Ambientalistas y especialistas en petróleo discuten sobre la utilización del sistema de fractura hidráulica.
Primero fue la lucha contra la minería contaminante, que continúa latente. Ahora los pueblos del Valle de Uco, como productores de petróleo que son, se han propuesto ´abrir el paraguas’ ante el avance de una técnica de extracción de gas y petróleo no convencional, la cual califican tan nociva como la primera. La movida contra el fracking -fractura hidráulica- ha conseguido ya tres ordenanzas ´preventivas’, pero también anticipa una polémica provincial.
San Carlos fue pionero al convertirse en el tercer municipio de América Latina en autodefinirse “Libre de fracking”. El Concejo Deliberante de Tunuyán se sumó a la prohibición el pasado viernes, aprobando por unanimidad su propia ordenanza. Lo mismo habían votado hace un mes los ediles de Tupungato, pero días atrás el intendente Joaquín Rodríguez vetó la norma y desató todo un plan de reclamos del que participarán autoconvocados de la provincia.
En reclamo por el veto firmado por el justicialista, hoy, a partir de las 11.30, representantes de las asambleas por el agua pura de distintos puntos de Mendoza han convocado a través de los medios locales y las redes sociales a los vecinos de Tupungato que estén en desacuerdo con la medida para que se congreguen en la plaza departamental San Martín, para realizar una “marcha en defensa del agua”, por la calle principal Manuel Belgrano hasta la rotonda del centro tupungatino.
Si bien hay quienes sostienen que hay sondeos realizados en Mendoza e incluso que habría proyectos para aplicar la técnica en algunos yacimientos, lo cierto es que formalmente no se han oficializado iniciativas de este tipo en la región.
Lo que pretenden los autoconvocados es instalar un escollo para las futuras aplicaciones, por lo menos en Tupungato y San Carlos, que hoy son productores. Lo de Tunuyán sería más un posicionamiento a favor del agua y en solidaridad con sus vecinos.
Pero, ¿qué es el fracking y por qué genera tanta resistencia? Se trata de una técnica de extracción de gas y petróleo no convencional, que consiste en fisurar las rocas compactas y poco permeables que no han permitido la migración desde su interior del gas y del petróleo. Estas fisuras se logran inyectando agua a alta presión, mezclada con arena y una serie de aditivos químicos.
La luz de alarma que están encendiendo los ambientalistas apunta, primero, a los grandes volúmenes de agua que se ocuparán para la actividad en una provincia donde la misma escasea y, en segundo término, “a los riesgos ambientales que se corren por los escapes de gas metano y por los compuestos químicos de los líquidos residuales que terminarán contaminando tanto los terrenos como los acuíferos”, explicó Roli Gómez, miembro de la Asamblea por el Agua Pura de Tupungato.
En la otra vereda, la industria ve con preocupación esta seguidilla de normas municipales, que -dicen- se están aprobando sin disponer de la correcta información. El director del Instituto Argentino de Petróleo y Gas, Ernesto López Anadón, señaló que la fractura hidráulica comenzó a implementarse en el país hace 100 años, sólo que quedó relegada por los altos costos que implica (ver aparte). El técnico reconoció que en la actualidad existe un interés renovado frente al agotamiento natural que están presentando los yacimientos tradicionales en el país.
Polémica en los municipios
El primero en declarar su territorio “libre de fracking” fue San Carlos, siguiendo los pasos dados por los pueblos de Cinco Saltos, en Río Negro, y Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Hasta entonces, no se hablaba mucho de los hidrocarburos no convencionales en la región, pero la preocupación por sus consecuencias se expandió rápidamente.
El viernes pasado, el Concejo Deliberante de Tunuyán aprobó la ordenanza, a partir de un proyecto que los autoconvocados habían presentado un mes antes. Durante la sesión, existió la intención de la presidencia de volver el documento a comisiones, pero finalmente fue votado por unanimidad. Ahora, es el Ejecutivo quien expresará su decisión al promulgarla o no.
“Ofrecimos la charla de especialistas, toda la documentación necesaria y aún así el proyecto estuvo cajoneado y eso que Tunuyán no tiene yacimientos. Esto era más un pedido de compromiso con el medio ambiente”, sostuvo María, una tunuyanina autoconvocada. Lo cierto es que el grupo teme por zonas del Manzano Histórico, donde algunos sostienen que el tipo de roca anticipa la presencia de hidrocarburos no convencionales.
La situación más tensa se vive hoy en Tupungato, que ocupa los terceros puestos en producción de petróleo en la Provincia. Allí, el Concejo aprobó por unanimidad la prohibición el 21 de mayo, pero días atrás se conoció que el intendente Joaquín Rodríguez la había vetado. Ahora el veto pasó a comisiones para ser estudiado.
A raíz de esto, los vecinos autoconvocados del Valle de Uco se reunieron el lunes por la noche en Tupungato y allí decidieron hacer sentir sus reclamos y encarar una campaña para informar a la población sobre los riesgos que esta técnica implica.
Por su parte, Rodríguez explicó a Los Andes que su veto es “momentáneo”. “Los concejales no nos han dado los fundamentos técnicos y científicos necesarios para tomar esta decisión, por eso pediremos un informe a la universidad tecnológica. Si fuere perjudicial, seré el primer ciudadano en oponerme”, dijo el cacique tupungatino. Además, resaltó los beneficios que hoy la actividad hidrocarburífera trae al departamento y la provincia.
“El intendente sostiene que no hay estudios científicos para avalar la prohibición, pero existe un principio precautorio en la ley general de Ambiente de la Nación, que sostiene que si existe el peligro de un daño grave o irreversible, la ausencia de certeza científica no deberá impedir o demorar las medidas para proteger el medio ambiente de una posible degradación”, acotó el concejal radical Alfredo Núñez, autor de la ordenanza.
Así las cosas, el debate sobre el fracking está instalado y tiende a expandirse. Proyectos similares ya han sido presentados para ser debatidos por los concejales de Godoy Cruz, San Rafael y Maipú. “Nuestra intención es que la Provincia dicte una ley al respecto, como lo hizo con la de la minería contaminante”, refirió Alberto Piatelli, un vecino de San Carlos.
La polémica también está instalada en Neuquén, donde días atrás la Legislatura y las universidades del Comahue y Tecnológica organizaron un Seminario Debate sobre Recursos Hidrocarburíferos No Convencionales.