Greenpeace señaló que el derretimiento del hielo hace que los osos polares no puedan cazar para dar de comer sus crías. Refuerzan la campaña contra la exploración petrolera en esa región.
Una osa polar se enfrenta hoy a una realidad desgarradora: el derretimiento del hielo hace que no pueda cazar comida para sus crías. Por eso, sus cachorros pueden morir de hambre. Se trata sólo de una muestra de la situación que se vive en el Ártico, donde la organización ecologista Greenpeace lleva adelante una incansable lucha contra la explotación de petróleo, actividad que atenta contra la vida en esa región.
“Petroleras como Shell ven en esta situación una oportunidad para perforar la zona en busca de petróleo exponiendo a la más región más frágil del planeta a un derrame devastador”, advierten desde la ONG.
Es que, además del riesgo de una pérdida de combustible, sus trabajos provocan un considerable aumento en la temperatura del Ártico, generando un deshielo que afecta a todo el planeta pero que en ese preciso lugar causa estragos en la fauna.
“Shell no se da por vencida. Está desesperada por saquear el Ártico en busca de petróleo y hará cualquier cosa para lograrlo. Por eso, hace poco firmó un acuerdo con la petrolera rusa Gazprom para llegar al Ártico a través de Rusia. Si esta asociación tiene éxito, será inevitable que se produzca un derrame de petróleo en la región más frágil del planeta”, agregó en su sitio web.
Recordó que “Gazprom es conocida por un grave accidente en 2011 en el que murieron 53 personas cuando una tormenta hundió una de sus plataformas petroleras”. Y sostiene que, ahora, su asociación con Shell “es garantía de que se produzca un derrame de petróleo en los hielos del Ártico, lo que podría causar un desastre ambiental incluso más grave que el del Golfo de México”.