Preocupa el lento avance de la explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta

Especialistas energéticos consideran que los pre-acuerdos que se dan a conocer tienen como función mejorar las expectativas de posibles inversores y potenciar las acciones en la bolsa, pero no implican acciones concretas. Reconocen que hay interés pero advierten que nadie se anima a desembolsar dinero en las actuales condiciones de explotación

El plan que presentó Miguel Galuccio, el CEO de YPF, podría calificarse de “ambicioso”, teniendo en cuenta que se necesitan 37.200 millones de dólares para desarrollarlo y estima un aumento de la producción de hidrocarburos del 32 por ciento en apenas cinco años. Ahora bien, tomando a consideración que el 25 por ciento del gasoil y el 40 por ciento del gas que se consumen en la plaza local son importados, en realidad la propuesta coincide con la creciente necesidad de combustibles que muestra el mercado local.

Por eso, el ingeniero Jorge Gaimaro, Secretario del Instituto Argentino de Energía (IAE) “General Mosconi”, sostiene que “es más que preocupante” para la vida económica y social del país el hecho de que “las inversiones no lleguen en la medida de lo esperado”.

En relación a los compromisos de inversión que YPF firmó con otras compañías del rubro, como su par de Bolivia, PDVSA y la norteamericana Chevron, analiza que “son sólo especulaciones”, ya que hasta el momento no se han dado a conocer precisiones de los proyectos.

El experto admite que “es lógico que así suceda porque la compañía – por YPF – cotiza en Bolsa aquí y, sobre todo, en Nueva York” y es obligación difundir esta información a la SEC, que es la entidad encargada de supervisar a los participantes clave en el mundo de las bolsas y mercados financieros.

En concreto, por ahora lo único que se conoce es que YPF y  Chevron firmarán el 16 de julio un acuerdo definitivo para la explotación de parte de la formación de recursos no convencionales de Vaca Muerta. Así lo confirmó Jorge Sapag, gobernador de la provincia de Neuquén. Sería por 1.500 millones de dólares, apenas un 20 por ciento de lo previsto en el “Plan de los 100 días”.

En este marco, Gaimaro sostiene que la dificultad para conseguir financiamiento externo “obligará a revisar los planes que siempre se consideraron demasiado optimistas en el actual contexto de política sectorial”. Hace referencia al “Plan B” que también diseñó la empresa en agosto del año pasado, que no requiere de capitales foráneos y que es algo más modesto en lo que respecta a mejoras en la obtención de hidrocarburos.

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