El acuerdo con Chevron no es el único

Es llamativo que la información sea tan volátil y no se tomen los antecedentes que están en los archivos periodísticos. Este es uno de los casos. Lo que el Gobierno hizo para favorecer a Chevron ya lo había hecho con otra petrolera en diciembre pasado.

Concretamente lo fijado en el decreto nacional que habilita a la petrolera norteamericana a no tener cepo cambiario en sus movimientos financieros no es más ni menos lo que ya goza Bridas otra empresa que explota el subsuelo de Neiuquén asociada a YPF
El contrato entre la YPF nacionalizada y la petrolera Bridas de la familia Bulghueroni  Fue el 28 de diciembre pasado cuando se firmó el contrato para que la empresa de la familia Bulgheroni pudiera adquirir dólares sin ninguna restricción.

La agencia de noticias económicas Bloomberg dio a conocer aquel convenio confidencial con el que Bridas conseguirá los dólares que necesite accediendo al “Mercado Único y Libre de Cambios (BCRA)”. Con esto, concluyeron los expertos, la petrolera podrá hacer frente al “pago de importaciones, deuda, repago de intereses y dividendos para satisfacción de Bridas” según informó Clarín el 10 de enero pasado.

En marzo pasado se conoció el interés de Miguel Galuccio el CEO de YPF en el conflicto del proyecto minero de sal de potasio porque tenía un preacuerdo con la minera Vale  para explotar un reservorio de gas no convencional en Neunquén, del cual se abastecería al centro minero que ha quedado a medio hacer en la lejanda localidad malargüina de Pata Mora. Esto habría sido trasladado a la empresa petrolera China que comprometió una inversión por 500 millones de dólares. No habría por qué extrañarse entonces que esta petrolera oriental también goce de los mismismos beneficios de Chevron.

El decreto crea un Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos. Podrán acceder a él las empresas que realicen “una inversión directa en moneda extranjera no inferior” a los 1000 millones de dólares en los primeros cinco años del proyecto. De manera que las petroleras que quieran suscribir a los beneficios deberán ingresar divisas. A cambio, podrán “comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos producidos” en esos proyectos, con “una alícuota del 0% de derechos de exportación [retenciones], en caso de resultar éstos aplicables.

“Las empresas, además, tendrán la libre disponibilidad de las divisas provenientes de esas exportaciones, por lo que no estarán obligadas a ingresarlas al país” señala La Nación dando esto como una novedad. En realidad es el mismo criterio aplicado en diciembre pasado a favor de Bridas.

La Jornada, Mendoza