gold encara un delicado camino legal para completar su proyecto de oro y plata Pascua-Lama de 8.500 millones de dólares tras la reciente suspensión de las obras por parte de una corte chilena, y se arriesga incluso a que su permiso ambiental sea cancelado.
En el más reciente revés para los sectores minero y eléctrico, un tribunal paralizó la construcción del yacimiento, que se encuentra sobre territorio chileno y argentino, mientras evalúa demandas de comunidades que acusan al proyecto de destruir glaciares y contaminar el agua.
Expertos dicen que existe el riesgo de que la impopular iniciativa pase meses, incluso años, en un limbo legal, afectando la reputación de Chile como promotor de la inversión privada, mientras los políticos estarían poco dados a intervenir en el debate en medio de un año electoral, informa Reuters.
“El panorama legal de Pascua-Lama es complejo”, dijo Luis Cordero, profesor de leyes de la Universidad de Chile. “Si la empresa no negocia adecuadamente un plan de cumplimiento puede llegar a la revocación” del permiso, agregó.
Una fuente gubernamental dijo a Reuters que el Gobierno del conservador Sebastián Piñera no está persiguiendo a Barrick, pero que el permiso de la firma podría expirar si no cumple con las exigencias ambientales.
“La pelota esta en la cancha de ellos”, afirmó.
Un portavoz de Barrick dijo que la firma se ha comprometido a cumplir los deberes ambientales y de regulación y que está trabajando para responder a las preocupaciones de las autoridades.
Fuentes del mercado minero creen que el mayor problema del proyecto, que produciría 800.000-850.000 onzas de oro y 35 millones de onzas de plata anualmente en sus primeros cinco años, ha sido de mala administración, incluso una de ellas describió el caso como un “caos”.
El equipo de gerencia de Pascua-Lama fue removido el año pasado mientras los costos subían. La firma dijo a Reuters que continúa “tomando medidas para fortalecer y mejorar esa estructura, con más cambios por venir”.
Grandes proyectos mineros y eléctricos han sufrido obstáculos en Chile, el mayor productor mundial de cobre.
El año pasado, la Corte Suprema suspendió un permiso clave al proyecto cuprífero El Morro, de la canadiense Goldcorp, y rechazó la construcción de la termoeléctrica Castilla, de 5.000 millones de dólares. En contraparte, abrió el camino a la hidroeléctrica HidroAysén.
Pobladores han acusado que agua contaminada por el proceso de construcción de Pascua-Lama ha llegado al río Estrecho, que indígenas y otras comunidades usan para agricultura y uso personal.
“Barrick no ha contaminado las aguas del río Estrecho”, dijo el portavoz Andy Lloyd. “Un extensivo monitoreo del agua demuestra que Pascua-Lama no tiene impacto negativo en la calidad del agua en la zona circundante”, agregó.
Barrick ha dicho que la construcción en el lado argentino, donde está la mayor parte de la infraestructura, no ha sido afectada por la orden de la corte. Pero cerca del 80 por ciento de las reservas está en Chile y una prohibición permanente podría matar el proyecto.
Lo que viene
No está claro que acción legal podría tomar Barrick si se le cancela el permiso o se pone en revisión.
La corte local necesita reportes adicionales antes de poder examinar el caso, dijo Lorenzo Soto, abogado ambientalista que representa a unos 500 indígenas diaguitas demandantes.
El fallo definitivo se espera en pocos meses, comentó. Pero luego el perdedor podría elevar el caso a la Corte Suprema. “Nos va a tomar el resto del año”, dijo el abogado.
Eso retrasaría la meta inicial de Barrick para comenzar la producción en 2014. La empresa ha dicho que es pronto para estimar el impacto económico y de programación del dictamen.
En otra medida, un recientemente creado regulador ambiental acusó el mes pasado al proyecto de no cumplir con el estándar ambiental que considera su permiso.
Se prevé que Barrick presente un programa detallado de cómo corregirá los problemas, como un canal de drenaje, pero no existe un plazo para que el regulador revise su respuesta.
En tanto, otros grupos sumarán reclamos contra el proyecto.
“Vamos a presentar acciones legales”, dijo Lucio Cuenca, líder del grupo ambiental OLCA, que representó a un pequeño pueblo en su batalla para bloquear la termoeléctrica Castilla.
Mdz